Isabel II
La que sería a Isabel II (Madrid, 10 de octubre de 1830- París, 9 de abril de 1904) , que reinaría en España desde 1833 a 1868, fue hija de Fernando VII , el rey más miserable y traidor que España ha tenido, y María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, la cuarta esposa del rey y además su sobrina carnal. En sus tres anteriores matrimonios el rey no había tenido descendencia, sospechándose que debido a su macrosomía genital.
Isabel II sube al trono cuando todavía no había cumplido los tres años, lo cual se produjo por el fallecimiento del rey en 1833 y no haber tenido hijos varones. Fernando VII promulgó antes de fallecer la Pragmática Sanción, por lo cual se derogaba la Ley Sálica, que impedía a las mujeres acceder al trono, hecho que provocó la sublevación del infante Carlos María Isidro de Borbón, que era hermano de Fernando VII y en consecuencia heredero al trono de España. Como no tenía Isabel II edad para reinar, fue nombrada como Regente su madre, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias que duró desde 1833 a 1840, siendo Isabel II nombrada mayor de edad a los trece años.
Isabel II niña
A los diez años Isabel resultaba atrasada, apenas si sabía leer con rapidez, la forma de su letra era la propia de las mujeres del pueblo, de la aritmética apenas sólo sabía sumar siempre que los sumandos fueran sencillos, su ortografía pésima. Odiaba la lectura, sus únicos entretenimientos eran lo juguetes y los perritos. Por haber estado exclusivamente en manos de los camaristas ignoraba las reglas del buen comer, su comportamiento en la mesa era deplorable, y todas esas características, de algún modo, la acompañaron toda su vida .
Resultaba perezosa, pues nunca le enseñaron a trabajar. No sabia vestirse sola; para su atavío necesitaba a ayuda de cuatro camaristas, y aun así tardaba mas de una hora en estar vestida.
Hasta cumplir los diez años estuvo exclusivamente en manos de azafatas y camaristas, únicas personas con quien mantenía trato. De este ambiente nada selecto y aun netamente ordinario, se resintió toda su vida.
Conde de Romanones
Isabel II y Francisco de Asís
El
primer problema que debe afrontar Isabel II es del matrimonio, que se convierte no sólo en una cuestión de Estado sino en
un problema europeo, pues lo que todos quieren es que no se rompa la
actual situación de alianzas y equilibrios que había en ese
momento en Europa, y todos los países maniobran para que la
nacionalidad del nuevo Rey no perjudicase sus alianzas e intereses.
Tras
complejas negociaciones nacionales e internacionales, el elegido para
marido fue aquel que ella más despreciaba, su primo el infante
Francisco de Asís, ocho años mayor que ella y descendiente también
de Felipe V, el primer Borbón español. Era el candidato más débil
y más manipulable y por eso mismo fue el elegido por el grueso del
partido moderado y por el gobierno francés de Luis Felipe. Hasta
María Cristina de Borbón , madre de Isabel, dudaba de sus
condiciones físicas para marido de una fogosa adolescente: «En
fin, usted lo ha visto, usted lo ha oído. Sus caderas, sus andares,
su vocecita… ¿no es eso un poco intranquilizador, un poco
extraño?» .
La primera reacción de Isabel al conocer al elegido fue precisamente
un lamento de horror: “¡No,
con Paquita, no!”
Francisco
de Asís era un bisexual notorio escorado a maricón y voyeur. "
¡Qué puedo decir, se lamentaba Isabel, de un hombre que en nuestra
noche de bodas llevaba más encajes que yo?".
El pueblo, que es cruel y deslenguado, lo apodó Pasta
Flora y Doña
Paquita.
Creció
Isabel, más a lo ancho que a lo alto, y se convirtió en Isabelona
,una reinona gorda y fofa, castiza y chulapona, hipocondríaca y
fecunda, y una glotona que se zampaba sin medida sus platos
preferidos: el arroz con pollo, el bacalao con tomate y el cocido, y
trasegaba las fuentes de arroz con leche como si fueran aceitunas.
La Católica Majestad, vestida con una bata de ringorrangos, flamencota, herpética, rubiales, encendidos los ojos del sueño, pintados los labios como las boqueras del chocolate, tenía esa expresión, un poco manflota, de las peponas de ocho cuartos
La corte de los milagros-Valle Inclán
El general Serrano
En lo que resultó precoz la reina fue en el sexo, en parte porque había heredado el carácter ardiente y lujurioso de la familia y en parte porque fue corrompida por sus propios tutores. Era muy fogosa y tuvo decenas de amantes. El primer amante oficial fue el general Serrano a quien Isabel II le calificaba “el general bonito”, y producía un auténtico escándalo el que la reina lo persiguiera por todos los cuarteles de Madrid., llegando a tal nivel que el ejército decidió trasladar al general fuera de Madrid.
Isabel II y el futuro Alfonso XII
Oficialmente,
el matrimonio real tuvo nueve hijos, cinco de los cuales llegaron a
la edad adulta, entre ellos el futuro Alfonso XII, nacido en 1857,
que se inscribieron en los registros de la Real Familia como
legítimos. Los historiadores han echado cuentas y al parecer los que
nacían muertos o morían a poco de nacer eran los que engendraba de
su primo y esposo. Los otros los tuvo con distintos amantes.
Francisco de Asís no tuvo ningún reparo en aceptar la paternidad de
los hijos que alumbraba su esposa, a cambio de recibir un millón de
reales por cada uno que presentaba en la Corte como suyos.
A
un bizarro militar, el capitán Enrique Puig Moltó, conocido como "el
pollo real" se le atribuye la paternidad del que sería el rey
Alfonso XII. Cuentan que la reina se sinceró así con su heredero:
“Hijo mío, la única sangre Borbón que corre por tus venas es la
mía”. Alfonso XII pudo ser rey aunque su padre era Enrique Puig
Moltó, y era hijo adulterino, porque la ley española, fiel al
código napoleónico sostenía que , a pesar de las claras
evidencias, todo hijo nacido del matrimonio tiene por padre al
marido, es decir, "oficialmente y a todos los efectos"
Francisco de Asís.
Sor Patrocinio e Isabel II
Dos
influencias predominantes en la vida de Isabel II, fueron su confesor
privado , el padre Antonio
Maria Claret,
un minúsculo y enjuto clérigo atormentado por la permisividad
sexual de los nuevos tiempos, al mismo tiempo que confesaba
regularmente a Isabel II, la gran pecadora, y Sor
Patrocinio "
La monja de las llagas) , una monja histérica y falsaria que había
sido procesada por fingidora de milagros y que aprovechando que la
reina, simplona y entregada era incapaz de negarle un favor, se
convirtieron en una pía agencia de empleo que colocaba a sus
recomendados en los mejores puestos de la administración pública. A
ellos se dedican estos versos populares:
La sor Patrocino y el padre Claret
con la Isabelona y Paquito también
bailan el fandango con mucho placer
¡Vaya cuatro patas para una sartén!
Isabel
II tuvo que hacer frente a la Revolución
de 1868 ,
conocida como La Gloriosa , que la obligó a abandonar España en
tren desde San Sebastián , mientras el populacho, cambiante como una
veleta según el viento que sopla, gritaba de “¡ Abajo la
Isabelona, fondona y golfona!”, " ¡Fuera la Reina ! ¡
"Mueran los Borbones" reconvertido por alguno en ¡ Mueran
los bribones! mientras que los liberales cantaban:
Los reyes que marchan a balazos
pueden volver, quizás,
pero los que se marchan a escobazos
esos no vuelven jamás.
,exiliándose
en Francia , donde recibió el amparo de Napoleón
III y Eugenia
de Montijo;
abdicando el 25 de junio de 1870 en París en favor de su hijo, el
futuro Alfonso
XII.
Los
últimos amantes estables de Isabel le acompañaron en su exilio
parisino. De su brazo salió de España el sobrino del general
Narváez, Carlos Marfori y Calleja, gobernador de Madrid y Ministro de
Ultramar. Hasta 1880 convivió con ella en el palacio Basilewski de
París y en agradecimiento la reina le nombró marqués de Loja. En
los seis años siguientes, hasta 1886, le relevó en la cama el
capitán de artillería José Ramiro de la Puente, marqués de Alta
Villa, y, por último, el húngaro Josef Haltmann, que se metió en
el corazón de Isabel, hasta la muerte de esta, el 9 de abril de
1904. Por fin pudo la reina descansar con las piernas juntas, como
diría un ocurrente ingenio de la corte.
Continuará...
Fuentes: La
historia de España contada para escépticos - Juan Eslava
Galán-Editorial Planeta / Historia de las Reinas de
España. Vol. 2: La Casa de Borbón. Carlos Fisas- Editorial
Planeta /Los borbones en porretas –Joan Villarroya i
Font-Editorial Alhena
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