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12 de mayo de 2018

LOS DICHOS POPULARES

El dicho es una frase breve y sencilla, características esenciales para retenerlo en la memoria, y provienen de una historia, de una anécdota, de un cuento, de un personaje real o ficticio. Todos tienen su porque, un motivo por el que se dicen, y entre sus orígenes podemos distinguir: 
La historia. Una batalla o una persona conocida
La literatura . Es fuente inagotable, especialmente las fábulas-
La religión. En general y sobretodo la Biblia ha proporcionado muchos modismos.
Personas célebres. Por cualquier circunstancia o cualidad que poseían y que pronto pasaron al dominio de las gentes.
La historia de otros países o la particular de algunos personajes reales o fantásticos.
Hechos aislados. Tal vez por curiosidad, también han pasado a la memoria del pueblo.

 
Algunos dichos populares:
Dar en el clavo
Antiguamente existía un juego llamado hito que consistía en fijar una barra en el suelo y arrojar desde lejos unas anillas de hierro o herraduras hasta colar la anilla en la barra. El hito o barra era una especie de clavo metálico, por lo que "dar en el clavo" significaba ganar la partida. La expresión se extendió al hecho de atinar en averiguación de cosas difíciles. 
Quien va a Sevilla pierde su silla
Este dicho data del siglo XV cuando un sobrino de Alfonso Fonseca, prelado de Sevilla, fue nombrado arzobispo de Compostela. Como en aquella época había muchos disturbios en Galicia, Fonseca decidió ir personalmente a Santiago para preparar el camino. La sorpresa se la llevó cuando al volver a Sevilla comprobó que su sobrino le había robado el cargo de prelado. 
Santa Rita lo que se da no se quita
Se dice que una doncella le pidió un novio a Santa Rita de Cassia, abogada de los imposibles. No se sabe si fue un milagro pero el caso es que a los pocos días le salió un pretendiente, pero el mozo no estuvo mucho tiempo con ella, por lo que la doncella se plantó delante de la Santa y la dijo: -"Santa Rita, Rita, lo que se da no se quita". El novio no volvió pero a nosotros nos dejó el popular dicho. 
Esto es Jauja
Jauja es una provincia en medio del altiplano del Perú, muy célebre por la fertilidad del suelo, el verde paisaje y el aire saludable. Tenía fama de reposo obligado para los enfermos respiratorios que curaban al llegar a Jauja. Los peruleros o indianos enriquecidos en América trajeron esta fama hasta España. La fantasía popular acabó por atribuirle las mismas cualidades que el paraíso y la expresión "esto es Jauja" quedó para describir situaciones de abundancia. 


Poner los cuernos
La expresión poner los cuernos es ampliamente utilizada en el idioma español para describir el acto de ser infiel a una pareja.. Pero, ¿por qué los engañados son cornudos y no rabudos, peludos o dentones? Existen distintas  explicaciones históricas ,mitologicas y populares sobre el oriegen de dicha expresión, una de las cuales sostiene que es una referencia simbólica al buey, un animal castrado, que se somete paciente al trabajo que le impone su amo. De ahí, que los maridos o esposas infieles, le pongan los cuernos a su pareja. Hoy se simboliza señalando a alguien con  la mano cerrada y los dedos índice y meñique dedos abiertos a modo de cuernos. 
Otro vendrá que bueno me hará
En la antigua Roma, una anciana de Siracusa que vivía en tiempos de Dionisio el Antiguo rogó a los dioses para que alargaran la vida del último tirano y éste, sorprendido por el ruego de la mujer, le preguntó por qué le tenía tanta devoción. Ella contestó: "siendo niña, tuvimos un tirano muy cruel. Rogué a los dioses que se lo llevasen  y me oyeron. Pero después vino otro peor, y también rogué por su muerte. Ahora has llegado tú, que no eres mejor que ellos. Escarmentada, pido porque los dioses te den una larga vida". 



Mandar a la porra
En la antigua ordenación militar, el tambor mayor del regimiento portaba un largo bastón al que se le conocía con el nombre de la porra. Era hincado en un lugar determinado del campamento y señalaba el punto al que debía retirarse todo soldado sancionado con un arresto. Con el tiempo, esta forma de arresto fue suprimida, pero la frase, con una gran carga despectiva, quedó incorporada al lenguaje popular. 
Matar el gusanillo
En el pasado era creencia generalizada que el "gusanillo" mañanero, un supuesto parásito alojado en el estómago, existía realmente, por lo que se hacía preciso eliminarlo, o por lo menos adormecerlo, mediante un buen trago de alcohol. Y aunque ahora se sabe que tal gusano es una invención, el dicho permanece vigente como hábito de obsequiarse en el desayuno con una copa mañanera. 

Arrimar el ascua a su sardina
Este refrán nació en Andalucía, cuando la sardina era plato habitual entre los braceros. Las comidas se hacían en común y todos se disponían alrededor de una fogata de manera que cada uno asaba su ración, tomaba un ascua, y la iba arrimando sólo a su propia sardina. De este modo, la hoguera se debilitaba, e incluso llegaba a apagarse. Nadie se preocupaba de volver a encender porque no lo entendían como cosa suya. El asunto llegó a tal punto que acabaron por suprimir la sardina de los almuerzos. El refrán quedó como muestra de la insolidaridad de los hombres. 
Fuentes: El porqué de los dichos- José Mª Iribarren-Gobierno de Navarra-Departamento de Educación y Cultura/ A buen entendedor…--Margarita Candón y Elena Bonet –Taller de Mario Muchnik. / http://www.elhistoriador.es/

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