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19 de mayo de 2020

EL HIMEN Y LA VIRGINIDAD

Aparato reproductor femenino/ Tipología de hímenes

El himen

La palabra himen deriva del griego hymḗn y significa membrana. Es un tejido fino y elástico situada en la entrada del orificio de la vagina cubriéndola totalmente (himen imperforado) o parcialmente  perforado de diferentes formas, permitiendo la salida de secreciones como la menstruación y el flujo vaginal. También se puede nacer sin él, ya que no tiene ninguna función especial en la anatomía femenina. La forma , tamaño y elasticidad del himen puede variar de unas mujeres a otras. 


CLASIFICACIÓN DE HÍMENES

Forma del orificio

Elasticidad

Orificio himeneal
Sin orificio 1 solo orificio
2 o más orificios

Dilatado o complaciente

Dilatado

Orificio pequeño: Hasta 1 cm. de diámetro

Orificio mediano : mayor de 1 cm a 1,5 cm de diámetro

Orificio grande: mayor de 1,5 cm. e diámetro

Sin orificio o imperforado

Anular o circular

Semilunar

Labiado o bilabiado

Franjeado

Otras formas

Tabicado,septado o biperforado

Con doble membrana (2 orificios)

Cribiforme

Las formas más frecuentes son: el anular, el labiado, el semilunar y el franjeado; poco frecuentes el tabicado y cribiforme, raro el imperforado , y el de menor frecuencia el de doble membrana 

DEFINICIONES

Himen: membrana que cierra incompletamente el introito vaginal. 

Virginidad: Estado previo al primer coito en la mujer, que para algunos círculos culturales, se requiere como condición indispensable un himen intacto (virginidad anatómica); en sentido más amplio se considera también como virginidad el estado consecuente con la desfloración no coital (virginidad técnica).

Himen no desflorado (íntegro o sin ruptura): Es todo himen que conserva su integridad anatómica.

Himen desflorado (no íntegro o con ruptura): Es el desgarro o ruptura del himen por una relación sexual, en una mujer que ha tenido íntegro su himen.

Himen anular: Tiene la forma de un diafragma con un orificio que puede ser central o excéntrico.

Himen labiado: Se compone de dos partes laterales o labios con una hendidura central anteroposterior.

Himen semilunar: Tiene la forma de media luna, y cuya concavidad mira hacia adelante.

Himen franjeado: Su borde libre tiene entrantes y salientes que semejan la corola de una flor o los dientes de una sierra.

Himen tabicado: Cuando el orificio está dividido por una franja central originando dos orificios.

Himen doble: Presenta dos membranas superpuestas, con orificios coincidentes o no.

Himen cribiforme: La membrana tiene varios orificios que semeja a una criba.

 Himen imperforado: Es el que carece de orificio himeneal.

Himen dilatable: El orificio permite el pase de dos dedos sin romperse y al retirarlos vuelve a sus dimensiones normales.

Himen dilatado: La membrana está íntegra pero el orificio mantiene una abertura amplia, permite el paso de dos dedos y al retirarlos conserva su tamaño.

La virginidad

La palabra virgen proviene del francés antiguo virgine, de la raíz lingüística del latín virgo, genitive virginis, que significa literalmente "doncella" o "virgen" una joven sexualmente intacta o "mujer sexualmente inexperta". Pero la virginidad , ligada directamente con el himen, no es más que una construcción cultural y religiosa aplicada exclusivamente al género femenino,  que forma parte del control sexual de las mujeres y que no un concepto médico, científico ni demostrable., aunque en numerosas culturas y países, la virginidad sigue siendo una prueba de moralidad y la “integridad” del himen  un símbolo de pureza.

Se trata de un concepto profundamente arraigado desde hace siglos en muchas culturas para controlar el placer y la sexualidad de las mujeres. Si embargo, ha sido y es, considerada por motivos culturales y/religiosos como una expresión de pureza, castidad y moralidad, con una importancia significativa para formalizar uniones matrimoniales y demostrar la honorabilidad de las familias, desarrollándose técnicas y "pruebas de virginidad" (2) para demostrarla, consistentes en inspeccionar los genitales de niñas y mujeres solteras para , supuestamente, determinar si son sexualmente activas, acreditando que disponían de un himen íntegro y/o comprobando si se había producido sangrado tras la primera relación sexual .
(2La llamada prueba de virginidad, también conocida como himen, dos dedos o examen vaginal, es la inspección de los genitales femeninos para evaluar si la persona examinada ha tenido o ha estado habituada a tener relaciones sexuales. La prueba del pañuelo es una de las ceremonias más importantes en la etnia gitana. Previamente a la boda entre un hombre y una mujer, ésta debe demostrar que llega virgen al matrimonio. Para ello, una experta conocida como juntaora o sicobari introduce un pañuelo blanco en la vagina para romper el himen. Si la tela sale manchada de sangre -las llamadas ‘tres rosas’-, eso significa que la mujer no ha mantenido relaciones sexuales hasta el momento y que es “pura”, por lo que ha salvado la honorabilidad de las familias biológica y política. 


Pero hay mujeres que nacen sin himen o con el himen naturalmente abierto o complaciente y además, hay muchas actividades además del sexo que pueden hacer que el himen se estire y abra. ,lo cual puede suceder accidentalmente antes de tener relaciones sexuales por primera vez por ejemplo durante la masturbación, un examen médico, una intervención quirúrgica , usando  tampones del tamaño incorrecto o realizado diversos ejercicios físicos.

Así que, en realidad, no se puede saber si alguien ha tenido sexo vaginal o no, o si es "virgen" solo por la manera en que se ve o se siente su himen. Por otra parte no todas las mujeres sangran en su primera relación sexual  y cuando se produce puede deberse a haberse dañado la mucosa (la piel interna de la vagina) y no porque se rompa el himen. Por lo tanto, las pruebas de “virginidad” como el pañuelo en la cultura gitana y la comprobación de que hay sangre en las sábanas tras la primera noche de bodas ponen de manifiesto la presión social y moral sobre las mujeres sin ningún tipo de fundamento médico ni ético. Por eso, nos encontramos con que muchas de ellas , especialmente en culturas gitanas y árabes ,recurren a cirugía plástica para la reconstrucción del himen, evitando así consecuencias graves para ella misma y para su familia.

Un motivo para la realización de las citadas pruebas , fue creer que era el  método más seguro para garantizar la paternidad, y la única manera de asegurarse de que un niño nacido de un matrimonio fuera un heredero legítimo. Esta obsesión por la virginidad hizo que se extendiesen toda clase de teorías absurdas sobre las características que tenía que presentar una mujer virgen, tanto en su aspecto externo, como durante su primera relación sexual. Así, ciertas características físicas, como la aparición de pequeñas venas en el ojo o hoyuelos en la nariz eran identificados como muestras seguras de virginidad. Otros signos claros, más relacionados con la pubertad que con la virginidad, eran tener un vello púbico largo y liso, o tener los pechos pequeños y firmes o que el capuchón recubriese todo el clítoris, siendo la prueba más certera e inequívoca de todos los tiempos para certificar la supuesta virginidad de una doncella, que hubiese sangrado durante el desfloramiento, por lo que fue una prueba habitual entre la nobleza y la realeza que se exhibiera públicamente el pañuelo manchado de sangre de la noche de bodas.

Por todo ello , y para demostrar la pureza de la mujer y la honorabilidad de la familia, han existido testimonios notariales de pérdida accidental del virgo o actas notariales donde se certificaba la virginidad de tal o cual doncella. Como ejemplo dice un testimonio notarial de 1495:
"Pidió testimonio Juan Gómez dorador y María Rodríguez su mujer como estando María su hija de seis años poco más o menos jugando con otra su hija de 4 años y vimos saltando sobre un tinajón y subiendo y descendiendo en el tinajón se le abrieron las piernas y le corrió sangre y le corrompió parte de su virginidad y la llevaron luego a la partera de Montilla y para guarda de su derecho pidieron a (varios testigos) que viven en la dicha casa y lo vieran".

Un ejemplo de virginidad extrema e increíble (salvo para algunos creyentes religiosos) , lo constituye el Dogma de la perpetua virginidad de la Virgen María (3), ejemplo de pureza y comportamiento de la mujer, según el cual la Madre de Dios conservó plena y perdurablemente su Virginidad; es decir, fue Virgen antes del parto, en el parto y perpetuamente, después del parto.

(3) En la Iglesia católica, un dogma es una verdad absoluta, y absolutamente segura sobre la cual no se cierne ninguna duda. ​ Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado, ni por el Papa ni por decisión conciliar.
Las remiendavirgos

La apariencia de la virginidad hizo que abundase la  inventiva y picaresca para desarrollar toda clase de argucias para simular virginidades o asegurarse unos resultados que no dejasen ninguna sombra de duda sobre la honradez de la doncella. Así, existían  métodos tanto para asegurar el sangrado de la mujer como para restituir el himen de la doncella, que se citan por ejemplo en La Celestina  nombre con el que se ha popularizado la Tragicomedia de Calisto y Melibea, atribuida a Fernando de Rojas, y que se remonta a finales del siglo XV, y en el que al referirse a la alcahueta (3) Celestina dice:
"Esto de los virgos, unos hacía de vejiga y otros curaba a punto. Tenía en un tabladillo, en una cajuela pintada, unas agujas delgadas de pellejeros, e hilos de seda encerados y colgadas allí raíces de hojaplasma y fuste sanguino, cebolla albarrana y cepacaballo". 
De aquí se deduce con claridad que el personaje de la Celestina era una alcahueta empleaba dos técnicas distintas: una era la introducción en la vagina de una pequeña vejiga con sangre que se rompía en el coito, simulando la desfloración; y otra el recosido del virgo con agujas de pellejero e hilos propios de cirujanos. Además tenía reserva de plantas medicinales para restañar la sangre en caso de hemorragia. 
(3) Alcahueta : personaje de pocos escrúpulos morales y que se vale de lo ilícito, si es necesario, para alcanzar sus objetivos y beneficiarse.  , y interviene y facilita el que dos personas se conozcan y de ahí nazca una relación o encuentro amoroso o sexual. 
Aunque la literatura siempre nos ha transmitido una imagen negativa de estas "remiendavirgos" tuvieron una gran importancia social, especialmente en ambientes plebeyos y pobres, donde las múltiples habilidades y conocimientos de estas mujeres fueron de gran utilidad para la mayor parte de la población, especialmente para las mujeres, entre otras aquellas que necesitaban restituir su virtud, perdida en algún momento de pasión juvenil. Aunque en esta España de la picaresca no faltó quién vendía y remendaba varias veces la virginidad de la misma moza o prostituta, como una fuente de ganar dinero. 

Las "remiendavirgos"encargadas de «devolver» la virginidad a las doncellas reconstruyendo sus hímenes entre otras artes, eran tan hábiles en este oficio, que no sólo eran capaces de engañar a ingenuos suegros y maridos, sino incluso a los más expertos en artes amatorias, aplicando técnicas de todo tipo como restaurar hímenes desaparecidos, zurciendo con pequeñísimas agujas, finos pellejos de vejiga a los restos de la membrana desgarrada, y si el himen ya había desaparecido por completo,  sustituyéndolo por pequeñas y finas hojas, colocadas y sujetas hábilmente

Trótula de Salerno 

Otros métodos se basaban en la aplicación de ciertos cataplasmas que introducidos en el interior de la vagina simulaban una especie de membrana. Uno de los más famosos fue el elaborado por una de las primeras mujeres ginecólogas de la historia, Trótula de Salerno, que en su compendio sobre medicina de la mujer, el famoso "Passionibus Mulierum", ofrecía una extraña fórmula para estrechar la vulva y simular la virginidad: 
"Toma sangre de serpiente, tierra de Armenia, corteza de granada, clara de huevo, masilla y agallas - una onza de cada cosa o tanto como se quiera. Redúcelo a polvo y hiérvelo todo junto en agua calentada. Introduce en la vagina una parte de esta combinación. O bien toma agallas, zumaque, llantén, brionia, alumbre y aceitunas enanas; cuécelo en agua de lluvia y con este cocimiento aplica fomentos a las partes privadas". 
Asimismo en un recetario medieval ofrecía una de las recetas más extrañas que se usaban en la Edad Media para que una mujer mediante un engaño pudiera restablecer aparentemente su virginidad perdida, utilizando pociones hechas con clara de huevo, flores y diversas hierbas:
Tomar las claras de los huevos y mezclarlas con agua en la que se hayan cocido hierbas calientes.
Con un paño de lino nuevo mojado, colocarlo en la vagina tres veces al día.
Tomar la corteza recién crecida de una encina y disolverla con agua de lluvia. Con un paño de lino, colóquelo dentro de la vagina.
Toma natrón en polvo y colócalo dentro de la vagina.
Luego, que coloque sanguijuelas en la vagina para que salga sangre, y así el hombre será engañado por la efusión de sangre.

También habían técnicas para simular la pérdida de sangre . En aquellas uniones de mayor importancia, donde se realizaba in situ la famosa prueba del pañuelo, lo más sencillo era contar con la complicidad de la comadrona. El truco más sencillo, que ella misma, al explorar la vagina, rasgase con sus uñas la pared vaginal de la doncella hasta hacerla sangrar. Otros métodos introducir una pequeña sanguijuela en el interior de la vagina de la mujer, o colocar en el fondo de la vagina, vísceras de animales mezcladas con sangre, como vejigas de pescados rellenas de sangre. 


La crema de la condesa 

Uno de los remedios más famosos fue el llamado "crema de la condesa", un remedio recogido en la "Farmacopea Matritense" (1823), que se elaboraba con base de agallas de encina o roble y otras plantas astringentes que se usaban "para constringir los orificios muy dilatados". El famoso médico Andrés Laguna decía de esta crema: “aprieta y cierra las partes bajas que, sentándose sobre el preparado, se pueden vender mil veces por vírgenes las que desean más parecer que ser doncellas”. 
Sobre el curioso nombre de esta leyenda se cuenta que una joven criada vivía con una condesa ya entrada en años. La criada preocupada porque ya había perdido su virginidad y quería casarse fue a visitar a la curandera del pueblo. La anciana celestina le recetó que se preparase un baño con esta receta y que esperase hasta que el remedio hiciese efecto. La joven criada preparó el baño y cuando ya tenía todo listo entró la condesa en la habitación, quién creyendo que la criada le había preparado el baño para ella, se sumergió en la bañera. Cuenta la leyenda que el marido de la condesa fue el máximo beneficiario de esta confusión, ya que esa noche comprobó lo milagroso, y placentero, de esta receta. 
Himenoplastia 

Cirugía reconstructiva del himen

Mientras en los años 70 se oía aquello de: "La virginidad es una enfermedad ¡Vacúnate!", hoy en día se oferta cirugía reconstructiva del himen, solicitada generalmente por mujeres que desean recuperar el estado original del himen por motivos culturales o religiosos. Se trata de la himenoplastia , un procedimiento quirúrgico bastante sencillo, de una hora de duración aproximadamente, que consiste en la reconstrucción del himen mediante finas suturas. 

Himen artificial

El himen artificial

Además de la cirugía vaginal para la reconstrucción del himen, existe el himen artificial, un tipo de prótesis creada para simular un himen intacto, un parche fabricado en celulosa auto-absorbible que está relleno en el núcleo con un polvo especial de color idéntico a la sangre humana. Este himen artificial es introducido a la profundidad del dedo en la vagina aproximadamente 30 minutos antes de la relación sexual y durante la relación sexual, los componentes se rompen y disuelven completamente, mezclándose con el fluido vaginal y emergiendo después como el esperado trazo de sangre en el momento y la cantidad adecuada.


El origen de virguería 
El término ‘virguería’ suele utilizarse coloquialmente a menudo para destacar aquellos trabajos o cosas que se han hecho de una manera eficaz, con gran habilidad y destreza y cuyo excelente resultado roza la perfección.

El origen del término procede de la época en el que la virginidad en una mujer era un bien muy preciado e imprescindible a la hora de entregarla en matrimonio, cosa que algunas veces no ocurría , lo que propició que surgieran una serie de profesionales llamados "remiendavirgos" que se dedicaban a recomponer el himen con el fin de que la joven se presentase aparentemente pura y casta ante el esposo. Como es de suponer, ese trabajo de reconstrucción del himen solía realizarse de una manera delicada y fina, motivo por el que esa ‘virguería’ (reconstrucción de la virginidad) pasó a ser sinónimo de todo aquello que se hace de una manera delicada, exquisita, con refinamiento y hábilmente.
Fuentes: El libro de la vagina - Nina Brochmann - Editorial Grijalbo / ./ https://lasexopedia.com/ http://historsex.blogspot.com/ Vuelve el listo que todo lo sabe -Alfred López - Ediciones Léeme Libros/ https://www.scielo.sa.cr

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