Baraja española -Sevilla 1390
No se puede determinar con precisión en qué momento histórico y de qué forma surgieron los naipes. Se sabe que tienen unos 600 años de existencia en Europa porque hemos de remontarnos a finales del siglo XIV para encontrar los primeros testimonios, y es durante el siglo XV cuando las cartas se extendieron por Europa con celeridad , expansión que conocemos hoy día no por las propias cartas, sino por las prohibiciones de que fueron objeto los juegos de naipes.
Baraja impresa en Venecia en 1462
Los motivos que llevaron a las distintas autoridades a legislar repetidamente sobre los juegos de cartas y de dados hay que buscarlos, seguramente, en el cada vez más abultado número de personas que se dejaban arrastrar por las apuestas que se generaban en los mismos y las consecuencias peligrosas que en no pocas ocasiones acarreaban. Su amplia difusión a fines del Medievo llevó a tratarlo como uno de los vicios de la época, en el que caían ricos y pobres, clérigos y laicos. Las escasas necesidades espaciales de ambos juegos facilitaban su desarrollo. Cualquier sitio servía para echar una partida: desde la taberna hasta la vivienda privada de un clérigo, desde el atrio de una iglesia hasta un cementerio.Los excesos en el juego podían acabar con la menguada hacienda de un pequeño campesino y con la buena fama de un eclesiástico.
Los naipes fueron descritos por diversos viajeros que habían estado en Oriente, pero no se conoce ningún juego de cartas importado por ellos. Sus descripciones sirvieron para que en Europa, a partir de aquella idea,se materializasen los diversos modelos de barajas nacionales.
No obstante, decir que los naipes vienen de Oriente no resuelve la incógnita de sus orígenes, ya que a finales del siglo XIV y principios del XV, por "Oriente" se entendía el norte de África, el sur de la península Ibérica ocupado por los árabes, el este europeo y los países de Asia comprendidos entre el mar Mediterráneo y el mar Rojo, así como el golfo Pérsico. A toda esta zona hemos de añadir los países que actualmente conocemos como Lejano Oriente (situados al este del Himalaya).
Imagen de Heraclio Fournier
Fue en 1877 cuando nació la baraja española con las figuras que hoy todos conocemos. Heraclio Fournier, un impresor burgalés de origen francés, afincado en Vitoria ,encargó al profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Vitoria, Emilio Sourbrier y al pintor Ignacio Díaz Olano que ilustrasen una baraja , que con ciertos retoques de de Augusto Rius en 1877 dio como resultado el modelo número 1 , el clásico que todos conocemos. Este diseño obtuvo el primer premio de la Exposición Universal de París en 1889.
La baraja española tradicional consta de cuatro palos o series de cartas: oros, copas, espadas y bastos. Cada uno de estos palos está formado por varias cartas numerales (siete o nueve) y tres figuras (sota, caballo y rey) que van numeradas siempre del 10 al 12, independientemente de las cartas numerales que haya. La baraja española puede ser de 40 cartas -del uno al siete y las tres figuras por palo- y de 48 cartas -del uno al nueve y las tres figuras por palo). Es única en el mundo debido a la ausencia de reinas y a la riqueza de sus diseños.
La sota, se representa como un paje de pie. Simboliza al criado o mensajero. Los colores de las calzas, inicialmente todas rojas, y de los sayos, así como la posición de sus piernas y la colocación del motivo del palo, varían según los palos y la inventiva de los autores del diseño.
El caballo viene representado por la figura de un jinete montado sobre un caballo que se apoya en sus patas traseras , y es la que mantiene la iconografía más característica del medioevo. En algunas barajas -muy raras por su escasez- los caballeros aparecen desmontados y llevan el caballo sujeto por la brida. Además, desde el siglo XVIII, los caballos de copas y oros suelen mirar hacia la izquierda, mientras que los de bastos y espadas lo hacen hacia la derecha.
El rey se representa mediante la figura de un rey coronado que está de pie. Generalmente se trata de hombres mayores, barbados, aunque los reyes de copas y oros suelen parecer más jóvenes. Normalmente el rey de copas tiene un cetro.
Las figuras son de inspiración medieval y sus palos representan a los estamentos más importantes de la época: comerciantes, clero, nobleza y siervos. O, lo que es lo mismo, oros, copas, espadas y bastos, respectivamente.
Otras interpretaciones de los palos asocian los oros con los comerciantes y burgueses, en lugar de hacerlo con la monarquía. Incluso hay quien atribuye la invención de los palos de la baraja española a un tabernero que ponía unos naipes a disposición de sus huéspedes para que se distrajeran. En esos naipes las copas representarían la taberna, los oros el dinero con el que pagaban los clientes, y las espadas y bastos los instrumentos con los que dirimían sus diferencias, provocadas o no por el juego. Según esta interpretación, los cuatro símbolos de la baraja serían los cuatro objetos más cercanos a los jugadores.
Los símbolos o motivos de los palos aparecen colocados ordenadamente en todas las cartas, excepto en el tres de bastos, en el que los símbolos suelen estar cruzados. Las copas son las figuras que muestran más diferencias en su diseño, variando desde formas cuadradas muy geométricas hasta las similares a urnas muy ornamentadas, pasando por los cálices y vasos de todo tipo. Normalmente la información del fabricante se incluye en el as de oros, aunque también los cuatros de copas y de oros, y en algunas ocasiones los doses de bastos y de espadas, suelen contener informaciones sobre la fabricación o la propiedad de la baraja.
Una de las innovaciones de la baraja española respecto a las de otros países fue la adopción de las pintas o discontinuidades en los lados inferior y superior del rectángulo que encierra los motivos de cada naipe. Estas pintas ya aparecen en barajas del siglo XVI para, según se cree, dificultar la visión de las cartas a los mirones, objetivo que posteriormente sería perfeccionado con la utilización de los índices. Efectivamente, ambos recursos hacen que el jugador no necesite extender las cartas que tiene en la mano para saber cuáles son, ya que con sólo separarlas un poco conoce a qué palo pertenecen y qué figura o carta numeral es cada una.
El palo de oros no tiene pintas; el de copas tiene una; dos, el de espadas y tres, el de bastos. Es posible observar que con la adopción de las pintas los palos de la baraja se ordenan del modo siguiente: oros, copas, espadas y bastos. Es decir, según la interpretación más común de la simbología de los palos, primero está la monarquía, después la Iglesia, sigue la nobleza y finalmente aparece el pueblo.
El diseño original de la baraja española ha sido utilizado para elaborar barajas con diseños y palos adaptados a la historia , tradiciones y folclores de distintivas zonas españolas , así como a múltiples temas específicos como pueden ser los deportivos ,cinematográficos, ..., Algunos ejemplos:
Baraja catalana
Baraja asturiana
Baraja manchega
Baraja aragonesa
Baraja andaluza
Fuentes:http://www.acanomas.com/ Made in Spain-Juli Capella - Editorial Electa / El origen de los naipes --Mónica Torres/ http://www.nhfournier.es/ http://javierneilabarajas.blogspot.com/ https://tentulogo.com / http://barajasynaipes.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario