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5 de marzo de 2018

EL LENGUAJE TAURINO EN LA VIDA COTIDIANA ( Parte 2 de 4 )


Coger al toro por los cuernos. En ocasiones el torero, por hacer alarde de su valor y arrojo, agarra las astas del toro y con ello suple las carencias de arte o la imposibilidad de hacer más faena a un toro bronco o difícil o de escasa fuerza y bravura. Es, pues, una demostración de decisión y voluntad. En la vida ordinaria, esta expresión la usamos para indicar que nos enfrentamos a un problema con valor y decisión.


Ej.: Ya no puedo esperar más. He de solucionar el asunto. Voy a coger al toro por los cuernos.

Cortarse la coleta. Cuando llega el momento de la retirada de un torero, tras la muerte de su último toro, se lleva a cabo una antigua ceremonia en la que alguien de su confianza, peón, amigo, compañero o familiar, le corta simbólicamente la coleta (antiguamente de forma real), que es el añadido que los toreros llevan en el pelo y que servía para distinguirlos de los que no eran. Igualmente, cuando alguien deja de practicar una actividad o trabajo, decimos que se corta la coleta. 

Ej.: Llevo ya cuarenta años en la fábrica. El próximo año me corto la coleta y me jubilo. 

Crecerse en el castigo. Si un toro es bravo, cuando acude al cite o llamada del picador y siente la puya, acomete con fiereza y recarga en su embestida. Entonces decimos que este toro se crece al castigo, esta expresión tan castiza, que es también utilizada para indicar que alguien, ante la adversidad o ante las dificultades, parece que se crece y pone todo su empeño para salir airoso. 

Ej.: No sé cómo lo soporta todo, parece que se crece al castigo. 

Cuadrar. En la suerte suprema, es decir, a la hora de matar, antes de clavar el estoque, hay que colocar al toro de manera que la posibilidad de hacerlo bien sea mayor. A esta operación, basada sobre todo en la situación de las patas del animal, la llamamos "cuadrar". Fuera de los toros, también la usamos para expresar que hay algo que está preparado para que actuemos o con lo que estamos de acuerdo. 

Ej.: Venga, decídete de una vez, esto ya está "cuadrao". 


Cuidado con el toro que está en el tendido. Si alguna vez ha ocurrido que el toro, en un inesperado salto, ha llegado hasta los tendidos ha provocado verdadero pánico entre los espectadores y, también en alguna ocasión, víctimas entre ellos. Es cierto que no es demasiado frecuente, pero puede ocurrir y, alguna vez, así ha sido. Es una situación que nadie espera ni desea y que puede acarrear graves consecuencias. En la vida ordinaria, esta expresión hace referencia a la advertencia de un peligro inesperado y del que alguien no es consciente. Es de alguna forma similar en significado a aquella otra frase: "Cuidado, que hay moros en la costa" para advertir de la necesidad de no hacer o decir algo delante de alguien.

Ej.: Hablas con demasiada ligereza.¡Cuidado con el toro, que está en el tendido! 

Dar el quiebro. Quebrar la embestida del toro es hacer que rectifique la dirección de su embestida, lo que proporciona una salida airosa por parte del torero. Se utiliza esta expresión sobre todo en la suerte de banderillas. En el lenguaje coloquial el uso de esta expresión es para indicar que una persona burla alguna situación no grata para ella. 

Ej.: Has sido muy hábil, al dar el quiebro a ese pesado. 

Dar estocada por cornada. En el mundo de los toros son bastante conocidas las situaciones en las que al entrar a matar, por realizar bien la suerte, el toro ha recibido la estocada y el torero al mismo tiempo, se ha llevado una cornada, en ocasiones de graves consecuencias, como en el caso de Manuel Rodríguez, Manolete. Es decir que, a cambio de un hecho bueno, se recibe algo negativo. Es la frase heroica de "hay que entrar a matar o a morir", o aquella otra: "estocada por cornada, ni el toro ni el torero se deben nada". Fuera de lo taurino significa el daño que alguien puede recibir en el mismo momento de hacérselo a otro. 

Ej.: 

Sin ellas todo sería 
caos de inmensa tristura 
porque son de la natura 
la más perfecta armonía. 
Es del hombre la alegría, 
consuelo en su padecer. 
¡La mujer! 
No siempre, dijo el pastor
porque salen, camarada, 
a estocada por cornada 
el fastidio y el amor, 
mas mi prenda es superior 
pues no es falaz como aquella,
¡La botella! 

Dar la puntilla. La puntilla es un pequeño machete con el que se da fin a la vida del toro una vez que éste ha doblado por efecto de la estocada. Cuando la acción de alguien llega a dar un resultado nefasto tras un proceso más o menos largo, se dice también que ha dado la puntilla, con un significado similar a "para postre..." o "para más inri...". 

Ej.: Después de todo lo ocurrido en el trabajo, hoy me han dado la puntilla, me han despedido.

Dar largas. Una larga cambiada es un lance en el que, generalmente de rodillas, el torero mueve el capote sobre su cabeza y burla la embestida del toro, dándole la salida por su lateral. En el sentido de burlar al toro, se usa esta palabra para indicar que alguien no hace caso de otra persona o de algo y pone una excusa para no aceptar la propuesta. 

Ej.: No me vayas dando largas y contéstame de una vez. 

Dar un baño. Se dice esto en el ambiente taurino cuando un espada de prestigio y fama consolidada ve que otro que todavía no ha llegado tiene una actuación más afortunada. Esto mismo también se oye decir en situaciones similares, aunque sea en otros tipos de actividades. 

Ej.: El último clasificado ha dado un baño al equipo que mejor plantilla tiene. 

Desarme. Posiblemente la expresión referida al mundo de los toros provenga de otro tipo de actividad. De todos modos, su significado es la pérdida de estoque y muleta por parte del torero, con lo que se queda sin poder para hacer pasar al toro. El sentido con el que la usamos fuera de los toros es el de dejarnos sin poder o saber hacer nada por una salida de tono de nuestro interlocutor. 

Ej.: Con esa pregunta me dejó desarmado. 

Desplante. Se llama así al hecho de que un torero, en un alarde de valor, arroja muleta y estoque y queda a merced del toro, como señal de su dominio sobre él, quedando siempre el torero en una situación airosa. En la vida normal hablamos de desplante en casos similares, cuando alguien menosprecia a otro, en un afán de mostrar su pretendido poder o prepotencia o para humillarlo. 

Ej.: No sé cómo aguantas tanto desplante.


Duende ( Tener ). A lo largo de la historia, ha estado bastante relacionado el mundo de los toros con el flamenco. En ambos casos se ha dicho que un torero o cantaor o guitarrista tenía duende cuando tenía una forma de interpretar que parecía proceder de la magia o algo fuera de lo humano, es decir, que emocionaba al público. Eso mismo se utiliza para indicar lo mismo en facetas diferentes de la vida: escribir, pintar, etc. 

Ej.: Es un bailarín con duende, emociona al público con facilidad 

Echar un capote. En términos taurinos, se echa un capote en aquellas ocasiones en que un torero se ve apurado, por ser perseguido por el toro, o bien por haber sido derribado y estar a merced del animal. Al poner un capote ante el toro, es muy probable que lo siga y, como consecuencia, abandone al actuante, lo cual supone una ayuda inestimable. Por eso, cuando tratamos de ayudar a alguien que se encuentra en alguna dificultad, decimos también que "le echamos un capote". 

Ej.: Al verlo en apuros, no dudé en echarle un capote y ayudarlo. 

Embraguetarse. Afirmamos que un torero se embragueta cuando en una actitud desafiante, reta al toro a que pase, a pesar de las dificultades que éste pueda presentar al hacerlo. Suele ocurrir cuando ha sufrido un desarme o un revolcón y al levantarse muestra su valor de esta manera. En la vida ordinaria el sentido es el mismo: se trata de hacer ver las agallas o valor que alguien tiene ante una situación poco halagüeña. 

Ej.: Cuando se vio en aquel trance, se embraguetó y consiguió salir de la situación. 

Empaque. No estoy seguro de que la primitiva utilización de esta palabra proceda del mundo de los toros. De todas formas viene a significar elegancia, estilo, saber estar ante el toro y, por extensión, ante cualquier situación de la vida. Por ello, también se usa fuera del ámbito taurino referido al porte personal de alguien, a su elegancia. 

Ej.: Se le veía con aquel empaque...

En corto y en derecho. Expresión taurina mediante la que se designa una forma de entrar a matar al toro que, según los aficionados, es la más correcta y eficaz, pero que requiere un mayor dominio de la técnica y, al mismo tiempo, mayor dosis de valor, puesto que el matador entra desde poca distancia y sin salirse del embroque. Es pues una forma muy valorada por los entendidos. Aplicamos esta expresión en la vida ordinaria cuando queremos expresar que alguien ha dicho o hecho algo de forma directa, expeditiva o sin ambages. 

Ej.: La contestación a aquella pregunta la hizo en corto y por derecho... 

Encelar (se). Decimos que el torero logra encelar al toro cuando hace que siga los engaños con cierta docilidad. Puede ser señal de la nobleza del toro o del temple y mando del torero. Aplicamos esta palabra cuando alguien persigue obsesivamente algo con el fin de conseguirlo, sin ver nada más que ese objetivo, igual que el toro no ve más que la muleta que le muestra el torero. 

Ej.: Está verdaderamente encelado con ella...

Entrar al trapo. Es una manera de expresar la acción del toro cuando acude al cite del torero con el capote o la muleta. También se dice "ir a los engaños". Fuera del ámbito taurino, se utiliza esta expresión para indicar que alguien cae en una trampa, ante cualquier provocación que le hace alguien, con lo que quien sale ganando es el provocador. 

Ej.: Ante aquella insinuación, mi amigo entró al trapo y se originó una violenta discusión. 

Escurrir el bulto. Se trata de un ágil movimiento del torero mediante el cual burla la embestida del toro, apartándose de su camino. Suele producirse este hecho ante una colada del toro o cuando, de manera impensada se vence por un pitón u otro. Fuera de los otros decimos que alguien escurre el bulto cuando se aleja de una situación en la que prevé que pueda estar en dificultades. 


Espantá. Se denomina así en el mundo de los toros a una actuación desastrosa de algún torero, en la que se acusa a éste de indolencia o falta de motivación, como queriendo decir que "no ha querido saber nada del toro". Son famosas las "espantás" de El Gallo en los momentos en que más se esperaba de él, así como las más modernas de Curro Romero. Ambos diestros, sin embargo, siempre fueron esperados porque en cualquier momento podían destapar el tarro de sus esencias y realizar una gran faena. La misma actitud de falta de interés en cualquier actividad, también la denominamos de esta forma. 

Espontáneo. Un espontáneo es una persona que, ajena a los profesionales que están actuando en un festejo taurino, se lanza al ruedo con la intención de dar algunos pases al animal. Es una acción que viene casi siempre a estropear la lidia, por lo que está totalmente prohibida, a pesar de que ha sido una práctica bastante habitual tiempo atrás y muchos toreros se han dado a conocer de esta manera. De la misma forma utilizamos esta palabra para designar a una persona que actúa en una determinada actividad sin estar autorizado para ella. Es lo que significaría hoy esa figura que se denomina "intrusismo profesional". 

Estar al quite. Aunque hoy en día rara vez ocurre, todos los participantes en una corrida de toros deben estar preparados para cortar la embestida del toro a un picador que ha sido derribado. También (y esto es más frecuente) para impedir que el toro cornee a un torero que se encuentra en el suelo y corre peligro. Estos casos se denominan "estar al quite". Cuando una persona está dispuesta a ayudar a otra en un momento de dificultad, también decimos lo mismo. 

Ej.: Su padre estuvo al quite y evitó la caída. 

Estar de capa caída. Cuando el torero sujeta la capa con los brazos caídos, no se encuentra precisamente en una actitud de hacer frente al toro de forma decidida y lo veremos apático o desganado ante los problemas que le plantea la lidia. En la vida ordinaria, todos podemos tener momentos de desánimo o de desilusión y en esos momentos, y por analogía con esta expresión taurina, decimos que estamos de capa caída. O sea, en un mal momento. 

Ej.: Mi hermano está de capa caída desde que suspendió el examen.

Continuará...

Fuente: El léxico taurino en la vida cotidiana -Francisco Reus Boyd-Swan -Universidad de Alicante.

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