África y el neocolonialismo
Cuando, con el progreso del abolicionismo, dejó de ser necesaria la justificación de la esclavitud, comenzó a serlo la de la colonización. El evolucionismo positivista fue la teoría que acompañó al dominio blanco. El negro dejó de ser el animal para convertirse en el primitivo, el salvaje o, en el mejor de los casos, el niño necesitado de tutelaje. Por ejemplo, el boer Jan Smuts, gran amigo de Gandhi, decía en una conferencia en Oxford en 1929:
El africano es un tipo humano con algunas características maravillosas. En buena medida ha seguido siendo un tipo infantil, con una psicología y un aspecto infantiles. Un ser humano tipo infantil no puede ser una mala persona porque ¿no nos mostramos dispuestos en los asuntos espirituales a ser como niños? Tal vez como resultado directo de este temperamento el africano es el único ser humano feliz con el que me he topado.
Así, los negros son felices e infantiles, o, mejor, felices por infantiles. No son malos porque no les da la inteligencia para tanto. Y por ello, como todo niño necesita la protección de un adulto, que sepa educarlo desde su lugar de autoridad. Un prócer como el doctor Albert Sweitzer, premio Nobel de la paz, lo dijo con todas las letras.: El negro es un niño, y con los niños no se puede hacer nada sin autoridad.
El neocolonialismo decimonónico también generó un estereotipo para los nativos de acuerdo con la reacción que ofrecían frente a la imposición colonial: si respondían agresivamente al ocupación colonial se trataba de salvajes malos; si lo hacían con docilidad , se trataba de salvajes buenoss. Pero en definitiva todos eran salvajes.
Ese neocolonialismo , abolido el tráfico de esclavos, supuso una represión física de los nativos al servicio de una explotación salvaje, riqueza que creó distintas fricciones entre las diversas potencias coloniales, que, para evitarlas , en la Conferencia de Berlín ( 1884-1885) acordaron repartirse África comprometerse a limitar sus derechos de soberanía a las zonas ocupadas.
La manera de administrar a los nativos , varió según el país colonizador. Los ingleses solían aplicar una forma de gobernar respetando todo lo posible el poder tradicional. Los franceses convertían en funcionarios a los caciques lugareños; sin embargo estaban sometidos a fuertes obligaciones como la de no poder dejar la propia colonia, la prohibición de asociarse y de reunirse, el trabajo gratuito para el mantenimiento de las vías de comunicación terrestres, la satisfacción de los impuestos, el servicio militar.... Los belgas y los alemanes destacaban por su brutalidad. Cuando no había bastante con los latigazos , las multas y la prisión, entonces se enviaban a los niños y a las mujeres a campos cercados.
El neocolonialismo decimonónico también generó un estereotipo para los nativos de acuerdo con la reacción que ofrecían frente a la imposición colonial: si respondían agresivamente al ocupación colonial se trataba de salvajes malos; si lo hacían con docilidad , se trataba de salvajes buenoss. Pero en definitiva todos eran salvajes.
Ese neocolonialismo , abolido el tráfico de esclavos, supuso una represión física de los nativos al servicio de una explotación salvaje, riqueza que creó distintas fricciones entre las diversas potencias coloniales, que, para evitarlas , en la Conferencia de Berlín ( 1884-1885) acordaron repartirse África comprometerse a limitar sus derechos de soberanía a las zonas ocupadas.
El Dr. Peters, un comentarista procolonial lo dejó claro:
"Los africanos obedecen a impulsos y a móviles del todo diferentes a los nuestros. Si doy a un jefe negro un buey, se creerá con derecho a robar todo mi ganado. Si le doy un latigazo, se apresurará a traerme ganado. Si tratáis bien al negro creerá que le tenéis miedo, Si le maltratáis creerá en vuestra superioridad "
Leopoldo II
Leopoldo II " El Magnicida"
Leopoldo II " El Magnicida"
En consonancia con ese pensamiento el colonialismo occidental se repartió África y campó a sus anchas en esas tierras, esclavizando a los indígenas y explotando sus recursos naturales. Entre los ejemplos más destacados y crueles se encuentra el sádico y magnicida Léopold de Saxe-Cobourg et Gothase, Leopoldo II II, Rey de los belgas a finales del siglos XIX.
En febrero de 1885, catorce naciones reunidas en Berlín, y encabezadas por Gran Bretaña, Francia, Alemania y los Estados Unidos, le regalaron a Leopoldo II todo el Congo a través de la asociación que él presidía. Un territorio 20 veces el tamaño de Bélgica, donde se comprometió a «abolir la esclavitud y cristianizara a los salvajes» a cambio de su cesión. Las grandes potencias concedieron al rey de los belgas el Congo, sin saber qué clase de persona era y, sobre todo, porque desconocían el gran tesoro que se escondía entre sus árboles
Pero la idea de Leopoldo II no era "abolir la esclavitud y cristianizara a los salvajes" sino saquear en beneficio propio el Congo , que además del marfil de sus elefantes tenía grandes reservas de caucho . Durante su reinado se disparó la demanda internacional de goma, que se extraía de los árboles del caucho que se contaba muy numerosos en el Congo. El problema de la recolección de esta materia resultaba la ingente cantidad de mano de obra que se necesitaba y las duras condiciones para estos empleados. Para solventar el asunto, el rey de los belgas diseñó un sistema de concesiones que, en esencia, condenó a la esclavitud a la totalidad de los congoleños.
A diferencia de otras colonizaciones, en que los invadidos resistieron de alguna forma al colonizador y le infligieron algunos daños, en el Congo prácticamente no hubo resistencia. Los congoleses no tuvieron tiempo ni posibilidades de resistir a un sistema que cayó sobre ellos -una miríada de culturas y pueblos desconectados entre sí- como una malla inflexible en la que perdieron, desde el principio, toda libertad de iniciativa y movimiento, y en el que fueron sometidos a una constante explotación -
La administración colonial empleó sistemáticamente la violencia para obligar a trabajar a la población nativa aterrorizando a las poblaciones nativas. El procedimiento habitual consistía en tomar rehenes, casi siempre mujeres y niños, que sólo podían ser rescatados mediante la entrega de determinadas cantidades de caucho. Los rehenes morían con frecuencia de inanición o a causa de los malos tratos recibidos.
En el periodo que va de 1885 a 1908, en apenas 23 años, en el Congo administrado de forma privada y personal por Leopoldo II se acabó con la vida de entre 8 y 10 millones de personas , de los 20 millones iniciales que poblaban el Congo.
Las descripciones más populares recurrentes y convencionales que tenemos de África en su época colonial , se deben en gran parte al personaje Tarzán , creado por Edgar Rice Burroughs ( 1875-1950), un estadounidense nacido en Chicago que nunca pisó África, que aparece en la historia Tarzán de los monos (Tarzan of the Apes) publicada por primera vez en la revista pulp All Story Magazine en octubre de 1912 , y que posteriormente aparecería en novelas, libros , cómics y sería adaptada al cine en numerosas ocasiones. En las aventuras de Tarzán aparece la representación colonial y racista que se tiene de África como un continente selvático misterioso y agreste, con civilizaciones perdidas, tribus primitivas y salvajes, y poblados de fauna salvaje, y un personaje blanco , Tarzán, que se convertirá en el rey del territorio y gobernará a fieras y a negros salvajes .
A diferencia de otras colonizaciones, en que los invadidos resistieron de alguna forma al colonizador y le infligieron algunos daños, en el Congo prácticamente no hubo resistencia. Los congoleses no tuvieron tiempo ni posibilidades de resistir a un sistema que cayó sobre ellos -una miríada de culturas y pueblos desconectados entre sí- como una malla inflexible en la que perdieron, desde el principio, toda libertad de iniciativa y movimiento, y en el que fueron sometidos a una constante explotación -
La Force Publique con congoleños esclavizados
La administración colonial empleó sistemáticamente la violencia para obligar a trabajar a la población nativa aterrorizando a las poblaciones nativas. El procedimiento habitual consistía en tomar rehenes, casi siempre mujeres y niños, que sólo podían ser rescatados mediante la entrega de determinadas cantidades de caucho. Los rehenes morían con frecuencia de inanición o a causa de los malos tratos recibidos.
Como castigo por no haber cumplido las expectativas en la recolección del caucho la población nativa era castigada frecuentemente por la milicia de la Force Publique cuya criminalidad era legendaria , mediante violaciones, palizas, mutilaciones de manos y pies -a las mujeres y a los niños primero, y luego a los propios trabajadores. Como prueba de que estos asesinatos se habían llevado a cabo, los soldados de la Force Publique amputaban una mano a los cadáveres. En otras ocasiones se les cortaba la cabeza, o, para demostrar que los asesinados eran varones, los genitales. Las manos eran ahumadas y entregadas a los jefes de puesto como prueba de que la Force Publique había hecho su trabajo. El instrumento de uso más extendido era el tristemente famoso chicotte, una especie de látigo que desgarraba las carnes del reo. Las primeras noticias de su uso se remontan a 1888.
El castigo del chicotte- Niños mutilados
En diciembre de 1906 el rey Leopoldo, bajo la presión internacional, aceptó transferir el Estado del Congo al parlamento belga, negociaciones duraron hasta el 15 de noviembre de 1908, fecha en la que el Parlamento belga asumió su administración. En el intervalo el Rey , ya inmensamente rico, negoció una compensación de 50 millones de francos por sus posesiones en el Congo y se deshizo de todas sus obligaciones en la región. A partir de entonces el Congo siguió siendo una colonia belga hasta su independencia el 30 de junio de 1960 sometida al saqueo de sus recursos naturales , aunque con métodos " más civilizados" .En el periodo que va de 1885 a 1908, en apenas 23 años, en el Congo administrado de forma privada y personal por Leopoldo II se acabó con la vida de entre 8 y 10 millones de personas , de los 20 millones iniciales que poblaban el Congo.
Desgraciadamente para la mayoría de los nativos, la independencia de sus países no les ha supuesto el fin de sus sufrimientos. Así, mientras el gobierno de dictadores explotadores de los recursos naturales del país al servicio de potencias extranjeras viven en la opulencia junto a su círculo de poder , el pueblo sigue en la más absoluta de la miseria.
Las descripciones más populares recurrentes y convencionales que tenemos de África en su época colonial , se deben en gran parte al personaje Tarzán , creado por Edgar Rice Burroughs ( 1875-1950), un estadounidense nacido en Chicago que nunca pisó África, que aparece en la historia Tarzán de los monos (Tarzan of the Apes) publicada por primera vez en la revista pulp All Story Magazine en octubre de 1912 , y que posteriormente aparecería en novelas, libros , cómics y sería adaptada al cine en numerosas ocasiones. En las aventuras de Tarzán aparece la representación colonial y racista que se tiene de África como un continente selvático misterioso y agreste, con civilizaciones perdidas, tribus primitivas y salvajes, y poblados de fauna salvaje, y un personaje blanco , Tarzán, que se convertirá en el rey del territorio y gobernará a fieras y a negros salvajes .
Continuará...
Fuentes: Sí , bwana -Xavier Ripoll Soria-Alianza Editorial -Teoría y práctica de la ideología-Ludovico Silva - Editorial Nuestro Tiempo./ Tarzán-Héroe del celuide y papel-Eduardo Galán Blanco- T&B Editores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario