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20 de diciembre de 2019

EL SANTO PREPUCIO DE CRISTO Y OTRAS RELIQUIAS ASOMBROSAS ( Parte 1 de 2)

El Grial- Cáliz conservado en la Catedral de Valencia

LAS RELIQUIAS 

En la Iglesia católica , se llaman reliquias a los restos de los santos después de su muerte, y en sentido más amplio lo constituye el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas, designando también a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o haber estado en contacto con él, considerados dignos de veneración. El culto a las reliquias se remonta a los principios del cristianismo , cuando como consecuencia de las persecuciones comenzaron a conservarse y a venerarse objetos relacionados con los que habían muerto por la fe.

En el año 787, un concilio general había decretado: "Si a partir de hoy se encuentra a un obispo consagrando un templo sin reliquias sagradas, será depuesto como trasgresor de las tradiciones eclesiásticas". Ningún obispo se atrevió a desobedecer, y con ello la Iglesia estaba propiciando la falsificación de reliquias.Así, en la segunda mitad del siglo IV empezó la práctica de fragmentar los cuerpos de los santos para repartirlos, apoyado por la teoría de varios teólogos de que por pequeño que fuera el fragmento mantenía su virtud terrena y sus facultades milagrosas, convirtiéndose las reliquias en instrumento de prestigio y fuente de ingresos para la Iglesia. 

A comienzos del siglo XIII en el IV Concilio de Letrán, y para evitar falsificaciones, se prohibirá la veneración de reliquias sin "certificado de autenticidad", disminuyéndose así así el comercio de reliquias, que había ido en auge en los últimos siglos (en el siglo IX había surgido una asociación consagrada a la venta y regulación de reliquias), acordándose: 
"Cap. 62. De las reliquias de los Santos. Como quiera que frecuentemente se ha censurado la religión cristiana por el hecho de que algunos exponen a la venta las reliquias de los Santos y las muestran a cada paso, para que en adelante no se la censure, estatuimos por el presente decreto que las antiguas reliquias en modo alguno se muestren fuera de su cápsula ni se expongan a la venta. En cuanto a las nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas públicamente, si no hubieren sido antes aprobadas por autoridad del Romano Pontífice..." 
El reclamo de una reliquia sagrada atraía a multitud de fieles a los mercados y convertía aldeas en ciudades florecientes. Cuando los “souvenirs” santos traídos de Tierra Santa por los caballeros cruzados , y las "apariciones milagrosas" sucesivas de nuevas reliquias no alcanzaron para satisfacer la enorme demanda, la falta de existencias degeneró en la venta al por mayor de objetos falsificados. 

En la baja Edad Media, la autenticidad de una reliquia no era tan importante como su objetivo, y en una época oscura y convulsa, la desesperación obligaba a las gentes a buscar un remedio rápido para sus males , llenándose los santuarios de peregrinos ansiosos por idolatrar un fúlgido relicario con supuestos poderes milagrosos. San Agustín denunció a impostores vestidos como monjes que vendían reliquias falsas. El Papa San Gregorio prohibió la venta de reliquias y la profanación de tumbas en las catacumbas, pero a pesar de ello no se frenaron los abusos. 

Esta situación duró hasta que en el Concilio de Trento (1563) se decretó “Destiérrese absolutamente toda superstición en la invocación de los Santos, en la veneración de las reliquias, y en el sagrado uso de las imágenes”, acabando con el próspero negocio de las reliquias del que se beneficiaban monasterios, órdenes religiosas, señores feudales y regiones enteras de Europa.


CLASIFICACIÓN DE LAS RELIQUIAS

La Iglesia Católica, siguiendo la Sagrada Escritura y la Tradición, reconoció tres grupos de reliquias: 
PRIMERA CLASE: tomadas del cuerpo del santo (hueso, carne, pelo…), que a su vez se dividen en : 
Reliquias insignes: cuerpos enteros o una parte completa de él (cráneo, una mano, una pierna, un brazo), como también algún órgano incorrupto.
Reliquias notables: partes importantes del cuerpo pero sin constituir un miembro entero (la cabeza del fémur, una vértebra, etc)
Reliquias mínimas: astillas de huesos o pequeños trozos de carne. 
SEGUNDA CLASE: objetos que usaron en vida (rosario, libros, indumentaria…)..
TERCERA CLASE: Cualquier objeto tocado a una reliquia de primera clase o a la tumba del santo (normalmente pequeños trozos de tela). 
Estampa del Espíritu Santo en forma de paloma

RELIQUIAS ASOMBROSAS
  • Las piedras con las que se lapidó a San Esteban
  • La esponja con la que Santa Práxedes recogía sangre de los mártires
  • Las flechas que mataron a San Sebastián
  • Los pechos de Santa Águeda
  • Una oreja, la sandalia del pie derecho del apóstol San Pedro y eslabones de la cadena que soportó en su prisión
  • Plumas de las alas del arcángel Gabriel
  • Un suspiro de San José metido en una botella
  • Un trozo del “pico” auténtico de la paloma del Espíritu Santo  
Coronas de Cristo
  • Un estornudo del Espíritu Santo, también embotellado, para que no escape, y guardados nada menos que en la sala de reliquias del Vaticano.
  • Más de 60 dedos de San Juan Bautista.
  • El velo, cinco gotas de leche de sus senos, lágrimas, el hígado, el corazón y la lengua de la Virgen María, así como 4 cabellos y varios trocitos de su camisa.
  • Tres cordones umbilicales, el primer pañal, una paja del pesebre donde nació,
  • Varios Santos Prepucios y unos quinientos dientes de leche del Niño Jesús.
  • Raspas de los peces multiplicados en el primer milagro del Salvador
  • Una de las ramas de olivo que tenía el Nazareno en las manos cuando entró en Jerusalén.
La Sábana Santa
  • La cola del asno que llevó al Señor
  • El lienzo con el que Jesucristo secó los pies de los apóstoles antes de la cena pascual
  • Un par de manteles, lentejas, una miga de pan y fragmentos de la mesa en la que se sirvió la Última Cena
  • Más de media docena de ejemplares del Santo Grial.
  • Una campana de cobre fundida con una de las 30 monedas de Judas Iscariote
  • Unas ochocientas espinas de la corona que llevó Jesús.
  • Tres ejemplares de la lanza que atravesó el costado de Cristo
  • Medio centenar de santos sudarios
  • Astillas de la verdadera cruz para llenar una carreta
  • Pescado asado y pastel de miel, menú que Nuestro Señor comió con sus discípulos cuando se les apareció después de resucitar.
Felipe II

España , que por algo es la preferida de la Virgen , es el paraíso de las reliquias asombrosas. Por ejemplo en El Escorial , en donde Felipe II logró reunir 7422 reliquias de santos , y en el Museo Teresa—Kaydena en el pueblo coruñés de Santacruz--Oleiros , en donde se muestran: un trozo del “pico” auténtico de la paloma del Espíritu Santo; una pluma del ala del arcángel San Gabriel; un genuino trocito de carne del prepucio del niño Jesús , y hasta ¡un trocito de himen de cada una de las 11.000 vírgenes!. A su lado hay otras menos espectaculares, es cierto, pero igualmente insólitas: un pelo de María Magdalena o un clavo de la cruz de Cristo con un certificado de autenticidad expedido por el Vaticano y una astilla de la misma cruz.

Estampa de Santa Teresa de Jesús- Mano incorrupta y Francisco Franco

LAS RELIQUIAS TROCEADAS DE SANTA TERESA.

Tras la muerte  en Santa Teresa de Jesús (1515-1582) los supuestos restos de la religiosa, santa y poeta fueron conveniente troceados y repartidos a lo largo del tiempo . Así, su mano izquierda incorrupta  permaneció cuarenta años junto a la cama de Francisco Franco (1892-1975) , a la que consideraba una reliquia que conservó junto  a su cama hasta su muerte en 1975, pasando a partir de dicha fecha a ser custodiada por las hermanas del convento de las Carmelitas Descalzas de Ronda.También un brazo, igualmente incorrupto y su corazón se conserva en el Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de Carmelitas Descalzas de Alba de Tormes, donde la santa andariega vivió los últimos quince días de su existencia; en Roma se encuentra el pie derecho y la mandíbula.; hay reliquias de dientes y muelas en Toledo, Santiago de Compostela y Puebla (México). Las carmelitas de Madrid y Valladolid tienen un pedacito de carne con forma de corazón. Además, de la mano derecha se cortaron varios dedos, que fueron repartidos por París, Roma, Ávila, Sevilla y Bruselas , en donde se encuentra una de las clavículas.

VÌDEO: El prepucio de Jesús y otras curiosas reliquias

EL PREPUCIO DE CRISTO

Una reliquia especialmente valiosa, por tratarse de un trozo del cuerpo de Jesucristo, serían por ejemplo sus uñas cortadas  o sus fluidos ( sudor, sangre,....) , aunque la parte que ha presentado auténticas discusiones teológicas es uno de esos trozos: el prepucio ( piel móvil que cubre el glande del pene ) de Jesucristo , que , de  acuerdo con el rito judío,  le extirparon a los ocho días de su nacimiento. 
Os circuncidaréis la carne del prepucio, y eso será la señal de la alianza entre yo y vosotros. A los ocho días será circuncidado entre vosotros todo varón, de generación en generación, tanto el nacido en casa como el comprado con dinero a cualquier extraño que no sea de tu raza. Deben ser circuncidados el nacido en tu casa y el comprado con tu dinero, de modo que mi alianza esté en vuestra carne como alianza eterna.” (  Génesis 17:11-14 )
Tan memorable acontecimiento es conmemorado cada año por la fiesta de la Circuncisión. Cuál fue el destino de aquel anillito de carne divina es una cuestión que, aunque pueda parecer que carece de importancia, ha sido objeto de sesudas discusiones teológicas.


Es evidente que ese trocito de carne , tenía, como el resto del cuerpo del Señor, carácter divino. Era un trozo de Dios. Y dado que Dios es eterno, es imposible que un trozo de su cuerpo se consuma o se pudra. Si no se pudrió, existe, y si existe,  ¿adonde fue a parar? 

Jesucristo, cuando instituyó que su cuerpo era el pan sacramental en la Santa Cena, no pudo dejar de incluir el prepucio perdido como sustancia sacramental divina, dado que sin prepucio hubiera estado incompleto y no es pensable que un trozo de Dios encarnado no participe de la misión sacramental del resto. Ahora bien, si ese prepucio no se había perdido, por ser parte de Dios y consecuentemente Dios mismo, tenía que haberse conservado y era la única porción de su cuerpo que podía quedar en la tierra después de la Ascensión.

¿Ascendió al cielo con Jesús o permanece entre nosotros hasta la resurrección de la carne? Si ascendió, ¿cuándo se reintegró en el cuerpo divino, en el momento de la Resurrección o días después, en el de la Ascensión? ¿O acaso estaba ya en el cielo, esperando al resto, desde que lo cortaron? En este caso debieron producirse dos ascensiones, la propiamente dicha y la del prepucio.

La lucubración sobre el destino del prepucio de Cristo ha poblado de profundas cavilaciones las vigilias de muchos padres de la Iglesia y durante más de un milenio ha planteado arduas preguntas de difícil respuesta a los concilios y asambleas de la Iglesia. 

Continuará ....

Fuentes: Testigos del prodigio- Jesús Callejo y José Antonio Iniesta-Editorial OBERON, Grupo ANAYA / El fraude de la Sábana Santa y las reliquias del Cristo–Juan Eslava Galán –Editorial Planeta/

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