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3 de octubre de 2020

RETRATOS ROMANOS

LA HISTORIA DE ROMA 

Luperca es el nombre de la loba que según la mitología romana amamantó a Rómulo y Remo, fundadores de Roma, cuando el rey Amulio mandó que se les matara. Actualmente la estatua dedicada a ella, llamada la loba capitolina ,  se conserva los Museos Capitolinos. La cronología de la figura de la loba ha sido muy discutida; según la tradición, la escultura de la loba sería etrusca, aunque se estima que data de la Edad Media, mientras que las estatuas de los niños Rómulo y Remo fueron creadas y añadidas en 1471.
La historia de Roma , fundada  a finales del siglo VII a.c. , tradicionalmente se viene dividiendo en tres grandes períodos: Monarquía, República e Imperio.
La Monarquía. Se extiende desde el siglo VIII a.C. hasta el año 509 a.C.; es la época del surgimiento del Estado romano y la creación de un nuevo sistema político.

La República. Desde el año 509 a.C. al año 30 a.C. (muerte de Marco Antonio); época de creación de la unidad itálica y expansión del Estado romano por el Mediterráneo.

El Imperio. Desde el año 30 a.C. al año 476 d.C. (año de la caída de Roma a manos de los bárbaros), y se suele  subdividir en tres etapas: Principado o Alto Imperio ; Crisis del siglo III y Bajo Imperio.
Retratos Etrusco-Griego-Romano

EL RETRATO ROMANO

Aunque la escultura romana tuvo infinidad de representaciones, soportes y funciones, no cabe duda que es el retrato la más sobresaliente, y tiene sus orígenes o influencias en:

a) La tradición etrusca (caracterizada por su realismo) 
 b) La tradición grecohelenística (de carácter más o menos idealista) 
c) Las imagines maiorum o representaciones de difuntos (quizá también por influencia etrusca).  
Las imagines maiorum son  imágenes de los antepasados  realizadas  en cera sobre el rostro del difunto, y sobre estas  mascarillas podían hacerse luego retratos con materiales más sólidos. Los romanos guardaban con gran devoción en el atrio de la casa esas máscaras mortuorias de sus antepasados , que constituían un árbol genealógico que servía para demostrar los origenes nobles de la familia o el parentesco con un antepasado ilustre.
El ius imaginis o derecho a obtener representación de los antepasados era al principio privativo de la aristocracia pero más tarde se extenderá a otros niveles sociales. En todo caso da al representado un fuerte realismo. La primera obra de la que tenemos noticias data del año 300 a.de C.  

DIFERENCIAS ENTRE EL TEATRO GRIEGO Y EL ROMANO
El retrato griego es idealizador, psicológico, busca lo interno, es más atemporal y más universal. El artista griego firma sus obras. Los materiales más utilizados suelen ser el bronce y el mármol. Como dato importante es destacar que un griego no hubiera entendido nunca la representación de solamente la cabeza del individuo, para ellos el cuerpo es uno y eso hubiese supuesto una mutilación. El retrato romano es tremendamente realista, se fija en lo externo (plasmación perfecta de rasgos físicos como arrugas o verrugas...), tiene un carácter más privado y popular. Los escultores no firman sus obras (a no ser los de origen griego). Los romanos utilizan el cuerpo como pedestal, les interesa, sobre todo, la cabeza y a veces no dudan en colocar la cabeza de un viejo en el cuerpo de un joven y fornido atleta. Al comienzo, la escultura romana de retrato sólo representaba la cabeza y parte del cuello,  posteriormente incluye la representación de todo el busto, incluyendo hombros y pecho, aunque también se esculpieron esculturas de cuerpo entero, en las que el personaje podía estar  de pie o sentado ( más frecuente  en mujeres que en hombres)

Retrato toracato del emperador Augusto

La escultura romana del retrato nació para el emperador y luego se adaptó a otro tipo de personajes pudientes que pudieron costearse el trabajo de los artistas. De ahí que sea importante conocer los tipos de retratos que se hicieron a los emperadores porque luego, en menor o mayor medida se adaptaron al resto, y que comprendían:

Retrato togatos: Representación religiosa con toga y manto sobre la cabeza.
Retrato toracatos : Representación militar, con coraza.
Retrato apoteósico : Representación divinizada divinizada de cuerpo desnudo, corona de laurel y atributos de un dios.


LA EVOLUCIÓN DEL RETRATO

El retrato romano, realizado mayoritariamente en  bronce y el mármol, evolucionó durante distintas etapas, que  se distingue en detalles, como los ojos, y la forma de representar barba y cabello. En el retrato romano femenino, además, quedan patentes las modas en los peinados.

El retrato romano en la República

En los retratos de época republicana la escultura romana tiene gran realismo, con los rasgos faciales muy acentuados, que recuerdan todavía a las máscaras maiorum.

El retrato es de busto corto, mostrando sólo cabeza y cuello. Los hombres llevan pelo corto.

El retrato romano en la época de Augusto

La escultura romana de esta época se idealiza. Los rasgos acusados se disimulan.

El pelo sigue siendo corto, aunque se alarga con respecto al de la República, con mechones suaves y ondulados que se van ajustando a la forma de la cabeza.

En los retratos femeninos, se muestra un peinado con el pelo recogido hacia atrás y una especie de tupé (el nodus) sobre la frente.

Escultura de los retratos durante la época de los Flavios. Siglo I

Este periodo constituye un momento de esplendor en la escultura romana. En el retrato se tiene a un realismo donde se recogen los rasgos propios del representado pero sin acusarlos.

El busto se alarga hasta recoger hombros y pectorales. El peinado se abulta y los rizos se hacen más amplios, acentuándose los claroscuros.

En el retrato femenino, Julia, hija de Tito, va a impuso peinados altos muy llamativos.

Escultura romana y el retrato de los siglos II y III



La escultura romana de los siglo II y III tienden a un creciente barroquismo. El pelo se esculpe más largo y separado de la cabeza, con rizos muy abultados y barba, por lo que se expresa un gran dinamismo.

Desde tiempos del emperador Adriano, se empiezan a tallar los ojos.

En la escultura femenina, Faustina aparece peinada con raya al medio en el que el pelo cae formando ondas muy suaves y se recoge en la nuca o sobre la cabeza formando un moño.

El retrato romano en el siglo IV

En este periodo avanzado del arte romano, marcado por la presencia del cristianismo, los retratos se deshumanizan. Se pierde la preocupación por hacer retratos que se acerquen a la naturaleza real hombre, y se tiende a una esquematización que aleja al emperador de la sociedad. Por tanto, su escultura se puede considerar "anti-clásica". Las facciones son desproporcionadas y con una talla muy dura.

Tal evolución se aprecia perfectamente en las abundantes representaciones de Constantino. Este retrato tardorromano anticipa el noble hieratismo de la escultura bizantina.


 Augusto /Maximino el Tracio. 

LOS RETARATOS ACTUALIZADOS

Daniel Voshart

Hasta ahora solo había dos formas de aproximarse al aspecto físico de césares y emperadores romanos: recurrir a las descripciones que dejaron por escrito los cronistas de la época o imaginarse las tonalidades perdidas del mármol donde se esculpieron sus rostros, limitaciones que se han superado mediante una alternativa revolucionaria a partir del uso de la inteligencia artificial , propuesta llevada a cabo por el diseñador gráfico canadiense  Daniel Voshart

Nerón

Valiéndose de una red neuronal —modelo informático que imita el comportamiento del cerebro animal para aprender a través de la experiencia— llamada Artbreeder, Voshart analizó más de 800 bustos hasta conseguir reconstruir con precisión los rasgos faciales, el cabello y la piel de 54 emperadores del Principado, período comprendido entre el 27 a.C. y el 235 d.C; y la anarquía militar, los turbulentos años siguientes en los que sólo un gobernante murió de causa natural. Cruzó estos modelos con los detalles extraídos de monedas, obras artísticas y textos históricos.

El resultado puede observarse recreaciones hiperrealistas en color de algunas de las personalidades políticas más conocidas de la historia: desde Augusto, el primer emperador romano, hasta Numeriano, que reinó junto a su hermano Carino hasta su muerte, en el 284 d.C; pasando por los míticos Trajano y Adriano, de origen hispánico, entre otros. Incluso hay lugar para la emperatriz consorte Ulpia Severina, la única mujer que gobernó por derecho propio el Imperio romano.




Salvador Ruano

Por su parte el escultor español Salvador Ruano , autor del proyecto Césares de Roma , con objeto de mostrar  personajes de la historia romana clásica desde un punto de vista más humano, real y moderno, realiza unas sorprendentes esculturas hiperrealistas en silicona que recrean los rostros de los gobernantes y emperadores romanos que murieron hace más de dos mil años, realizando para ello un estudio exhaustivo de las esculturas y relieves, numismática, y fuentes literarias clásicas que han llegado hasta nuestros días.

Julio César


César Augusto

Nerón


 



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