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4 de mayo de 2018

VUDÚ Y ZOMBIS

EL VUDÚ

El Vudú es, en esencia, una religión politeísta de armonía y tolerancia, basada en las relaciones entre el mundo natural y el mundo sobrenatural y los vínculos entre los vivos y los muertos, que carece de una teología fija y una jerarquía organizada al estilo católico, por lo que podríamos decir que es una religión más flexible. Lo que comenzó hace cientos de años en África occidental como una simple adoración a los ancestros y a los espíritus, ha evolucionado hasta convertirse en una religión sincrética única, con su propia visión de la vida, filosofía, medios curativos y expresiones artísticas. 

El Vudú tiene su origen en las prácticas religiosas de las tribus fon, yoruba y ewe de la región occidental de África, que actualmente ocupan los países de Ghana, Nigeria, Togo y Benín, que creían en un ser supremo creador del mundo, y que estaba por encima de los humanos, de modo que los vivos se dirigían a los muertos y a los espíritus para pedir consejo y protección. Estos espíritus eran venerados e invocados en ceremonias con tambores, bailes y cantos en las que se les ofrecían diversos tipos de sacrificios con animales con el fin de implorar protección. Los sacerdotes mediaban entre los humanos y los espíritus, con el fin de ser poseídos por los espíritus y recibir protección y sabiduría. 

Los esclavos africanos desembarcados en Haití se llevaron su religión consigo. Sin embargo, las leyes francesas exigían que los esclavos se convirtieran al catolicismo, lo que dio origen a una serie de religiones sincréticas que mezclaban creativamente elementos de diferentes tradiciones: el vudú en Haití, el obeah en Jamaica y la santería en Cuba.Los esclavos, con el fin de cumplir sus obligaciones, rezaban y cantaban a los nuevos símbolos cristianos para no ser castigados, pero en el fondo sus rezos y veneraciones iban dirigidos a sus espíritus africanos, denominados lwa.

Los bokors 

Los bokors, son brujos o hechiceros haitianos que interpretan el vudú de una forma degenerada y diabólica, y que tiene poco que ver con la teología del vudú estricta que practican los sacerdotes llamados “houngan” o las sacerdotisas llamadas “mambo”, aunque en muchos casos sus prácticas pueden tener similitud. Los conceptos de los bokors se basan en su reinterpretación del vudú, heredada bien de otros brujos ya fallecidos y que fueron sus maestros, como de diversas sociedades secretas de brujería. los cuales no forman parte del sistema religioso del vudú, sino que, más propiamente, se inscribirían dentro del ámbito de la llamada Magia Negra, aunque también tienen capacidad para ejercer la magia blanca creando r talismanes contra la magia negra, o amuletos que atraen la buena suerte.Tienen un gran poder de persuasión y son respetados y temidos. 

En general, sus templos están en zonas apartadas de otras casas, incluso en lugares de difícil acceso para una persona que no sea del pueblo, aunque todos en el entorno conocen su existencia. Sus casas contienen la propia vivienda y los anexos de la misma, donde están ubicados los altares y lugares de imploración .También mantienen altares con diversos fetiches en el exterior, protegidos exclusivamente por un techo con hojas de palma. Los altares divergen de un bokor a otro, aunque existen elementos comunes en muchos de ellos, como son numerosos cráneos humanos, cuchillos y puñales, tambores y una cruz de hierro bajo la que hacen fuego. Sobre la pared de sus templos existen pinturas y dibujos con los signos propios de cada bokor, tales como la imagen de Santiago Matamoros en una actitud agresiva, la serpiente, y otros más complejos. Los colores predominantes de estos murales son el rojo y el azul fuerte, coincidentes con los colores de la bandera haitiana, que nació dos años antes de la independencia, cuando un famoso esclavo rasgó y arrancó la franja blanca de la bandera de sus colonos blancos, los franceses. 

Desde la lejanía, sus casas se pueden reconocer por la existencia de palos altos con alguna bandera de un solo color, preferentemente rojo. En el exterior de la vivienda siempre se encuentran algunos hombres que siguen las ordenes del bokor y que permanecen en el lugar si él se ausenta. 

El bokor puede vestir de forma diferente según el tipo de ceremonia, aunque la túnica roja con el paño rojo en la cabeza es el atuendo más utilizado, preferentemente en los rituales satánicos, en los que suelen sacrificar algún animal, cantar al ritmo hipnótico de los tambores, gritar, o dar latigazos delante del altar exterior donde una cruz ardiendo da el inicio al rito y abre la puerta a los espíritus para entrar en la ceremonia. 

La gente acude a ellos por múltiples razones, aunque las principales son pedir protección contra el demonio, consejos, suerte, fidelidad, o daños para otra persona o clan, incluyendo la petición de muerte. 

François Duvalier - Tonton macoute 

Entre los bokors más poderosos y temidos se encontraba el expresidente de Haití François Duvalier, apodado “Papa Doc”, que gobernó bajo la dictadura del terror durante décadas. Hasta su muerte en 1971, mantuvo el país en un estado de caos y terror permanente, utilizando el vudú caprichosamente y materializando su poder por medio de su amplia guardia personal, los “tonton macoutes ( tíos del saco), unos crueles criminales con patente de corso para el asesinato y el pillaje, encargados de realizar el trabajo sucio de la represión y de sembrar el terror entre el pueblo haitiano, y a los que se atribuyen 40.000 asesinatos durante el régimen duvalierista.. Llamaban la atención por sus uniformes de color azul, con sombreros de estilo cowboy, gafas oscuras y una cinta roja anudada al brazo, y armados con machetes, viejos fusiles y aparatosos revólveres. 

EL ZOMBI

El zombi es, originalmente , una figura legendaria propia de las regiones donde se práctica el culto vudú , esclavo de un hechicero (conocido por el nombre de bokor), que mediante un rito secreto vudú y la utilización de varias sustancias, consigue la muerte aparente de una persona y su vuelta a la vida tras desenterrar el "cadáver", pero en forma de un ser que sigue viviendo pero que no recuerda nada de su vida anterior, un ser sin voluntad que se limita a obedecer las órdenes recibidas. 

La historia de los zombis ha sido objeto de múltiples investigaciones desde el punto de vista científico, principalmente por Brad Wellman, Wade David o el Doctor Antoine Villers. Se descubrió la existencia de individuos esclavizados, sin voluntad propia y bajo una obediencia total a un bokor. Su origen es fruto de la alquimia de los bokors, que tras elaborar una compleja sustancia química, era suministrada a un individuo para su "zombificación". 

A pesar del escepticismo e incluso la repulsa con que la mayoría de los científicos, incluyendo los médicos haitianos trataba el mito de los "muertos vivientes", se conoció una realidad de gran interés científico oculta por el velo del misterio y la superstición. No era la primera vez que se documentaba médicamente un caso de zombificación, pero en ocasiones anteriores el pretencioso despotismo científico había ahogado el interés de esos casos bajo calificativos como "tonterías de negros", "supercherías", "mitos populares", etc. Y si existía un certificado de defunción de un individuo que era hallado de pronto deambulando por las calles de Puerto Príncipe, se atribuía a una confusión, un fraude o un error médico. Todo el mundo sabe que no se puede regresar de la muerte. 

Pez globo 

En abril de 1982, Wade Davis, etnobotánico canadiense se dirigió a Haití, cuna del vudú, y de los zombis , comenzando una investigación que duró varios años sobre la historia de Clairvius Narcisse, presuntamente envenenado, enterrado vivo, y víctima de un proceso de zombificación, periodo durante el cual tuvo ocasión de conocer el polvo zombi que preparaban los hechiceros para suministrar a sus víctimas , utilizando variados ingredientes, que iban desde cráneos machacados de bebés recién exhumados hasta extractos de distintos tipos de peces y sapos venenosos. 


Davis contó su fascinante aventura en un libro titulado en España "El enigma zombi" que en 1988 tuvo una versión cinematográfica de serie B, tiulada "La serpiente y el arco iris" en la que se mezclaban rituales de  vudú , bokors, los asesinos de las “Milicias Voluntarias de la Seguridad Nacional” alias “tonton macoutes” ,que actuaban en Haití, y otras atrocidades 

VÍDEO: Trailer de "La serpiente y el arco iris"

Tras múltiples análisis químicos se detectó un único ingrediente que aparecía siempre en todas las mezclas se correspondía  a un tipo especial de pez conocido como pez buffer , el peligrosísimo pez globo que llaman fugu en Japón. 

El hígado y los órganos sexuales de este pescado contienen un veneno, conocido como tetrodotoxina, que puede paralizar el sistema nervioso y que en dosis adecuadas no produce la muerte si no un estado de muerte aparente durante varios días, en los que el sujeto sigue consciente. Se conoce también que la tetrodotoxina interfiere en el funcionamiento de los nervios mediante el siguiente mecanismo: la droga bloquea la recogida de sodio por las células, un proceso que es esencial para la transmisión de señales de una célula a otra. Por ello según la tradición vudú, un zombi no puede tomar sal, ya que el cloruro sódico rompería el efecto de la droga y el resucitado se volvería consciente de su verdadera situación y regresaría, horrorizado, a su verdadero lugar, la tumba. 

Así pues mediante el polvo zombi , puede provocarse una muerte supuesta que se convierte en vida en cuanto pasan sus efectos. Basta desenterrar al "cadáver" a tiempo y esperar su resurrección, y aplicarle periodícamente un segundo y trascendental tratamiento para conseguir la "zombificación" de la víctima.

Datura stramonium 

Tras suministrar el polvo zombi a la víctima sometiéndola a un estado catatónico comparable con la muerte se daba por muerto al individuo y se procedía a su entierro. Esa misma noche, el bokor y sus fieles, desenterraban a la victima y la trasladaban a su casa lejos de ese pueblo, en donde , una vez recuperadas sus constantes vitales normales, se le aplicaba un segundo tratamiento administrándole una sustancia elaborada a base de las plantas Datura metal y Datura stramonium, también conocida como estramonio, hierba del Diablo, hierba hedionda, higuera del infierno, ...., planta tóxica de la familia de las solanáceas que contiene atropina y escopolamina psicoactivas, y que producen a quien lo ingiere desorientación, confusión, amnesia permanente , estupor y conductas alteradas, síntomas que se atribuyen a los zombis. Otra de las reacciones que produce la escopolamina son la visión borrosa y la dificultad para mantener el equilibrio, imagen típica de esos zombis tambaleantes que van tropezando durante sus desplazamientos. 

Esta sustancia aplicada periódicamente al individuo con nuevas dosis, lo sumía en una amnesia permanente, con un comportamiento autómata y de plena sumisión a la voluntad del bokor, que los podía utilizar incluso para cometer actos violentos, aunque habitualmente servían de peones o esclavos de tareas básicas. 

Así pues el procedimiento de la "zombificación" tendría dos fases: la primera someter a la víctima a una muerte aparente , enterrándola rápidamente, puesto que el calor y la humedad aceleran el proceso de descomposición, y desenterrarla antes de que muera por asfixia, y una vez desenterrado dándole de comer periódicamente datura (Datura stramonium) para su utilización como esclavo sin voluntad.


Reconocimiento y remedios contra zombis 

El campesino de Haití, siempre alerta frente a cualquier aspecto diabólico o peligroso del vudú, es capaz de descubrir a un zombi por varios signos. El zombi suele caminar dando bandazos, realiza las acciones físicas de manera mecánica, tiene una mirada helada y desenfocada, y habla con voz nasal. Esta última característica, en particular, se asocia con la muerte en el folklore de Haití, probablemente debido a la costumbre de taponar las fosas nasales de los cadáveres con algodón. Los guedé (siniestros y lascivos dioses de la muerte del panteón vudú) se caracterizan por hablar de este modo. Cuando un devoto del culto vudú está poseído por un guédé, siempre habla con entonación nasal. Otra relación más entre los zombis y los dioses de la muerte nos la da el hecho de que uno de los más famosos dioses, el Capitán Guedé, a veces también es conocido bajo el hombre de Capitán Zombi. 

El Capitán Zombi 

Los haitianos  tambien temen la posibilidad de que sus parientes fallecidos puedan ser transformados en cadáveres ambulantes, y adoptan medidas preventivas  para evitarlo. Así, por ejemplo, hasta los campesinos más humildes se endeudan para recubrir con pesadas losas las tumbas de sus parientes más cercanos; en las zonas rurales se excavan las tumbas lo más cerca posible de una carretera o camino, para que los brujos, por miedo a las miradas curiosas, no puedan llevar a cabo su nefasta tarea. y, en otros casos, la familia del muerto velará la tumba durante noches seguidas hasta convencerse de que el cuerpo está suficientemente descompuesto y ya no le es útil a un bokor. 

Los que temen de manera especial a la brujería toman precauciones mucho más extremadas para impedir que sus muertos ingresen en el semimundo brumoso de los zombis, inyectando veneno en el cuerpo del muerto, mutilándolo con un cuchillo o incluso disparándole para «rematarlo». Otra medida consiste en poner un cuchillo en las manos del muerto, para que pueda defenderse y una precaución supersticiosa  la de colocar en la tumba agujas y carretes de hilo, así como miles de pequeñas semillas de sésamo, con la creencia de que el espíritu del muerto estará tan ocupado en la tarea de enhebrar las agujas y contar las semillas que no prestará atención a las voces que les ordene salir de la tumba. 

Fuentes: Radares, hula hoops y cerdos juguetones - Joe Schwarcz- Editorial Robinbook /http://luisgabu.com / https://w3.ual.es /  http://criticks.blogspot.com.es 

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