TRADUCTOR

8 de marzo de 2018

EL LENGUAJE TAURINO EN LA VIDA COTIDIANA ( Parte 4 de 4 )


Paseíllo. El paseíllo es el acto que marca el inicio de la corrida. Tras el despeje realizado por los alguacilillos, las cuadrillas desfilan desde el patio de cuadrillas hasta la situación del palco presidencial. Allí, tras el saludo de rigor, se deshace la formación y todos quedan a la espera de la salida del primer toro de la tarde. Es un acto de gran colorido y plasticidad, que va acompañado por la música de alguna banda que tradicionalmente ameniza los espectáculos taurinos. Se usa fuera del contexto taurino cada vez que se ha de hacer una salida junto con otras personas para cualquier acto, e incluso se han llamado así los momentos previos a ser ejecutado un reo.

Ej.: Ya llegan los cuatro amigos, haciendo el paseíllo.

Pinchar en hueso. Cuando el matador intenta clavar el estoque para matar al toro y este no puede penetrar en el cuerpo, suele ser porque ha tropezado en alguna vértebra del animal. Así no puede conseguir su objetivo y debe entrar a matar de nuevo. Fuera del ámbito taurino, pinchar en hueso, se utiliza para indicar el fracaso de alguien en su intento de conseguir algún beneficio de otra persona. 

Ej.: He intentado convencer a mi padre pero he pinchado en hueso. 

Ponerse el mundo por montera. La montera, como todo el mundo sabe, es la prenda del traje del torero que éste se coloca en la cabeza y la mantiene en ella durante determinados momentos de su actuación, aunque existe un protocolo más o menos rígido respecto a su uso. Pero, al margen de su utilización, la frase que antecede la empleamos para hacer referencia a alguien que actúa de manera inconsciente o alocada, sin atenerse a razones ni reflexionar sobre lo que debería hacer. 

Ej.: Siempre hace lo que quiere. Se pone el mundo por montera. 

Ponerse hecho un toro. Como es sabido, el toro es un animal que se caracteriza por su bravura (o se caracterizaba) y hay momentos durante la lidia que esto se pone en evidencia, sobre todo cuando recibe un castigo, como en el tercio de varas. Fuera de los toros, se dice esta frase cuando alguien se enfurece ante un contratiempo o dificultad. 

Ej.: Al oír aquello, se puso hecho un toro.


Primeros espadas. Se llaman así los matadores de más fama y que, por ello, son más llamados por las empresas para ser contratados. Los empresarios saben que si actúan ellos el éxito de público está asegurado. En la vida cotidiana se habla de primeros espadas para referirse a las personas que destacan en cualquier actividad, pero sobre todo se oye esto en comentarios políticos para aludir a los líderes de los diferentes partidos o sindicatos.

Ej.: La conferencia de hoy llenará el local. Es un primer espada del periodismo.

Puya (-zo). Como es sabido, la puya es la vara que el picador utiliza para picar al toro, con el fin de minar su poder, al tiempo que sirve al espada para comprobar el grado de bravura que posee. El hecho de introducir la puya en el toro se denomina "puyazo" y, sin duda, debe de dolerle. En sentido metafórico del término, lo utilizamos para denominar una ofensa o una burla que una persona infiere a otra.

Ej.: Estas palabras fueron un auténtico puyazo para ...

Que nos coge el toro. Lo peor que puede pasar a un participante en una corrida es que le coja el toro y que le propine o bien una cornada, o bien un golpe que le produzca fractura de algún hueso, o algún tipo de traumatismo. Por ello, siempre se ha de evitar la cogida. En el lenguaje cotidiano, utilizamos esta expresión para indicar que, si no andamos rápidos o listos en nuestra actuación, podemos correr peligro en nuestra actividad o en nuestro trabajo.

Ej.: Si no nos damos prisa, nos cogerá el toro. No podremos terminar este informe a su hora.

Recibir un revolcón. Se dice que el torero sufre un revolcón cuando es arrollado por el toro y cae al suelo, aunque sin recibir ninguna cornada y por tanto, generalmente, sin graves consecuencias, por lo que puede volver a la cara del toro. Fuera de los toros, esta frase indica un pequeño contratiempo, que puede ser subsanado volviendo a intentar lo que se pretendía.

Ej.: Hoy he recibido un severo revolcón. Esperaba aprobar el examen y lo he suspendido.


Recibir una cornada. Como cualquier persona sabe, la cornada es la herida producida por asta de toro y que, con diferente pronóstico, aleja al torero de los ruedos durante unos días o semanas. Es, pues, lo más temible y temido por los toreros, además de algún problema de huesos derivado de algún golpe o pisotón. Es conocida aquella frase que se ha atribuido a varios matadores, ante las consecuencias de una cornada: "Más cornás da el hambre..." Fuera de los toros, denominamos cornada al daño moral que una persona recibe de otra. Es, pues, de similar significado a la expresión anterior.

Ej.: Recibió una buena cornada de parte de su mejor amigo.

Relance. Se dice que el toro pasa al relance cuando, aprovechando la embestida anterior, continúa persiguiendo la muleta o a algún torero. En ese momento, este aprovecha para darle una salida airosa, porque supone la finalización de un momento no preparado ni esperado. También, fuera del ámbito taurino, se utiliza esta frase para indicar que alguien hace algo aprovechándose de la situación o, incluso, del esfuerzo de otra persona.

Ej.: Y tú ahora al relance de tu hermano, sigues porfiando.

Rematar la faena. Una buena actuación en la plaza, tanto con capote, como con banderillas y luego con la muleta, requiere un buen final con el estoque para redondearla y conseguir así el triunfo. Hay veces, no obstante, en que el público no valora la manera de realizar la suerte de matar y se piden (y también se dan, desgraciadamente) orejas después de un alevoso bajonazo o sin hacer bien la suerte. Quiere esto decir que se pone un brillante final a algo que se ha realizado, incluso fuera del ambiente taurino.

Ej.: Estuve muchas horas estudiando y para rematar la faena hice un extraordinario examen.

Remo. Se llaman remos las patas de los animales, fundamentalmente las traseras. En sentido figurado, también son denominadas así las piernas de los humanos. Por eso se oyen decir expresiones como "metedura del remo". Pero la aparición más frecuente de esta palabra en el mundillo taurino es la que origina la frase "es flojo de remos", para referirnos a un toro sin mucha fortaleza en las patas traseras, expresión que humorísticamente se emplea para indicar flojedad de alguien para caminar o dificultad de movimiento.

Ej.: Siempre vas tropezando, pareces flojo de remos.


Salir por la puerta grande. Es la gran aspiración y el gran sueño de todo torero, puesto que supone el máximo reconocimiento a su actuación por parte del público. Cuando esto ocurre, el torero es izado a hombros de algunos aficionados y sale de esta forma por la puerta principal de la plaza, es decir, la puerta grande. Esta expresión se aplica a alguien que ha triunfado rotundamente en cualquier actividad.

Ej.: Este concejal, después de lo que ha hecho, merece salir por la puerta grande.

Ser un / una figura. La gran aspiración de cualquier novillero que inicia sus andanzas en el toro es la de "llegar a ser figura del toreo", es decir que, tras repetidos triunfos a lo largo de algunos años, pueda ser considerado como uno de los mejores del escalafón. Luego, se cumple la frase bíblica de "muchos son los llamados y pocos los elegidos". Esta expresión se aplica también a la persona que destaca en cualquier actividad, sobre todo en aquellas que se desarrollan de cara al público, como artista de cualquier ámbito.

Ej.: Hay que ver cómo ha progresado este cantante, ya es una primera figura.

Si el tiempo no lo impide y con permiso de la Autoridad. En los carteles anunciadores de una corrida suele haber una leyenda que reza así, antes de seguir diciendo "... se celebrará una monumental, extraordinaria, etc... corrida de toros" y a continuación se enumera la ganadería de los toros que se han de lidiar y los matadores que componen el cartel. Esta expresión, a veces completa y a veces con cualquiera de las dos partes que la forman, es utilizada para poner condiciones a la realización de cualquier otra actividad, en ocasiones, incluso, con un sentido irónico.

Ej.: Sí, iremos el domingo a la playa, si el tiempo no lo impide.

Suerte suprema. Lo dicho para la expresión "la hora de la verdad" sirve también para la citada ahora, puesto que es otra de las maneras de denominar la suerte de dar muerte al toro, para poder culminar la faena con éxito. También es utilizada fuera del contexto taurino.

Ej.: Bueno, es el momento de la suerte suprema. Has de aprobar tu último examen.


Tener más valor que "El Guerra". Rafael Guerra "Guerrita" fue un matador célebre sobre todo por su valentía. Por analogía, a aquella persona que demuestra arrojo en cualquier ámbito de la vida también le aplicamos esta frase.

Ej.: No sé cómo se atreve a ir allí. Es que tiene más valor que El Guerra.

Torear. El concepto de torear puede ser difícil de definir, pero en esencia podría ser, además de las normas clásicas de parar, templar y mandar, el hecho de burlar la embestida del toro y que pase el toro por donde quiera el torero. Es en este sentido en el que se utiliza fuera del ambiente taurino, por lo que torear a alguien puede considerarse como burlarse de él.

Ej.: Este equipo está toreando a aquél.

Toro sabio de capas no hace caso. El toro abanto y huidizo, que no acepta el cite del torero con la capa, es considerado como un toro difícil de engañar, por lo que se puede decir de él que es un toro "sabio", porque sabe que tras los engaños está su perdición. Suele pasar con más frecuencia que este toro sea un toro con más edad, porque los años proporcionan más "sabiduría". En la vida ordinaria esta expresión se aplica a aquella persona que, por su experiencia, no se deja engañar fácilmente.

Ej.: No hace caso de las provocaciones, es muy listo. Toro sabio de capas no hace caso.


Trapío. El trapío es el conjunto de rasgos físicos que hacen que un toro se considere bien formado, de acuerdo con sus características zootécnicas. Para decir si un toro tiene trapío o no, nos fijamos fundamentalmente en sus pitones, en la fortaleza de sus patas, en la disposición de su morrillo y su cara, etc. El trapío en el toro supone sobre todo su apariencia externa, que luego podrá o no ir acompañada de condiciones de bravura o nobleza. Para este sentido se utiliza también el término "trapío", referido a la envergadura de una persona, así como a la armonía general de su físico.

Ej.: ¡Vaya trapío que presenta ese chaval!, aunque suele utilizarse más dirigido a una mujer, lo que representa una actitud de corte machista.

Vergüenza torera. Se denomina así al hecho de que un torero, pese a las dificultades que encuentre o a la comodidad que pueda sugerir un momento determinado, lucha por sobreponerse e intenta que nadie le supere o le "gane la partida". En ese mismo sentido se utiliza esta expresión ante el hecho de sobreponerse al desánimo en cualquier actividad.




Fuente: El léxico taurino en la vida cotidiana -Francisco Reus Boyd-Swan -Universidad de Alicante

No hay comentarios:

Publicar un comentario