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15 de febrero de 2018

BOTÁNICA FUNERARIA


En un pequeño libro editado en el año 1885, titulado “Principios de Botànica Funeraria”, Celestino Barallat, erudito, abogado y escritor catalán se hace un estudio exhaustivo de la jardinería de los cementerios y su simbología tradicional o clásica , es decir, por qué se utilizan unos árboles, plantas o flores y no otros cuando se crea un recinto funerario en diversos países europeos, creando unos jardines llenos de simbologías, para el que propone dos colores predominantes: el verde y el blanco.

El blanco y el verde

El color verde del fondo en un recinto funerario transmite sensación de descanso y el blanco del mármol disocia la idea tétrica de la muerte. El color negro, propio del duelo en las culturas occidentales solo se usa en las orlas y en las decoraciones funerarias.

El verde representa la regeneración primaveral y, en consecuencia simboliza la inmortalidad del alma. Es imprescindible, por tanto, que en la botánica funeraria predominen las hojas sobre las flores y sobre éstas, el color verde oscuro. La hierba verde representa la esperanza y la juventud. Por estos motivos , también se intentará plantar ‘arboles de hoja perenne.


Sauce llorón

La costumbre de plantarlo en los cementerios y camposantos procede de muchas culturas, como la celta o la china, donde está asociado a las ceremonias fúnebres por ser símbolo de resurrección.

En la antigua Grecia, el sauce era símbolo de pureza. En los pueblos germánicos llevar una rama de sauce (llamado “árbol de los muertos”) era motivo de castigo, al relacionarse este árbol con la muerte y los fantasmas. En la religión cristiana tiene este árbol un importante papel, ya que fue utilizado por Judas para suicidarse y sus ramas sirvieron para azotar a Jesucristo antes de la crucifixión (una leyenda atribuye el aspecto caído de las ramas del sauce a la pena que el árbol sintió por este maltrato).

En la botánica funeraria su apariencia, con las ramas cayendo sobre el suelo o el agua, representa la tristeza y la melancolía por la ausencia del ser querido. Su apariencia da al jardín funerario un aspecto melancólico y romántico propio de los camposantos europeos. Celestino Barallat, en su obra Principios de la botánica funeraria, lo recomienda fervientemente si el cementerio posee agua, riachuelos o canales, ya que “el sauce juega apacible y tristemente con la superficie líquida”.

Tejo

El tejo es una excepción en la botánica funeraria, ya que es un árbol venenoso que contiene taxina, una sustancia tóxica que puede matar a un caballo a los pocos minutos de haberla ingerido, paralizando el sistema nervioso central. A pesar de esto, su presencia en los camposantos es frecuente, siendo uno de los árboles funerarios por excelencia.

Su longevidad y aspecto lúgubre le han conferido ese título desde la Antigüedad. Símbolo de la vida eterna, parra los celtas era la “puerta” al mundo de los muertos. Algunos soldados celtas llevaban ramas de tejo para ingerirlas si la cosa “se ponía fea”. Los egipcios se hacían los ataúdes con su resistente madera. Se sabe que en la Antigua Roma algunos se suicidaron con él, como Catuvulco. Actualmente los tejos tienen una especial tradición en Asturias.


Palmera

En los cementerios mediterráneos podemos encontrar este árbol, también representativo de la botánica funeraria. Según Celestino Barallat, “la palmera es el más elevado símbolo de la renovación de la savia en el mudo vegetal”. Simboliza la victoria del bien sobre el mal, el triunfo de la vida y la eternidad: puede durar de dos a tres siglos. Está catalogado como “árbol monumental” y es un símbolo propio de la religión cristiana (En Jerusalén se recibió al Mesías con hojas de palmera) y de otras religiones para las que constituye también un símbolo.
Olmo

El olmo es también protagonista en la vegetación de las necrópolis. Simboliza la robustez y, por tanto, la perdurabilidad. En la antigua Grecia, este árbol se atribuía al dios Mercurio, el mensajero que hacía de conexión entre el mundo terrenal y el espiritual. Otra leyenda helénica dice que alrededor del sepulcro del padre de Andrómaca las ninfas plantaron olmos. Su longevidad, ausencia de fruto y facilidad de reproducción hacen del olmo un árbol ideal para el jardín funerario. El olmo es, entre la encina y el roble, la opción más recomendada para expresar la fuerza y la robustez en la botánica funeraria.


Álamo

Se encuentra frecuentemente en los camposantos. Su robustez a la vez que sus propiedades curativas ha hecho que este sea un árbol tradicionalmente funerario.

Encina

Símbolo de la fuerza y la permanencia de la vida, el uso de la encina en los camposantos está muy recomendado. Sin abusar en su plantación, la encina simboliza la duración y la regeneración, puesto que antes de tener las hojas muertas la encina ya ha regenerado las vivas.

Ciprés

Es el árbol típico de los cementerios. Casi todas las culturas utilizan las ofrendas florales durante las distintas fases que conlleva la muerte, tanto en entierros como en esquelas y recordatorios. Pero no solo algunas flores especiales sirven para ello, también existen árboles, que por su incorruptibilidad , fragancia o frutos, están en el mundo occidental simbólicamente ligados a los ritos funerarios. Ejemplos de ello son el cedro, el castaño y el ciprés, ese árbol funerario por excelencia, presente en casi todos los camposantos.

El ciprés, estuvo muy presente en la jardinería de griegos y romanos. Considerado, además ,árbol de simbología funeraria, debido a su verde perenne, siempre vivo, a su madera dura, incorruptible, que desprende un suavísimo y agradable olor, a su gran longevidad y a su majestuosa altura, apuntando al cielo, simbolizaba el elemento de unión entre las almas de los muertos instaladas en el subterráneo inframundo representado en sus raíces, y la morada de los dioses en el cielo. Dicha simbología ha perdurado a lo largo de la historia, y por ello se encuentra presente en los cementerios de cultura cristiana desde hace más de veinte siglos, como elemento de muerte y resurrección.


También el ciprés ha sido considerado símbolo de hospitalidad. En la antigüedad se plantaban a la puerta de una vivienda dos cipreses para indicar a los viajeros que la hospitalidad de la casa les ofrecía comida y cama durante unos días. Así ocurría por ejemplo en algunas masías catalanas, a cuya entrada un alto y fuerte ciprés, indicaba desde lejos al viajero que allí podía encontrar hospitalidad y refugio.

Es de justicia añadir, que pese a su fuente componente necrófilo, el ciprés es uno de los árboles más salutíferos, que se conocen, gracias a la importante cantidad de taninos que componen sus frutos, sobre todo antes de alcanzar su completa madurez. Dicho tanino le confiere una poderosa acción astringente y vasoconstrictora que se utiliza tanto por vía interna como externa, para tratar con eficacia problemas como las hemorroides, las varices, las hemorragias uterinas, la diarrea y la incontinencia urinaria (nocturna) de los niños. Su contenido en esencia y otros principios hace que pueda emplearse como diurético, suavemente febrífugo, sedativo de la tos, calmante bronquial y expectorante.
Roble

Como el olmo y la encina, el roble es símbolo de eternidad pero también símbolo de fortaleza, fuerza y solvencia.Reconfortante, poderoso y resistente, era un símbolo sagrado de los sacerdotes celtas (druidas) y con el mundo de los muertos. De hecho, la palabra druida viene de daer, que significa “roble”. Así, es en muchas culturas un árbol venerado.

Arce

Este vegetal acostumbra a nacer de forma espontánea en el cementerio. Según las creencias populares, también al arce se le confiere un cierto simbolismo de metamorfosis.


Cañas

Son recomendables para rodear y adornar un camposanto. Esbeltas y frágiles, delicadas y siempre verdes, invitan a la reflexión sobre la vida. Al ondear al viento ofrecen un marco melancólico en el cementerio.

Fuentes: Principios de botánica funeraria- Celestino Barallat-Editorial Altafulla /Historia de las hierbas mágicas y medicinales –María Rey Bueno- Ediciones Nowtilus / La leyenda de las plantas- Carlos Mendoza – Editoral Alta Fulla.

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