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19 de noviembre de 2017

LAS REGLAS DE LA PROPAGANDA POLÍTICA ( Parte 2 de 2 )


Relacionando y actualizando la propaganda que dirigía Goebbels, con las situaciones vividas aquí y ahora, los mecanismos básicos de la propaganda política los podemos resumir en 11 grandes reglas:
 

1. Regla de la simplificación y del enemigo único.

La simplificación es la adopción de una sola idea-eje, o de un solo símbolo. Una de las formas de simplificar lleva a la «individualización del adversario»: los humanos preferimos enfrentarnos a personas visibles. En consecuencia, se trata de persuadirnos de que nuestro verdadero enemigo no es tal o cual partido si no tales o cuales personalidades del partido.

2. Regla del método de contagio.

Reunir a diversos adversarios en una sola categoría o en un solo individuo... para extender la convicción de que «están todos en el mismo saco».


3.Regla de la transposición.

Es una táctica de extraordinaria eficacia psicológica y política.Es el arte del engaño llevado al límite y consiste en cargar sobre el adversario tus propios errores y defectos.Seguramente es una de las cosas que te llaman más la atención al leer las noticias y escuchar declaraciones en momentos en que el Gobierno ha cometido alguna equivocación evidente: te sorprenden —y te preguntas cómo pueden tener tanto atrevimiento— atacando en vez de atender a la lógica de la defensa, e incluso del reconocimiento del error o de la asunción de responsabilidades. Bueno, pues ahí lo tienes: lo hacen porque saben que funciona y, en el fondo, tú has visto que sí, que les funciona.Y le funcionaba a Goebbels: «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que les distraigan».

4. Regla de la exageración y desfiguración.

Una frase al azar de un político de otro partido, un síntoma sin comprobar, es convertida sin embargo en pruebas amenazadoras.Ahí está, por ejemplo, la hábil utilización de citas separadas de su contexto.

5. Regla de la vulgarización.

Lo escribió Hitler en Mein Kampf: «Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a quienes se desea vaya dirigida".Así pues, es necesario que el nivel de lo transmitido sea tanto menor cuanto más grande la muchedumbre que deba conquistar. La capacidad receptiva de las multitudes es limitada y su comprensión escasa; por otra parte tiene una gran facilidad para el olvido.

6. Regla de la orquestación.

Deben repetirse infatigablemente los temas principales. Y, dado que la repetición pura y simple genera rápidamente el cansancio, hay que mantener el tema central pero presentándolo desde aspectos variados.Como dijo Goebbels, «la propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde distintos ángulos pero siempre confluyendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas».Ahí viene también a cuento esa frase tan conocida del propio Goebbels: «Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad».


7. Regla de la renovación.

Viene a ser una consecuencia de la regla anterior: hay que sacar continuamente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda, el público esté ya alejado.Las respuestas sucesivas del competidor no consiguen alcanzar el flujo creciente de acusaciones.

8. Regla de la verosimilitud.

Consiste en estructurar la creación de argumentaciones lanzando globos sonda a través de procedencias y de medios distintos, para poder remitirse a ellos citando esas fuentes manipuladas con el objeto de hacer verosímiles las argumentaciones.


9. Regla de la silenciación.

A veces hay temas propagandísticos que hay que abandonar porque están en clara contradicción con la realidad de los hechos que se van sucediendo. En estos casos la propaganda no reconoce su error. Se calla sobre aquellos puntos en los que se está débil.Las noticias que favorecen al adversario se disimulan.
10. Regla de la transfusión.

El propagandista eficiente no cree que se pueda hacer la propaganda a partir de cero e imponer a las masas no importa qué idea en no importa qué momento.«Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un substrato preexistente, sea una mitología nacional o de un complejo de odios y de prejuicios tradicionales».


11. Regla de la unanimidad.

Buena parte de las opiniones públicas no son más que una suma de conformismos y no se sostienen más que por la impresión que tiene el individuo de que su opinión es la opinión general, unánimemente profesada a su alrededor.Por lo tanto, la propaganda puede actuar reforzando esa sensación de unanimidad o creándola artificialmente.Este es un mecanismo básico de la propaganda. Algunas manifestaciones de masas, y desfiles de partidos, y de organizaciones o ideologías tienen por objeto crear la impresión de unanimidad. Ese es también el rol que se trata de interpretar con el recurso a testimonios de artistas, escritores, deportistas, etcétera, utilizados como personalidades piloto.

10 leyes de manipulación mediática

Fuentes : La mentira en la propaganda política y en la publicidad- Guy Durandin-Editorial Paidós Ibérica / http://www.psywarrior.com / http://www.bocc.ubi.pt

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