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4 de noviembre de 2017

EL CINE PORNO ESPAÑOL ( Parte 3 de 3 )


Fue en 1988 cuando se produjo la primera muerte del porno español. Las trabas legales que la norma imponía al funcionamiento de las salas, entre ellas la obligatoriedad de pagar un porcentaje de taquilla del 33% y la prohibición de promocionar las películas que se exhibían por medio de carteles o imágenes fotográficas en el exterior de las salas, provocaron un curioso fenómeno: a los distribuidores les salía más rentable comprar un filme en el extranjero y doblarlo al español que lanzar al mercado un producto nacional. Eso fue desanimando a directores y productores hasta que, aquel año, desapareció el porno en formato cinematográfico. 
Jesús Franco y José María Ponce

La popularización del vídeo casero cambió los hábitos de los españoles y, en consecuencia, su relación con el cine X. Tras cuatro años de oscuridad, el porno español resurgió en 1992 por casualidad, concretamente como resultado de una conversación entre Antonio Marcos, distribuidor de películas X, y José María Ponce , periodista y editor de la revista Sadomaso. Marcos, extrañado de que no se hicieran películas porno en España, le pidió a Ponce material de formato casero y éste le entregó unos recortes que encontró "por casa" filmados años atrás, "de la época en la que rodábamos pequeños cortos para vender con la revista". Esos recortes, en los que aparecía como protagonista la compañera sentimental de Ponce en aquellos momentos, María Bianco, los editó Ponce en forma de película bajo el título de Los vicios de María, considerada la primera película X rodada en vídeo en España, a la que seguirían Las fantasías eróticas de Sonia (1994), La seducción de Sherezade(1994), Cambio de parejas( 1994), Despedida de soltero (1994), Venganza sexual (1994) y Club Privado (1995).


En la actualidad , tanto en el porno nacional como en el internacional, se ha variado el metraje de las cintas, pasándose del corto al medio e incluso al largometraje, ha cambiado la estética de los actores (las actrices se depilan el pubis y utilizan la cirugía y la silicona para incrementar sus encantos, y los actores, también depilados, presentan una cuidada musculatura, sin olvidar ellas y ellos el obligatorio tatuaje), pero con unos argumentos que han permanecido generalmente invariables a lo largo del tiempo. Y es que el fondo, para la mayoría, en el porno la historia es lo de menos, y eso lo saben los productores. 

En los 90, con la irrupción del video VHS, y años más tarde más tarde con los DVDs, entre la distribución en videoclubs y sex-shops, y con la venta por catalogo, unas pocas productoras españolas obtuvieron grandes beneficios. Eran pocas y no tenían ninguna competencia, cerrando la vía de distribución a otros con pactos especiales con distribuidores regionales, creando monopolios imposibles de evitar, y que a falta de nuevas propuestas acabaron prácticamente con el porno nacional.

El panorama del porno español se presenta desolador. Apenas nadie está rodando algo de porno en España. Ya no se hacen películas de alto presupuesto con muchos participantes, no hay continuidad a la hora de hacer series para internet, los actores y actrices porno se quejan continuamente de que no hay trabajo y están abandonando en masa el negocio, las ventas de DVDs están descendiendo día a día, en un momento de crisis galopante que afecta a todo el mundo que nunca antes se había dado en este sector.
Fuentes: Solo para adultos-Historia del cine X - Casto Escópico - Editorial La Máscara /Breve historia del cine X-Manuel Valencia y Sergio Rubio-Ediciones GLENAT/ Historia del cine porno español-EXxXPAÑA-Manuel Valencia y Paco Gisbert-Ediciones GLENAT./Memorias del tío Jess - Jesús Franco Rodríguez - Editorial Aguilar.

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