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14 de julio de 2017

LA VIDA PRIVADA DE KAFKA

Franz Kafka nació en Praga el 3 de julio de 1883, en una familia de clase media. Su padre, un comerciante, fue una figura dominante cuya influencia impregnó la obra de su hijo y (según Kafka) agobió su existencia. En Carta al padre, escrita en 1919, pero publicada, como casi toda su obra, póstumamente, Kafka expresa sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno.

Doctorado en derecho y tras fracasar en la abogacía, entró en el mundo de los seguros. Fue gerente de reclamaciones en le Instituto de Seguros de Accidentes Laborales de Bohemia, trabajando muchas horas y en condiciones deplorables, experiencias sobre las que escribió a su amigo y escritor Max Brod
No sabes lo ocupado que estoy (…) La gente se cae de los andamios como si estuviera borracha y acaba dentro de máquinas. Los tablones se vuelcan, las paredes se derrumban, los escalones resbalan (…) Lo que se coloca en las alturas acaba en el suelo y lo que se coloca en el suelo hace que alguien se tropiece. Y todas esas jóvenes de las fábricas de porcelana que se caen continuamente por las escaleras con montañas de loza me provocan mal de cabeza.. 
Peter Drucker, catedrático de Administración y Dirección de Empresas , en su libro “El management del siglo XXI” publicado en 2002, Kafka fue quien desarrolló el primer casco de protección para uso civil mientras trabajaba como gerente del citado Instituto de Seguros . No está claro si lo inventó o simplemente hizo que su uso fuera obligatorio , pero lo cierto es que le concedieron la medalla de oro de la American Safety Society por sus medidas de prevención, que ayudaron a reducir los accidentes laborales , y legó un protocolo de indumentaria para equipar a los obreros de la construcción.

Franz Kafka y Felice Bauer ( 1917)
Afortunadamente su particular vida privada daba alivio a esta pesadilla. Era cliente habitual de diversos burdeles de Praga y disfrutó de numerosas citas nocturnas con camareras, mesoneras y modistas. Le daba asco la sexualidad y sufría de un complejo agudo de virgen/puta. Para él, todas las mujeres con las que se acostaba eran o absolutamente puras o zorras redomadas, y no quería saber nada de ellas después de haber quedado físicamente satisfecho. La idea de llevar una vida común de hombre casado le daba escalofríos. “El coito es el castigo por querer ser felices juntos” escribió en su diario. A pesar de sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno, Kafka vivió con su familia la mayor parte de su vida y no llegó a casarse, aunque estuvo prometido en dos ocasiones.

Cuando murió el 3 de junio de 1924, a nadie le sorprendió que no llegara a una edad avanzada. Sus amigos sabían que era un hipocondríaco increíble. Durante toda su vida se quejó de migrañas, insomnio,estreñimiento, dificultades respiratorias, reumatismo, furúnculos , rojeces, alopecia, problemas con la vista , deformidad de un dedo del pie, sensibilidad aguda a los sonidos , agotamiento casi continuo, picor por todo el cuerpo y otras dolencias reales o imaginarias.

Intentó contrarrestar estas enfermedades con calistenia ( sistema de ejercicio físico en el cual el interés está en los movimientos de grupos musculares, más que en la potencia y el esfuerzo)a diario, y tratamientos de naturopatía , que incluían , entre otras cosa, laxantes naturales y una estricta dieta vegetariana. 

Avergonzado de su escuálido cuerpo y su falta de musculatura, sufría de lo que hoy llamaríamos un autoconcepto físico negativo. Solía expresar en su diario el rechazo que sentía por su imagen, tema que también aparece con frecuencia en sus obras de ficción. Años antes Charles Atlas había prometido a los bañistas más enclenques que podían fortalecer su cuerpo utilizando pesas. Así que el escritor practicaba calistenia frente a una ventana abierta siguiendo los dictados de su profesor de gimnasia, Jens Peter Muller, un musculoso gurú del ejercicio cuyos consejos para curar la salud estaban entremezclados con exhortaciones racistas sobre la superioridad del cuerpo nórdico. Evidentemente, no era un hombre del que un judío neurótico de Bohemia pudiera sacar grandes lecciones de vida.

A consecuencia de su falta de autoestima , se convirtió en presa fácil de charlatanes sin escrúpulos. Uno de los métodos que más le cautivaron fue el fletcherismo, un descabellado régimen alimenticio creado por un melindrosos dietista victoriano llamado Horace Fletcher conocido como el “Gran Masticador”, que aseguraba que había que masticar cada bocado cuarenta y cinco veces antes de tragarlo, para adelgazar y evitar enfermedades. “ La naturaleza castiga a los que no mastican”, avisaba, y Kafka se lo tomó al pie de la letra. 

Para ser un hombre que escribió tanto sobre espacios interiores, estrechos y oscuros, le encantaban las actividades al aire libre . Se sabe que daba largos paseos por las afueras de Praga en compañía de su buen amigo Max Brod. Además se unió al entonces incipiente movimiento nudista y frecuentaba, como muchas otras personas, el balneario de la Fuente de la Juventud. Sin embargo es poco probable que se mostrara como su madre lo trajo al mundo. La desnudez lo asustaba mucho, tanto la suya como la de cualquier otro. Los demás clientes le llamaban “el hombre del bañador”.
Contrajo tuberculosis en 1917, y sus últimos siete años de vida fueron una sucesión interminable de curas milagrosas y de búsqueda de ese aire puro que tanto necesitaba para aliviar sus deteriorados pulmones. A su muerte dejó una nota en su escritorio en la que pedía a su amigo Max Brod que quemara todas sus obras salvo El proceso, El fogonero ,La transformación /La metamorfosis , En la colonia penitenciaria y Un médico rural. En lugar de hacerle caso, éste preparó El proceso, El castillo y América para su publicación y aseguró a su colega, y a él mismo, un lugar en la historia.


Franz Kafka tituló su narración Die Verwandlung, cuya traducción literal es La transformación. Era un tipo extremadamente meticuloso, obsesivo incluso, con la utilización de las palabras, le interesaba su precisión y que dijeran exactamente lo que dicen. Así que no utilizó el término "Metamorphose", que también existe en alemán y que acota el significado más general de “transformación” al referirlo específicamente al cambio que se produce cuando los seres humanos se convierten en animales, plantas, manantiales, etcétera.

Cuando el relato iba a publicarse en 1915, y supo que llevaría alguna ilustración, escribió de inmediato a los editores: “Resulta que se me ha ocurrido, dado de que Starke será realmente el ilustrador, que quizá esté en su deseo querer dibujar el mismísimo insecto. ¡Esto no, por favor! El insecto mismo no debe ser dibujado. Ni tan solo debe ser mostrado desde lejos...”

Yo traduje el libro de cuentos cuyo primer título es “La transformación”, y nunca supe por qué a todos les dio por ponerle “La metamorfosis". Es un disparate. Yo no sé a quién se le ocurrió traducir así esa palabra del más sencillo alemán. Cuando trabajé con la obra, el editor insistió en dejarla así porque ya se había hecho famosa y se la vinculaba a Kafka.

Jorge Luis Borges
Fuentes: Vidas secretas de los grandes escritores –Robert Schnakenberg-Editorial Océano- Los amores de Fanz Kafka-Nahum N. Glatzer- Ediciones del Subsuelo

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