La nota de suicidio es un género literario injustamente menospreciado por la crítica. Al fin y al cabo, el suicida debe expresar en unas pocas líneas su legado al mundo, reivindicar, si cabe su gesto y acaso justificarse de cara a la sociedad, tan poco comprensiva respecto a los atajos hacia la muerte.
A continuación un breve manual para redactar como se debe una nota de suicidio:
1. Sé conciso. El suicidio es muy a menudo un acto de narcisismo extremo, lo que explica que el suicida tienda a sobrevalorar la atención que le van a prestar sus semejantes y deje escritas largas filípicas a modo de legado póstumo. Pero eso es engañarse, ya que en una sociedad enferma de déficit de atención, una nota de más de 140 caracteres es excesiva.
El poeta Yukio Mishima probablemente el suicida más célebre de la edad moderna, escribió estas palabras antes de hacerse un seppuku (lo que erróneamente llamamos harakiri) :
La vida es breve y yo quiero vivir para siempre
VÍDEO: Fragmento de Mishima de Paul Schrader.
Una nota concisa, directa y eficaz. Eso sí, el suicidio propiamente dicho no fué nada conciso sino un largo espectáculo, como refleja la película Mishima ( 1985) de Paul Schrader.
2. Deja una enseñanza útil. No enfangues con recriminaciones o estériles divagaciones tus últimas palabras. Lo que necesitamos los vivos son consejos prácticos.
Como hizo, por ejemplo, el gran Hunter S.Thompson, que estableció un momento a partir del cual no vale la pena vivir: los 50 años, aunque el inventor del periodismo gonzo aguantó 17 años más hasta su despedida final.
Esta es la nota que dejó escrita a su mujer cuatro días antes de disparase a la cabeza:
Se acabó la temporada de fútbol. No habrá más juegos, ni más bombas, ni más caminatas, ni más diversión. No volveré a nadar. 67. Estos son 17 después de los 50. Diecisiete más de los que necesitaba o quería. Aburrido. Siempre estoy de malas pulgas. No hay diversión… para nadie. Te estás volviendo codicioso. Actúa tu vejez. Relájate. Esto no va a doler.
3. Tómatelo con humor. En serio: la vida no es más que una gigantesca broma, una improbable concatenación de azares químicos y errores que nosotros, su producto más sofisticado (que se sepa), pretendemos dotar de una trascendencia que justifique nuestros anhelos y calme nuestra ansiedad.
El actor inglés George Sanders dejó dos notas de suicidio antes de suicidarse con un cóctel de barbitúricos y alcohol en un hotel de Castelldefels ( Barcelona), una en ingles, con una cáustica despedida, y otra, en castellano , absolutamente práctica:
Nota en inglés traducida:
Querido mundo: por si a alguien le interesa saberlo, ya he vivido bastante. Seguir viviendo sería un asco. Te dejo con tus conflictos, tu basura y tus cloacas sin fin. Con los mejores deseos. Sinceramente tuyo, George Sanders.
Nota en castellano:
Avisar a mi hermana. Hay suficiente dinero para pagar todo esto.
Sin rencores. Sin verborrea innecesaria. Como debe ser.
Sobre lo anterior, me escribe el periodista amigo Toni Cano que se ocupó en su día del asunto:
George Sanders fue uno de mis primeros muertitos. Associated Press pidió a Europa Press que confirmáramos su suicido, así que lo fotografié por todos lados en la morgue de Castefa ( Castelldefels) antes de que llegaran peritos. Estaba envuelto con la sábana totalmente ensangrentada del suicida anterior, que se ahorcó con un alambre, y era mucho más largo que la mesa de mármol.
Fotografié también su nota de despedida, que nada tiene que ver con la que veo pasó a la historia. Era mucho más larga, una hoja de cuaderno mediano, y totalmente agria, cagándose en el mundo y con deseos de que los que se quedaban se jodieran aún más. Mucho fucking de adjetivo y claro fuck you.
Así que, ya ves, nos venden la moto, ya no distorsionada, sino contraria, en todo. Aunque en estos casos quizá es más comprensible.
AP nos dijo después que sólo querían confirmar el suicidio, que no iban a publicar ninguna foto ni la nota del suicida, y pidió que Europa Press tampoco lo hiciera.
4. Sé enigmático. Puede que tu intención de suicidarte no sea más que una forma de llamar la atención . Si ese es el caso procura no rellenar tu nota de suicidio con las monsergas características, porque ésas ya las conocen tus sufridores habituales. En cambio, introduce un enigma que deje a tus deudos interrogándose por esa dimensión oculta tuya que nunca llegaron a conocer.
El mago"negro", poeta y escritor Aleister Crowley alias "la bestia 666",simuló un suicidio en Lisboa, una broma coherente con su vida novelesca. Esta es la nota que dejó Crowley a su amigo Fernando Pessoa.
No puedo vivir sin ti. La otra boca del infierno que me agarrará, no será tan caliente como la tuya.
Consejo para no olvidar
Cuidado con el suicidio, que es ese tipo de asuntos que vas dejando, vas dejando, hasta que un día te vas al otro barrio sin épica, sin gesto poético y sin una triste carta de despedida.
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