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1 de marzo de 2018

EL LENGUAJE TAURINO EN LA VIDA COTIDIANA ( Parte 1 de 4 )





A lo largo del tiempo, la Tauromaquia ha generado un vocabulario propio a partir de la liturgia y las múltiples suertes de las que consta este espectáculo. Muchas de las expresiones utilizadas durante la corrida o surgidas a partir de la Fiesta han pasado a ser habituales en las expresiones cotidianas



A las primeras de cambio. Se utiliza esta expresión para hacer referencia a los momentos inmediatamente posteriores al cambio del capote de paseo por el de brega. En nuestra vida cotidiana nos sirve para indicar que algo sucede en los primeros instantes de un espacio de tiempo. 

Ej.: Entró en la casa y a las primeras de cambio recibió el primer disgusto. 

A mí no me torea nadie. El torero siempre debe sentirse en disposición de dominar al toro, mediante su valor, su técnica o sus facultades. Cuando ocurre al revés, es que no puede con el toro y, por tanto, llega al fracaso. En sentido figurado, decimos que una persona torea a otra cuando se burla de ella o le falta al respeto. Suele ser señal de cierta bravuconería o firmeza decirle a otra persona esta frase. 

A toro pasado. Se critica con esta frase, en ocasiones, aquel lance en que el torero yergue su figura y se adorna cuando ya ha pasado ante él la cabeza del toro, con lo que el peligro de una cornada es mínimo, o ha desaparecido del todo. De la misma forma, se utiliza esta expresión cuando alguien opina sobre algo cuando ya ha sucedido, es decir, sin exponerse a equivocarse. 

Ej.: ¡Claro! A toro pasado ¡qué fácil es hablar! 

Acoso y derribo. Es ésta una faena taurina que se desarrolla en el campo y mediante la que se hace caer al becerro para conocer su bravura, tras observar su comportamiento cuando lo acosan. En nuestra habla coloquial se utiliza para indicar que alguien está atacando con sus críticas a otras personas hasta que consigue hacerlo caer de su situación. Se refiere sobre todo a la función política como un procedimiento puesto en práctica por los partidos de la oposición hacia los del Gobierno. 

Ej.: El Ministro de... está siendo objeto de una severa operación de acoso y derribo. 


Al hilo de ... Se dice que el toro hace hilo con el torero cuando lo persigue hasta obligarlo a desaparecer del ruedo o hasta que alguien realiza el oportuno quite. Es como si torero y toro estuvieran unidos por un hilo. En la vida ordinaria se utiliza esta expresión para indicar que vamos a decir algo que va unido o que sigue a lo dicho o hecho anteriormente. 

Ej.: Al hilo de lo que has dicho, debo añadir que... 

Al toro, que es una mona. Es un grito de ánimo que los apoderados o los subalternos dirigían al matador, para que pusiera todo su valor ante el toro, si es que no era un animal de los llamados "barbas" o realmente peligrosos. Esta expresión se utiliza actualmente en el mismo sentido, pero referido a cualquier otra faceta de la actividad humana, antes de empezar la misma. 

Ej.: No te preocupes por eso y ¡al toro que es una mona! 

Alternativa (Dar la ). En términos taurinos decimos que un novillero, cuando considera él (y el público) que puede lidiar y matar toros, recibe la alternativa en una ceremonia en la que el matador más antiguo del cartel le cede simbólicamente los trastos y lo convierte en matador de toros. En la calle se aplica esto cuando alguien va a realizar una determinada actividad después de ejercerla otra persona que le cede el sitio o el cargo. 

Ej.: He dado a mi hijo la alternativa y él dirigirá la fábrica desde ahora. 

Armar el taco. Se dice que un torero "ha armado el taco" cuando ha obtenido un notable éxito. Se suele hacer patente con las ovaciones y aclamaciones del público o la concesión de las orejas de los toros. De forma que armar el taco supone conseguir una reacción favorable del público ante su actuación. De la misma manera, se utiliza esta expresión cuando en cualquier otra actividad algún artista triunfa de manera clamorosa. 

Ej.: En su debut en el escenario, armó el taco con su danza tan clásica y auténtica.


Asomarse al balcón. Consiste en que el banderillero llegue bien ante la cara del toro, cuadre la acción y clave con seguridad aunque con riesgo. Es una de las condiciones que se requieren para clavar un buen par de banderillas. Aplicamos esta expresión en la vida real para indicar que algo se hace con cierto peligro, pero sabiendo que en ello estriba la buena finalización. 

Ej.: Para conseguir eso tendrás que asomarte al balcón. 

Atarse bien los machos ( o apretarse). Los machos son las cintas que sirven para ajustarse la parte inferior de la taleguilla (pantalón de los toreros) a las piernas para que éstos puedan estar en condiciones de vencer las dificultades que le pueda plantear el toro. Cuando una persona tiene ante sí una tarea que se supone difícil, se emplea esta expresión como la de prepararse bien para ella. 

Ej.: Ante este examen, no tengo más remedio que atarme bien los machos y... 

Aúpa (Es de). Con la expresión "los de aúpa" se referían antiguamente a los picadores, que van "encima" del caballo para ejecutar la suerte de varas. Cuando se criticaba a estos profesionales, por evitar su repetición, se nombraban de esta forma y de ahí ha quedado como fórmula para indicar de manera hiperbólica que alguien o algo es malo en general, o que es, como se puede leer en el Diccionario de de R.A.E.L., "de mala condición, violento o desagradable". 

Ej.: Hay que ver estos niños. ¡Son de aúpa! 

Bandera (De). Además del nombre de un pase realizado con la muleta, llamamos "de bandera" al toro excepcional por su bravura y nobleza. Por analogía, también se aplica esta expresión para calificar algo o alguien con estas características de bondad. 

Ej.: Es una película de bandera.
Bandera (Hasta la). Se utilizaba esta expresión para hacer ver, de forma hiperbólica, que la plaza estaba completamente llena, por lo que había espectadores que se ubicaban en la bandera o sus aledaños que, lógicamente está en los tejados de la plaza. La seguimos utilizando en la actualidad para indicar que cualquier local se encuentra también con lleno absoluto. 

Ej.: La sala de conferencias se encontraba llena hasta la bandera. 

Barrera (Ver los toros desde la). Los toreros son quienes, por estar delante del toro, han de arrostrar el peligro que esto conlleva y han de actuar como crean conveniente en un momento determinado. Los espectadores, que están en la barrera, no se ven en las mismas dificultades y tienen ocasión de meditar y reflexionar sobre lo que van a hacer. 

Por eso, cuando alguien opina o aconseja sin estar metido de lleno en el problema, puede recibir la misma objeción: ¡Qué bien se ven los toros desde la barrera! 

Bola (Hasta la). Los estoques solían (suelen) tener en la empuñadura ciertos adornos o simplemente una parte final en la que se detenga la hoja cuando penetra en el cuerpo del toro. A veces esa parte final era de forma esférica y por ello, decir que el torero ha conseguido una estocada "hasta la bola" supone decir que ha clavado el estoque por completo. Se dice también esto cuando alguien consigue algo de forma total o bien, en sentido humorístico, en situaciones como "meter la pata hasta la bola". 

Brega . El peón de brega es el ayudante del matador, que colabora en la preparación de la muerte del toro, fin último de la lidia. Por tanto, la brega es toda operación conducente a este objetivo, que casi siempre se realizará atendiendo no sólo a su belleza sino sobre todo a su eficacia. Fuera de los toros, brega viene a significar enfrentamiento, lucha, por lo que se aplica a toda aquella actividad que requiere esfuerzo y sacrificio. Posiblemente, el origen de esta expresión no sea propiamente taurino, pero es en este aspecto en el que ha encajado perfectamente y ha sido utilizada con toda propiedad. 

Ej.: No para en todo el día, lleva una brega continua.

Brindar – Brindis. Cuando se inicia el tercer tercio de la lidia, el matador puede brindar el toro a una persona, lo cual supone que le dedica o le ofrece la faena que va a realizar, como símbolo de amistad, afecto o agradecimiento. También en otros ámbitos decimos que brindamos a alguien nuestra actuación o bien cuando en una fiesta tomamos juntos una bebida, se lanza un brindis o dedicatoria conjunta. 

Ej.: Y ahora, brindemos por una larga amistad. 

Cabestro. Es uno de los toros mansos que acompañan a la manada, que ha sido castrado para que pierda su bravura y sirva de guía a los demás. También se llama así al toro que ayuda a volver al corral o chiquero al que ha sido devuelto por cualquier causa o al que no ha podido matar el diestro a quien correspondía. Esta palabra se usa en la actualidad como un insulto, haciendo alusión a los cuernos o a la falta de virilidad. 

Cada toro tiene su lidia. Aunque en la actualidad los toreros tienden a hacer a todos los toros el mismo tipo de faena, los buenos aficionados saben que no todos los toros tienen las mismas condiciones y, por tanto, cada uno requiere un tratamiento diferente. Fuera del ámbito taurino, esta frase se utiliza para indicar que no hay situaciones que sean totalmente iguales, aunque se asemejen y ante una situación, por difícil que parezca, nunca hay que darse por vencido, porque siempre hay una posibilidad de solución para ella. 

Ej.: Le he dicho lo mismo que a ti y se ha enfadado. ¡Es que cada toro tiene su lidia! 

Cambiar de tercio. El cambio de tercio supone pasar a una nueva parte de la lidia de un toro y, según esto, los tres tercios que la componen deben ir encaminados hacia un fin único: la muerte del toro. Por tanto, cada uno de ellos tiene su importancia y deben guardar una continuidad. Cuando la presidencia de la corrida estima oportuno, se cambia el tercio por medio de clarines y timbales, con lo que se inicia una tarea diferente. En la conversación habitual, también empleamos esta expresión para indicar que dejamos de tratar un asunto para empezar con otro. 

Ej.: Y ahora, cambiando de tercio, debo decirte que..

Cargar la suerte. Si un torero carga la suerte al dar un pase o serie de pases, consigue mandar en el toro y colocarse bien para ejecutar el siguiente. Es, pues, una característica derivada de las tres premisas fundamentales en el toreo: parar, templar y mandar. Cuando una persona, en el intento de demostrar su poder y humillar a otra, fuerza la situación, también utilizamos esta expresión. 

Ej.: Encima que lo ves derrotado, cargas la suerte con él. 

Casta. Aunque para un aficionado no es lo mismo "casta" que "bravura", muchas veces se las identifica y convierte en palabras sinónimas con el significado de fiereza, acometividad, buen comportamiento ante el caballo. Fuera de la fiesta, se usa esta palabra en ese mismo sentido, pero aplicado a cualquier situación difícil, ante la cual hay que reaccionar. 

Ej.: Entonces el equipo mostró su casta y dio la vuelta al resultado. 

Choto. Se usa en la plaza de toros esta palabra para designar un toro que no tiene el trapío que los aficionados consideramos necesario para una corrida. Es el masculino de cabra, que usamos como insulto hacia un hombre comparándolo con este animal, haciendo velada referencia a los cuernos, como señal peyorativa en una persona. Es, como vemos, una manera de insulto similar a la expuesta para "cabestro". 

Ciertos son los toros. Esta expresión nos indica la evidencia de un hecho, al evocarnos la figura del toro como una realidad, generalmente en forma de problema y que se presenta de manera recurrente, por más que se quiera ignorar su existencia. El toro es la personificación de esta problemática que quisiéramos que no fuera cierta, pero que de hecho, indefectiblemente, lo es. 

Ej.: No estaba seguro de lo que decías, pero ¡ciertos son los toros! 

Continuará ... 

Fuente: El léxico taurino en la vida cotidiana -Francisco Reus Boyd-Swan -Universidad de Alicante.

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