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11 de septiembre de 2017

EL PELIGRO AMARILLO Y EL MALVADO FU-MANCHÚ ( 1 de 3)


El peligro amarillo

A mediados del siglo XIX, se produjo un éxodo masivo procedente de China que se asentó en la costa oeste de los EEUU ,  debido en gran medida a un rumor muy extendido que hablaba sobre la "montaña de oro" de California, aludiendo al descubrimiento de un gran número de minas de oro que se dio en 1849 en aquel territorio,motivo al que habría que sumarle  las grandes  hambrunas que sufrían provincias chinas como la de Guangdong. Ello explica que un porcentaje considerable de la población china se embarcara hacia el continente americano albergando la esperanza de cosechar una considerable fortuna para volver años después a su país de origen.

La realidad que encontraron en tierras americanas fue muy distinta a la que esperaban: lejos de enriquecerse, se toparon ante una tesitura desfavorable que les empujó a renunciar a sus pretensiones y les obligó a luchar por la supervivencia. Se vieron forzados a trabajar en las minas y en la construcción de la líneas de ferrocarril en unas deplorables condiciones laborales, a cambio de un salario irrisorio. A causa del bajo coste de la mano de obra china, la contratación de ésta se fue imponiendo a la del hombre blanco, que comenzó a percibir a los asiáticos como un fuerte competidor económico que reducía perniciosamente la oferta de trabajo. Factores como éste, junto con la frágil situación económica del momento, y cierta insatisfacción social, acrecentaron un sentimiento xenófobo antichino cargado de violencia .

Las alternativas de los obreros chinos ante una situación tan hostil no fueron muchas: unos regresarían de manera permanente a China; los que no disponían de medios necesarios, o a los que la vergüenza les impedía llevar a cabo su vuelta, se verían forzados a huir hacia los Chinatown localizados en la costa. Este tipo de guetos ofrecían a los chinos una manutención y una protección de la que carecían fuera de ellos, pero  el guarecerse en una comunidad totalmente aislada de la sociedad, y de las normas que la rigen, supuso la consolidación de la exclusión del grupo étnico, lo cual terminó por imposibilitar la interacción y el intercambio entre culturas, impidiendo así que el grupo minoritario tuviese opciones de asimilar la cultura predominante.


La coyuntura social en la que se encontraba la comunidad china fue empleada en su contra, acusándolos de inadaptados y culpándolos de su propia marginación, a lo que se añadió como elemento difamador, hecho que se atribuía a un salvajismo y depravación en el individuo de ascendencia china y por extensión a los asiáticos, la existencia , controlados por las mafias chinas y locales, de gran gran cantidad de fumaderos de opio, casas de juego y prostíbulos , estos últimos derivados de una población casi exclusivamente masculina, ya que en general las mujeres chinas no los acompañaron debido a su estatus dentro de la sociedad china. Según el censo de 1870, el 61% de las 3536 mujeres chinas que vivían en California trabajaban en la prostitución forzada. Muchas eran de familias muy pobres quienes las vendían, engañadas con la promesa de un matrimonio en Estados Unidos, y que al bajar de los barcos, eran vendidas en subastas al aire libre en los muelles de San Francisco, a plena vista de la policía, viviendo como esclavas en pequeños cuartitos.

Esta conducta discriminatoria fundada en estereotipos negativos que el americano proyectaba hacia el chino y el resto de etnias asiáticas -entre las que no encontraba diferencia alguna- durante todo el periodo de la fiebre del oro, generó un fuerte racismo que situaba al oriental en un plano inferior en relación al hombre blanco este racismo infundado situaba a los chinos en el punto de mira de la sociedad, que imponía a éstos el papel de chivo expiatorio, acusándoles de ser los responsables de todos los males y carencias sociales, y a los que los americanos bautizaron como el peligro amarillo.

Todos estos estereotipos propagados por el periodismo sensacionalista tuvieron su reflejo en la literatura popular americana de la época, publicándose durante la década de 1880 las primeras novelas que representaban a los chinos como nuevos hunos o ejército de Gengis Kan que bajo el mando de villanos “amarillos” hasta invadían a los Estados Unidos.

A esa mala imagen se añadió además la transmitida por las potencias occidentales a raíz de las guerras del opio y de la rebelión de los boxers, cuyos motivos y consecuencias para el pueblo chino se encargó de ocultar y falsear la propaganda colonialista. Basada en la históricas rebelión de los bóxers , y dando una visión occidental falsa de la misma,Hollywood rodó la película 55 días en Pekin protagonizada entre otros por Charlton Heston , Ava Gardner y David Niven .Tan falsa como la historia era la localización, rodándose la película en las Rozas de Madrid, con decorados del Pekín imperial construidos con la ayuda de artistas falleros y rebeldes bóxers reclutados en las lavanderías y los restaurantes chinos de toda Europa.
 Arthur Sarsfield Ward

El origen de Fu-Manchú

Si bien el escritor M.P.Shiel (1865-1947) escribió una novela titulada The Yellow Danger (El peligro amarillo) en 1898, en la que un médico de ascendencia chino-japonesa que al llegar a Inglaterra con la intención de estudiar medicina es rechazado por la joven y hermosa Ada Stewart en sus intenciones románticas, y despechado decide destruir al hombre blanco y conquistar el mundo, el más popular e importante de los personajes ficticios representativos del peligro amarillo se debe a Arthur Sarsfield Ward (1883 ¬1959) que bajo el seudónimo de Sax Rohmer creó a un villano de rostro alargado, amarillento y de gesto cruel, vestido con anacrónicos ropajes de mandarín, representando el tópico más temible de lo oriental y al que llamó Fu-Manchú, y que protagoniza una serie detectivesca de 13 historias cortas de espionaje y de misterio escritas por Rhomer entre 1913 y 1959 , deudora del folletín de aventuras del siglo XIX, donde las trampas, la acción y los escapes imposibles priman sobre la caracterización, a lo que hay que sumar la atmósfera misteriosa y exótica de la vida extraña en el aparentemente  plácido Londres.
Imagínate una figura clásica de mandarín chino; un hombre de alta estatura; delgado, de miembros recios, felino en sus actitudes y movimientos, con un entrecejo como el de Shakespeare y un rostro de expresión verdaderamente satánica. De su cráneo afeitado pende la coleta tradicional de los hijos del «Imperio Celeste». Sus ojos tienen el fulgor magnético de los ojos de la pantera.
El demonio amarillo, capítulo II -Sax Rohmer
Un octópodo mantiene a Inglaterra sojuzgada, un octópodo amarillo cuya cabeza es el Dr. Fu Manchú, cuyos tentáculos eran criminales y matoniles, sus modos de asesinato, secretos y veloces, arrancando la vida de los hombres sin dejar ninguna pista.
The Insidious Dr. Fu-Manchu- Sax Rohmer

Fu Manchú es, sobre todo, una mente criminal brillante. En general desprecia los dispositivos modernos para matar, como las armas de fuego y los explosivos, y en cambio prefiere toda clase de herramientas antiguas, como sables, cuchillos y opiáceos venenos. Fu-Manchú, a diferencia de los villanos occidentales, no encarna el mal en una dimensión individual, pues no es un psicópata al uso, antes al contrario, dispone de un tupido entramado de seguidores :  los Thugee, basados en los Thugs de la India, asesinos a sueldo entrenados  para ese propósito,  religiosamente fieles a sus órdenes y además de expertos en el arte de la muerte ausente, es decir, utilizando arañas, hongos y serpientes, religiosamente fieles a sus órdenes y dispuestos a entregar su vida por éldefiniendo una sociedad secreta china con fines criminales, constituyendo una fantasía inspirada en las tríadas, las confraternidades que desde hace siglos organizan el mundo delictivo chino..

Continuará ...

Fuentes: Árboles muertos y mucha tinta - Especial peligro amarillo -nº 0 marzo 2011 / 2000 maniacos nº 43 invierno 2012 / http://www.tebeosfera.com / 

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