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9 de mayo de 2021

RITUALES DE SANGRE, PECADOS Y CULPAS


RITOS Y  SACRIFICIOS DE SANGRE

Un rito, religioso o laico, es un acto de carácter ceremonial que ha de llevarse a cabo en lugares sacralizados y de acuerdo a unas normas estrictas determinadas por la tradición o por una autoridad, con la habitual presencia de un oficiante-mediador, chamán, sacerdote, artista… Los ritos celebran la esencia del relato y del pensamiento mítico ancestral, de ahí su profundo carácter simbólico.

Con sus extrañas reminiscencias que se pierden en el acervo de la cultura, los ritos han sido el medio individual o colectivo de comunión con fuerzas superiores. Hemos creado, mantenido, reelaborado, mitos y ritos para todos los gustos y según nuestras necesidades: fundacionales, conmemorativos, de consagración o legitimación en el poder; exorcizantes, de purificación y expiación; ritos de iniciación, relativos a las estaciones y a los ciclos naturales; de transición hacia otros estadios generacionales o espirituales; oraculares, funerarios..., siendo habitual que los ritos conlleven formas de sacrificio, que conlleva de algún modo una oblación u “ofrenda a una deidad en señal de homenaje o expiación.

En sociedades civilizadas y de carácter civilizador, el rito alcanza un sentido abstracto quedando en manifestaciones espirituales con el tiempo excesivamente neutras como las que hoy hallamos en nuestros cultos y modos occidentales2 . Sin embargo en sociedades primitivas o no primitivas pero en determinados aspectos aún muy vinculadas a profundos sentimientos atávicos, la ofrenda que se hace a Dios o a una divinidad fue y sigue siendo material (como la ofrenda de alimentos) y por supuesto física, carnal. En la Antigüedad los sacrificios cruentos implicaban holocaustos( 1) y hecatombes (2) de víctimas propiciatorias, animales o seres humanos ,  ritos y sacrificios llamados de sangre, que suponen una ofrenda a Dios y  la expiación (3) de  las culpas y pecados cometidos.
(1) Holocausto: en el ámbito religioso, el sacrificio de animales, cuyo cuerpo es completamente consumido por el fuego como ofrenda a las divinidades.

2) Hecatombe: En la Antigua Grecia, tras la llegada del solsticio de verano ( entre finales de junio y principios de julio) se realizaba unas fastuosas ceremonias en honor de Apolo y Atenea, dos de las principales deidades de la mitología griega. Dentro de los múltiples homenajes que se les hacía sobresalía un ritual conocido como ‘hekatómbē’ y en el que se llevaba a cabo el sacrificio de un centenar de bueyes, como forma de expiación de todos los males, culpas y desdichas que se había estado padeciendo a lo largo del año, tanto a nivel colectivo como individual, algo muy similar a lo realizado por el pueblo judío con la tradición del chivo expiatorio

3) Expiación : es la eliminación de la culpa o un pecado a través de un tercero. El sujeto culpable queda absuelto de cualquier pena por medio de un objeto, animal  u otra persona, que es quien carga con la culpa ajena.
Ejemplos de atribución a otros de culpas y pecados de los que  son inocentes, se encuentrsn en el rito funerario realizado por los comedores de pecados, y en las expresiones chivo expiatorio  cabeza de turco y pagar el pato.
LOS COMEDORES DE PECADOS

Una tradición celebrada desde antiguo en la historia de la humanidad son los banquetes funerarios, diferentes según las distintas religiones y culturas, como parte del entierro y sus ceremonias. En el cristianismo es tradicional que numerosas personas, generalmente familiares o persona próximas, realicen esa comida en memoria del difunto que suele celebrarse  antes de la salida del ataúd y el cortejo fúnebre hacia el camposanto. 

Una comida funeraria singular era la realizada por los llamados "comedores de pecados" en un ritual y costumbre practicada  en el siglo XVIII y principios del XIX en partes de Inglaterra , Gales y Escocia,  que tenían un papel muy singular dentro de algunos segmentos del cristianismo. 

Los comedores de pecados eran personas contratadas  cuya misión ceremonial era la de encargarse de comer  simbólicamente pecados que había cometido el difunto, pecados que no habían sido perdonados antes de la muerte, que en general ocurría en situaciones en las que el difunto moría inesperadamente y no había podido ponerse en paz con Dios y alcanzar así la salvación de su alma.

Cuando un hombre o mujer fallecía, en ocasiones  los familiares  llamaban  a un comedor de pecados para que acudiera al lecho de muerte,  lo hacían sentar en una silla o taburete y por encima  del cadáver le pasaban algo de comida y bebida, normalmente pan o queso y cerveza o leche, a veces dejándola en el  pecho del difunto unos instantes, para que el comedor la consumiera , tras lo cual todos los pecados del difunto pasaban a ser del comedor,  que  cargaba con  la culpa ajena . Tras su ceremonia, los comedores de pecados recibían una pequeña compensación económica por su particular servicio a la comunidad. 

Estos personajes pertenecían a un estrato social muy bajo, a menudo  pobres y vagabundos, dispuestos incluso a sacrificar la salvación de su alma por poder obtener dinero y comida, soliendo vivir separados del resto de la población, recluidos en lugares apartados y eludiendo el contacto con otras personas.  El hecho de que una persona estuviera dispuesta a vender su salvación por tan poco dinero estaba muy mal visto a ojos de la sociedad, y condenado por la Iglesia, y pronto esa ceremonia se asoció con la magia oscura y las supersticiones, y sus practicantes como  personas con inclinaciones diabólicas y en relación con la brujería, llegándose, en ocasiones , a quemar el plato de madera del que había comido. Lo poco cobrado unido al estigma socia al que estaban sometidos no hizo más que mantener su pobreza y verse condenados a un permanente rechazo y  soledad. 

Irónicamente, a pesar de la popularidad de los comedores de pecados y su función en la salvación del alma de otros, éstos fueron gradualmente excluidos de la sociedad y  a menudo repudiados por la sociedad, y no era infrecuente que, después de llevar a cabo el ritual de asimilar los pecados ajenos, al salir de la casa del difunto, fueran insultados e incluso se les arrojasen palos, trozos de carbón o cualquier otro elementos por parte de sus empleadores. 

Esta costumbre se mantuvo con pocas modificaciones hasta principios del siglo XX, especialmente en el ámbito rural. La práctica, sin embargo, desembocó en una versión más dulcificada en el siglo XIX, en relación con la importancia del luto de este siglo. En algunas zonas de Holanda e Inglaterra las mujeres de la familia cocinaban unas galletas, conocidas como galletas de muerto, que comían los familiares alrededor de la cama en la que yacía en cuerpo. Estas galletas podían llevar incisas las iniciales del difunto o aludir al finado en el envoltorio. Parece seguro que esta costumbre deriva directamente de los comepecados del ámbito rural de épocas anteriores. Aún en la actualidad en algunas zonas de Inglaterra se siguen comiendo estos dulces de difunto.

EL CHIVO EXPIATORIO

La práctica del sacrificio de animales ha estado y está presente en diversas culturas, y ha servido históricamente como un ritual para ganar o mantener una conexión con la divinidad mediante la renuncia a algo valioso, con la finalidad de obtener protección o implorar favor.

Los antiguos judíos celebraban una práctica ritual conocida como el día de Expiación (Yom Kippur) donde el sumo Sacerdote ofrendaba dos machos cabríos, imponiendo sus manos sobre la cabeza de las ofrendas con el objetivo de quitar el pecado; después los sorteaba con una moneda, uno destinado a ser sacrificado y  otro   a ser ofrecido vivo ante el Señor para expiar los pecados anuales del pueblo de Israel

Tras el sacrificio del primer macho cabrío,  el sumo sacerdote pondría sus manos sobre el segundo , al que se le permitiría vivir, y trasladaría  los pecados del pueblo colocándolos sobre la cabeza del macho cabrío (chivo) , que a partir de ese momento cargaría con  la culpa de todas las trasgresiones del pueblo y sería dejado en libertad como expiación  en el desierto en calidad de emisario  y portador de los pecados cometidos. Cuando el animal moría, moría el pecado que representaba simbólicamente.
Así, uno de los machos cabríos era sacrificado en expiación por el pecado del pueblo de Israel, mientras que el otro macho cabrío era llevado y liberado en el desierto . La ofrenda por el pecado proveía perdón, mientras que el otro macho cabrío proveía la remisión del pecado.
Este ritual se encuentra  descrito en el Levítico 16:8-10 (1) de los textos sagrados de la Biblia y el Torah, en el cual Dios instruyó a Moisés la manera de utilizar dos machos cabríos como ofrendas en un ritual de expiación; uno para Dios y el otro para Azazel . 
Lev 16:8 Luego echará suertes sobre los dos machos cabríos, una para Yahveh, y otra para Azazel.

Lev 16:9 Presentará el macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte «para Yahveh» ofreciéndolo como sacrificio por el pecado.

Lev 16:10 El macho cabrío sobre el cual haya caído la suerte «para Azazel», lo colocará vivo delante de Yahveh para hacer sobre él la expiación y echarlo al desierto, para Azazel.
Existe mucha controversia sobre el término Azazel aparecido en las escrituras, Levíticos 16:8-10, ya que no hay acuerdo sobre si el mismo es el nombre que se le daba al macho cabrío ofrendado, si representa la entrega del mismo a un ángel caído, parecido a una cabra, para quien la ofrenda estaba destinada (o incluso al mismo Satán) o simplemente designaba un espacio específico del desierto , asociado a un lugar en el que vivían seres malignos como los demonios o pecadores desterrados, a menudo asociado con un acantilado montañoso desde el cual el macho cabrío expiatorio era arrojado y muerto. 


La palabra chivo expiatorio fue acuñada por primera vez por el erudito protestante inglés William Tyndale en su traducción al inglés de 1530 de la Biblia. Tyndale, que estaba descifrando las descripciones hebreas de los rituales del Yom Kippur del Libro de Levítico. Al parecer, Tyndale acuñó la palabra chivo expiatorio para describir a la criatura portadora del pecado, interpretando la palabra hebrea Azazel como ez ozel . ( En realidad  la palabra hebrea tiene su origen en  dos palabras de raíz: aze, que significa cabra, y azel, que significa que desaparece). 

Por extensión, la expresión ser el chivo expiatorio adquirió entre los judíos el valor de hacer caer una culpa colectiva sobre alguien en particular, aun cuando no siempre éste hubiera sido el responsable de tal falta.

A lo largo de los siglos, la palabra chivo expiatorio se desasoció de su significado bíblico, y finalmente se utilizó como una metáfora para describir a una persona o grupo de personas a quienes se quiere hacer culpables de algo con independencia de su inocencia, sirviendo así de excusa a los fines del inculpador. De manera más específica, este apelativo se emplea para calificar a aquellos sobre quienes se aplica injustamente una acusación o condena para impedir que los auténticos responsables sean juzgados o para satisfacer la necesidad de condena ante la falta de culpables. 

LA CABEZA DE TURCO
  

Cabeza de turco es una expresión similar a chivo expiatorio, y se utiliza para definir a una persona a quien se achacan falsamente todas las culpas de otros para eximirlos de las mismas. Esta expresión surge en las Cruzadas, siglos XI a XIII, cuando los cristianos luchaban contra los musulmanes por el dominio de Tierra Santa. En esas luchas el cruzado que mataba un musulmán le cortaba la cabeza y la exhibía como trofeo exponiéndolas en sitios públicos, murallas o clavadas en una lanza. El musulmán podía ser árabe, persa, egipcio…, pero para el cruzado era turco, y el turco era culpable de todos los males del mundo, incluidos catástrofes naturales,  tempestades y guerras, y de ahí la expresión cabeza de turco y su sentido posterior actual. Actualmente, lo  políticamente correcto aconseja utilizar chivo expiatorio en lugar de cabeza de turco. 

PAGAR EL PATO

Las relaciones entre judíos y cristianos en la Edad Media se vieron marcadas por el concepto de “alteridad”, consistente en la consideración de que la minoría hebrea era un elemento diferente al del resto de la sociedad, mayoritariamente cristiana. Desde la teoría del “otro”, el contacto entre las dos religiones - cristiana y judía-, hizo que el cristianismo proyectara todos los elementos negativos de la religiosidad: asesinatos rituales, sacrilegios, etc., hacia el judaísmo, atribuyéndoles a los fieles de esta religión culpas y pecados que ellos no habían cometido ,  librando al cristiano de las notas y aspectos más nefastos de su propia religión. 

La argumentación antijudía, que tenía la sociedad medieval cristiana de los judíos, manifestaba un argumentación antijudía, que se debía a varias causas. Desde el punto de vista religioso los hebreos eran vistos como “deicidas”, los asesinos de Jesucristo, que era el verdadero Mesías para los cristianos, y desde el punto de vista económico eran vistos como usureros. Por otra parte, esta argumentación estuvo basada en los diferentes estereotipos que se fueron creando en la mentalidad medieval a lo largo del tiempo, como los de inferioridad, terquedad, o ceguedad. También las diferencias físicas -como su aspecto ingrato o la forma de la nariz sirvieron para completar un imaginario negativo del judío, pero realmente sus rasgos físicos no diferían del resto de las sociedades con las que coexistían. Para la Iglesia, la argumentación antijudía pasaba por la negación de la doctrina judía pues era considerada errónea y se acercaba a la herejía. En este doble juego de la Iglesia, la tolerancia hacia la comunidad hebrea era hasta punto consentida porque perseguía la conversión a la fe cristiana ( Consciente o inconscientemente toda la política española estaba encaminada a un solo fin: absorber o asimilar a los judíos en la sociedad cristiana, es decir, a convertirlos o expulsarlos del país).

Las acusaciones sobre los judíos también fueron en cierto modo de carácter supersticioso, como la práctica de crímenes rituales  ( libelos de sangre o calumnias de la sangre) ,especialmente cometidos sobre niños,  la profanación de las formas consagradas, o la acusación de envenenamiento de las aguas.

Sobre el delito de deicidio, a comienzos del siglo XIV en Segovia, los judíos pagaban como tributo a sus señores la cantidad de 30 dineros de oro por cabeza, cantidad que simbolizaba los 30 dineros que dieron a Judas por Jesucristo.
Sobre la ceguedad era porque si Cristo se presentó como Dios primero a los judíos, ¿Cómo éstos no lo aceptaron como tal? .La respuesta de los teólogos era de que no le reconocieron y por eso en parte los judíos son representados como si estuviesen privados de la vista.

Sobre la acusación de envenenamiento de las aguas de los pozos durante la epidemia de la Peste Negra, no se llegó a producir en la Corona de Castilla.

Sobre los  libelos de sangre o calumnias de la sangre , se trata de  escritos en los que  se calumniaba o denigraba a personas, ideas o instituciones, afirmando que los judíos cometían crímenes empleando sangre humana durante sus rituales religiosos, práctica calumniosa que tiene su origen en la Europa bajomedieval.​ ​ Por regla general, los libelos de sangre culpabilizaban a los judíos de realizar una recreación de la muerte de Cristo sacrificando a niños cristianos durante la Pascua judía, por considerar que su sangre era especialmente apreciada para sus rituales. Según esa falsa acusación,  el ritual del sacrificio comprendía el secuestro de niños cristianos, su tortura y asesinato, con el que terminaba el ritual, aunque con el tiempo se añadió la recogida de sangre de la víctima para propósitos místicos. 
Pagar el pacto era una frase que los cristianos usaban para insultar y ofender a los judíos, que consideraban que eran el pueblo elegido por Dios y que tenían un pacto con Él sobre el que basaban su fe,  haciendo mofa de esa proclamación de fe y del "pacto divino"También era objeto de burla, la Tora (1)que se identificada con la hembra del toro, diciendo de los judíos de los judíos que lo que adoraban en sus templos era una tora, una vaca.
(1) Torá : es el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío; es llamada Pentateuco en el cristianismo y constituye la base y el fundamente del judaísmo

Hay diferentes teorías sobre la forma concreta de este pago, ya que podría tratarse de unos impuestos especiales que solo los judíos abonaban , o bien  que este pago no era real y solo se manifestaba como  forma de amenazas con daños físicos o a sus propiedades. 

Lo cierto es que los judíos se encontraban sometidos a gran número de impuestos que los gravaban por el simple hecho de pertenecer a esa religión o en ocasión de su nacimiento y que soportaban a cambio de no ser perseguidos o expulsados de España.

Como los vocablos Torá y Pacto, usados por los judíos españoles, el primero por la Ley y el segundo por el concierto de Dios, por los cuales los españoles les levantaban (les acusaban a los judíos) que tenían una Tora o becerra pintada en su sinagoga, que adoraban; y del Pacto, sacaron por refrán "Aquí pagaréis el pato».
Biblia Castellana- Casiodoro Reina (Basilea, 1569)
A lo largo el tiempo la palabra pacto , por deformación del leguaje acabó derivando en pato, perdiendo todo su sentido religioso, utilizándose pagar el pato como una expresión coloquial , que define la atribución a alguien de manera injusta la responsabilidad de algo que no ha hecho, cargándole con las consecuencias negativas de ello. 

Fuentes: https://www.antrophistoria.com/ El porqué de los dichos-José María Iribarren - Gobierno de Navarra/Departamento de Educacion y Cultura

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