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16 de diciembre de 2017

SANTA CLAUS Y EL RENO DE NARIZ ROJA



En 1823 el escritor inglés Clement Moore publicó el poema A Visit From St. Nicholas (Una visita de San Nicolás) ,en el que Santa Claus surcaba los cielos en un trineo cargado de juguetes para repartir a los niños en Navidad, tirado por ocho renos llamados Donner (Trueno), Blitzen (Relámpago ), Vixen (Bromista,), Cupid (Cupido), Comet (Cometa, ), Dasher (Alegre), Dancer (Bailarín) y Prancer (Acróbata).


UNA VISITA DE SAN NICOLÁS (Traducción literal del inglés)

Era la noche antes de Navidad, cuando en toda la casa
no se movía ni una criatura, ni siquiera un ratón.
Los calcetines colgados en la chimenea con cuidado,
esperando que San Nicolás pronto estuviera allí.

Los niños se acurrucaban cómodamente en sus camas,
Mientras visiones de ciruelas escarchadas danzan en sus cabezas;
Y mamá con su toquilla, y yo con mi gorro,
nos preparábamos para una larga siesta invernal,

Cuando en el prado se levantó tal alboroto
que salté de la cama para ver qué ocurría.
Lejos a la ventana volé como un relámpago,
abrí las contraventanas y levanté la persiana. 


La luna en el medio de la nieve recién caída
daba el brillo del mediodía a los objetos de abajo.
¿Y qué es lo que mis ojos maravillados vieron aparecer?
Un trineo en miniatura, y ocho pequeños renos,

Con un conductor pequeño y viejo, tan vivo y rápido,
que supe al momento que debía de ser San Nicolás.
Más rápido que las águilas sus corceles vinieron,
Y él silbó, y gritó, y los llamó por su nombre; 


"¡Ahora, Dasher! ¡Ahora, Dancer! ¡Ahora, Prancer y Vixen!
¡Venga, Cometa! ¡Venga, Cupido! ¡Adelante, Donder y Blitzen!
¡Por arriba del porche! ¡A lo alto del muro!
¡Ahora, corred! ¡Salid corriendo! ¡Salid corriendo todos!"

Como hojas secas que vuelan antes del salvaje huracán,
que cuando se encuentran con un obstáculo, suben al cielo;
así hasta el tejado de la casa, los corceles volaban,
con el trineo lleno de juguetes, y San Nicolás también.

Y luego, en un instante, oí en el techo
cabriolas y pisadas de cada pequeña pezuña.
Como señalé mientras mi cabeza giraba,
por la chimenea abajo San Nicolás llegó de un salto.

Estaba vestido todo de pieles, de la cabeza a los pies,
y toda su ropa manchada con ceniza y hollín.
Llevaba un saco de juguetes echado a la espalda,
y se parecía a un buhonero al abrir su bolsa.

¡Sus ojos, cómo brillaban! ¡Sus hoyuelos, qué alegres!
¡Sus mejillas eran como rosas, su nariz como una cereza!
En su alegre y pequeña boca se dibujaba un saludo
y la barba de su mentón era tan blanca como la nieve.

Una boquilla de pipa sujetaba entre los dientes,
y el humo rodeaba su cabeza como una guirnalda.
Tenía una cara ancha y una pequeña barriga redonda,
que sacudía cuando se reía, como un cuenco de gelatina.

¡Era gordito y rollizo, talmente un duende viejo y alegre,
y me reí sin querer cuando lo vi,
Un guiño de su ojo y una señal de su cabeza,
pronto me hizo saber que no tenía nada que temer.

¡No dijo una palabra, pero fue directo a su trabajo
y llenó todos los calcetines y luego se volvió de repente
y poniendo su dedo a un lado de la nariz,
y, a una señal con la cabeza, por la chimenea, ascendió!

Saltó a su trineo, a su equipo le dio un silbido,
y todos volaron lejos como los vilanos de un cardo.
Pero le oí exclamar, mientras conducía y se perdía de vista:
"Feliz Navidad a todos, y para todos una buena noche".


VERSIÓN LIBRE RIMADA ( ©Traducción de Juan A. Galán )

Era tarde en Nochebuena, nada en la casa se oía,
Hasta el ratón de alacena con su familia dormía.
De la repisa colgaban, medias en la chimenea,
San Nicolás, al llenarlas, tendría una gran tarea.

Los niños dormían ya y soñaban sutilezas,
Imaginando visiones en sus pequeñas cabezas,
Y mamá con su pañuelo, y yo con mi mejor gorra,
Antes de una buena siesta, sentíamos la modorra.

Cuando afuera en el jardín, se formó un gran alboroto,
Salí de mi cama a saltos, parecía un terremoto,
Corrí y abrí la ventana, levantándola hasta el tope,
Las cortinas separé, pues creí oír un galope.

La luz de la luna llena se reflejaba en la escena
E iluminaba la nieve, como hace el sol con la arena.
Cuando yo vi ante mis ojos, de grata sorpresa llenos,
Un trineo en miniatura tirado por ocho renos.

Los controlaba un viejito, ágil y con gran viveza.
"Debe ser San Nicolás", pensé yo con gran presteza.
Él, aunque eran como águilas, de sus cursos era el guía,
¡Silbando y con muchos gritos, sus nombres les repetía!

"iOh, Bailarín! ¡Oh, Brioso, Relámpago y Juguetón!
¡Hala Cupido! ¡Hala Trueno! ¡Halen Cometa y Pompón!
¡Suban prontos al tejado y a lo alto por la pared!
¡Suban con brío ahora mismo! ¡Todos, con brío, ascended!".

Como las hojas ya secas que encuentran algún obstáculo
Se entrelazan con el viento en asombroso espectáculo,
Así subieron al techo, como en sus cursos volando,
En el trineo con juguetes a San Nicolás llevando.

Después de algunos segundos, yo pude oír satisfecho
Ruido de pequeños cascos que golpeaban en el techo.
En la mente estas imágenes y en mis talones girando,
Por la chimenea vi a San Nicolás bajando.

Todo envuelto estaba en pieles, de los pies a la cabeza,
Su ropa estaba manchada del hollín y la ceniza.
Una bolsa con juguetes de su ancha espalda colgaba,
Parecía un vendedor que su mercancía cargaba.

¡Qué alegría en su sonrisa! ¡Qué brillo había en sus ojos!
¡Qué color en sus mejillas! ¡Qué nariz con tonos rojos!
Su boca, en un amplio arco, se abría en sonrisa leve
Y la barba en su barbilla más blanca era que la nieve.

Una pipa ya gastada en sus dientes sujetaba
Y alrededor de sus sienes el humo lo coronaba.
Su cara era ancha y redonda, y un vientre grande tenía
Que como la gelatina temblaba cuando él reía.

Era un duende muy alegre, un viejo gordo y bajito,
Y me tuve que reír, ¡aunque lo hice muy quedito!
Un giro de su cabeza y un guiño casi secreto
Hicieron que mis temores se esfumaran por completo.

Sin decir ni una palabra, a su tarea se dio,
Giró sobre sus talones y las medias rellenó.
Tocándose la nariz, con un dedo y por el lado,
¡Subió por la chimenea por alguna magia izado!

Saltó presto en el trineo, silbó casi sin aliento,
Y los renos se alejaron como plumas en el viento.
Pero oí cuando exclamaba, ya inmerso en la oscuridad,
"¡Que tengan muy buenas noches y una Feliz Navidad!"


Montgomery Ward era una compañía de venta al por menor de Chicago, que tenía por costumbre regalar en Navidad, para los hijos de sus sus clientes, libros infantiles para colorear. Por razones económicas , y como alternativa a la compra y distribución de dichos libros, decidió crear en el año 1939 uno propio, de temática navideña , que encargó a un redactor publicitario de 34 años, llamado Robert L. May. 

May, inspirándose en el poema Una visita de San Nicolás , en El patito feo y en vivencias similares de su propia infancia, creó el cuento Rodolfo, el reno de la nariz roja, protagonizado por un reno, al que llamó Rudolf (Rodolfo) y que tenía la particularidad de su nariz roja que se encendía en ocasiones y que , para su desgracia, era la burla de los otros renos. 

Pero ocurrió que , para su suerte, Santa Claus lo descubrió, y viendo la utilidad de la luz roja que emitía su nariz para alumbrar el camino lluvioso y con niebla en fechas navideñas, lo situó en cabeza de los renos que arrastraban su trineo lleno de regalos para los niños de todo el mundo. Así, con la incorporación de Rudolf, los renos que tiraban del trineo pasaron de los ocho iniciales a nueve. El cuento tuvo tal éxito que se distribuyeron nada menos que 2.400.000 ejemplares.

Versión de Gene Autry (1949)


Versión de The Jackson Five (1970)

Posteriormente a la creación de May, su cuñado, el compositor Jhonny Marks, escribió en 1948 la letra y la melodía de Rodolfo el reno de la nariz roja, y fue interpretada por primera vez por Harry Brannon en una emisión de radio en la ciudad de Nueva York el año 1949, y grabada ese mismo año por Gene Autry, alcanzado el primer lugar de la revista Billboard en enero de 1950, convirtiéndose en un gran éxito, vendiéndose aquella navidad más de 2 millones de discos, y convirtiéndose en una de las canciones más vendidas de todos los tiempos, en segundo lugar, tras la Navidad blanca de Bing Crosby, y ha sido interpretada por numerosos artistas como Bing Crosby (1950), The Cadillacs (1957), Dean Martin (1959), The Crystals (1963), The Temptations (1968), The Jackson Five (1970),Harry Connick (1993), Alan Jackson (1996) entre otros...


TRADUCCIÓN DE LA LETRA DE LA CANCIÓN 

Era Rodolfo un reno
que tenia la nariz
roja como la grana
con un brillo singular

Todos sus compañeros
se reían sin parar, 
y nuestro buen amigo 
triste y solo se quedó 

Pero Navidad llegó 
Santa Claus bajó
y a Rodolfo lo eligió 
por su singular nariz 

Tirando el trineo 
fue Rodolfo sensación, 
y desde ese momento 
toda burla terminó

En 1948 la historia pasó a convertirse en cortometraje y en 1964 película para la televisión. Dos nuevas versiones se hicieron en 1979 y 1988.

VÍDEO : Rodolfo, el reno de nariz roja

La historia anterior precisa para los carentes de imaginación, de una aclaración sobre la identidad sexual de Rodolfo, que no podía ser macho, sino hembra o bien macho castrado. Ocurre que Rodolfo, de ser macho, no debería tener astas , ya que los renos machos las pierden a principios del invierno, a diferencia de las hembras que las mantienen hasta que dan a luz , en primavera. La otra posibilidad es que Rodolfo fuese un ejemplar castrado. En ocasiones, los “sami” ,población indígena de Laponia ( la palabra sami significa “gente de los pantanos” porque la región está cubierta de zonas pantanosas ) castran a los renos machos para que puedan conservar la cornamenta y transportar cargas muy pesadas.


Fuentes: Una visita de San Nicolás-Clement Clarke Moore-Edición y traducción de Luis Alberto de Cuenca /El pequeño gran libro de la ignorancia - Jhon Lloyd y Jhon Mitchinson.-Ediciones Paidós Ibérica / https://www.uv.es

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