Una de las formas más sugestivas de la Tierra es la de un huevo. Los antiguos egipcios percibían la tierra como un huevo protegido durante la noche por la luna, «un gran pájaro blanco... como una oca que empolla su huevo». Los gnósticos, místicos cristianos de los siglos I y II , percibían también al cielo y a la tierra como un mundo huevo en el útero del universo. Una serpiente gigantesca estaba enroscada en el huevo y lo entibiaba, cuidaba, incubaba y a veces hasta se alimentaba de él.
Beda el Venerable escribió en el siglo VII:
La Tierra es un elemento situado en el centro del mundo, como la yema en el centro de un huevo; alrededor de la tierra se encuentra el agua, como la clara que rodea a la yema; por fuera está el aire, como la membrana de un huevo, y rodeándolo todo está el fuego, que encierra al mundo como la cáscara al huevo.
El «árbol del universo» era uno de los primitivos mapas del mundo más atractivo y difundido. El poeta védico explicó que así como un pequeño árbol podía levantar una roca a medida que crecía, un árbol lo bastante grande podría sostener el cielo. Y así surgieron las imágenes del árbol de la vida, o del árbol de la sabiduría, como el que crecía en el jardín del Edén, y muchos pueblos tuvieron su árbol sagrado, la más importante y sagrada residencia de los dioses, y donde celebran allí todos los días sus consejos.
Los antiguos habitantes de la India, creían que nuestro Planeta, estaba apoyado en una inmensa bandeja de oro, sostenida por el lomo de unos elefantes puestos en círculo, en dos niveles. Estos elefantes a su vez se encontraban de pie sobre una gigantesca tortuga, que para ellos representaban al dios de las aguas. Más adelante evolucionaron a la creencia de que el universo era una superposición de cielo, aire y una tierra plana y circular, en cuyo centro estaba el monte Sameru (identificado con el Himalaya), al sur del cual estaba la India, en un continente rodeado por el océano. El cielo tenía siete niveles y el séptimo era la morada de Brahma. El infierno tenía otros siete niveles.
La Tierra según Homero
Los griegos, mucho tiempo antes de que comenzaran a creer que la tierra era una esfera, ya discutían qué otra forma simple podría haber adoptado la Tierra. Herodoto ridiculizó la idea de Homero que concibe la tierra como un disco flotando sobre el agua en el interior de una semiesfera transparente. Sobre el borde del disco descansaba la bóveda de los cielos y por debajo el reino de la oscuridad y los muertos. Para él era evidente que la tierra debía estar rodeada por un gran desierto. La creencia en una especie de «ecuador» —una división de la tierra en dos partes iguales— fue anterior a la opinión general de que la tierra era una esfera.
Los sabios griegos advirtieron muy pronto, en el siglo v a.C, que la tierra era un globo. La primera evidencia concreta se encuentra en el Fedón, de Platón. Para entonces los pensadores griegos más consecuentes ya no consideraban la tierra un disco plano que flotaba sobre las aguas. Los pitagóricos y Platón fundaban su creencia en razones estéticas. Puesto que una esfera es la forma matemática más perfecta, la tierra debía tener esta forma. Sostener otra opinión hubiera sido negar la existencia de un orden en la creación. Aristóteles (384-322 a.C.) estuvo de acuerdo por razones exclusivamente matemáticas, y aportó algunas evidencias físicas. La tierra, en tanto ocupaba el centro del universo, había llegado a adquirir una forma esférica, y así continuaba. Puesto que todos los cuerpos que caen tienden hacia el centro, las partículas de la tierra, que llegaron desde todos los lados, cuando se agruparon formaron una esfera.
Por su parte Eratóstenesfue primera persona en calcular la circunferencia de la Tierra considerada una esfera.
Eratóstenes partía de un modelo de tierra redonda, con forma de esfera, por lo que sabía que la curvatura de la Tierra provocaría ese efecto. Ideó un método para calcular el diámetro de la esfera con solo dos datos: el ángulo de incidencia del sol en Alejandría y Siena en el Solsticio de veranoy la distancia entre ellas. De esta manera, con una sencilla regla de tres podría calcular la longitud de la circunferencia de la Tierra. Si el ángulo de incidencia da lugar a una longitud de arco de circunferencia igual a la distancia entre Alejandría y Siena, entonces a 360 grados (los de la circunferencia completa) le corresponde la longitud total.
Además, los datos de nuestros sentidos nos prueban que la Tierra es esférica, pues de otra manera los eclipses de luna no adoptarían esta forma; si bien los segmentos son muy diversos durante las fases mensuales de la luna —rectos, convexos, en media luna— en los eclipses la línea divisoria siempre es redonda. Por consiguiente, si el eclipse se produce por la interposición de la tierra, la línea redonda resulta de la forma esférica de ésta.
La idea de una Tierra cuadrada fue muy atractiva para muchos pueblos. Los antiguos peruanos se imaginaban el mundo como un arca con un tejado a dos aguas donde vivía un gran dios. El universo de los aztecas estaba formado por cinco cuadrados, un cuadrado en el centro y los otros en cada uno de sus lados. Cada uno de estos cuadrados contenía uno de los cuatro puntos cardinales, que provenían del «lugar central», morada del dios ígneo Xiuhtecutli, madre y padre de los dioses y habitante del ombligo de la tierra. Otros pueblos concibieron el universo como una rueda, e incluso como un tetraedro.
Los mitos grandiosos y las metáforas han contribuido por doquier a que el universo pareciera comprensible, hermoso y lógico. Los personajes a quienes se atribuyó el papel de sostenedores del mundo han sido maravillosamente diversos. El Atlas de la tradición griega, que sostenía el planeta en sus hombros, es conocido por los europeos. En México había al menos cuatro dioses que soportaban el cielo, de los que Quetzalcoatl era el más importante, y una antigua imagen hindú mostraba una tierra hemisférica sostenida por los lomos de cuatro elefantes que a su vez descansaban sobre el caparazón hemisférico de una tortuga gigantesca que flotaba sobre las aguas del universo.
LA TIERRA PLANA
Pero la idea de la Tierra esférica no han convencido a todos y que han sostenido a lo largo de la historia la teoría de que la Tierra es plana.
Por ejemplo, algunos miembros de la Iglesia primigenia, utilizaban literalmente las Sagradas Escrituras como la palabra de Dios , para dar a los creyentes argumentos a favor de la Tierra plana . Versículos como Isaías 40:22 («Él es el que está sentado sobre el círculo de la Tierra»), Daniel 4:11 («Crecía este árbol y su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los confines de la Tierra»), Apocalipsis 7:1 («Vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la Tierra, que detenían los cuatro vientos de la Tierra, para que no soplase alguno sobre la Tierra») o Mateo 4:8 («El Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria») apuntan a que en el cristianismo primitivo se creía que la Tierra era plana. Sin embargo, fueron rápidamente corregidos por otros cristianos como Basilio el Grande, Ambrosio Aureliano o Agustín de Hipona. Precisamente San Agustín, el más grande pensador cristiano del primer milenio, hizo este comentario al Libro del Génesis: «La mole esférica y acuosa tiene el día por un lado con la presencia de luz, y la noche por el otro con su ausencia». Si para San Agustín la Tierra era esférica, para la Iglesia así sería. Era palabra de santo.
La forma de la Tierra: Tríptico "El Jardín de las Delicias" / Representación en la Divina Comedia de Dante
En la Edad media los "hombre educados" de la época sostenían que era redonda, al igual que los antiguos griegos, y durante el siglo XIV, la idea de que la Tierra fuera plana era prácticamente inexistente entre ellos. No obstante era común que entre los artistas de la época se representara una Tierra plana, y un ejemplo de ello lo encontramos en el tríptico El Jardín de las Delicias, de El Bosco. Pero también hay multitud de representaciones de la Tierra con forma esférica, y así lo enseñaban en las universidades y monasterios. Incluso teólogos como Tomás de Aquino creían en la curvatura de la Tierra y Dante, en la Divina Comedia, da por supuesta su redondez.
GEOCENTRISMO Y HELIOCENTRISMO
Afirmar que la Tierra era esférica no era una herejía, pero sí lo era la teoría de Copérnico que sostenía que el Sol era el centro del universo y que la Tierra se movía en el cielo como un planeta más girando alrededor del él.
Copérnico ( 1473-1543) en su libro De Revolutionibus Orbium Coelestium ( Las Revoluciones de las Esferas terrestres), que tardó 30 años en verse publicado finalmente en 1543 , sostenía, entre otras, las siguientes hipótesis fundamentales:
1: El mundo (universo) es esférico.
2: La Tierra también es esférica.
3: El movimiento de los cuerpos celestes es regular, circular y perpetuo o compuesto por movimientos circulares. Se distinguen varios tipos de movimientos:
3.1: Movimiento diurno: Causado por la rotación de la Tierra en 24 horas y no de todo el universo.
3.2 Movimiento anual del Sol: Causado por la traslación de la Tierra alrededor del Sol en un año.
3.3: Movimiento mensual de la Luna alrededor de la Tierra.
3.4: Movimiento planetario: Causado por la composición del movimiento propio y el de la Tierra. La retrogradación del movimiento de los planetas no es más que aparente y no un movimiento verdadero, y es debido al movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol.
4: El cielo es inmenso respecto a la magnitud de la Tierra.
5: El orden de las órbitas celestes. Tras criticar el orden que la astronomía ptolemaica asignaba a los planetas, da el orden correcto de su alejamiento del Sol.
Pero que el Sol fuera el centro del universo y permaneciera inmóvil en lugar de la Tierra y que la Tierra girase alrededor del Sol, se oponía a la teoría geocéntrica (1) del universo, lo que provocó que la Iglesia considerara que ambas hipótesis heliocéntricas (2) eran necias y absurdas en el aspecto filosófico y también heréticas por contradecir las máximas de la Sagradas Escrituras,e incluyó dicha obra en el Index Librorum Prohibitorum ( Índice de Obras Prohibidas) hasta que fuera “corregida”
( 1) El geocentrismo es la teoría que afirma que la Tierra está inmóvil en el centro de universo , y el Sol y todos los cuerpos celestes giran a su alrededor.
La Luna, el Sol y demás estrellas son elementos celestes, perfectos y puros, que giran alrededor de la Tierra. Así lo establece el paradigma cosmológico geocéntrico que dominó Occidente durante cientos de años, desarrollado a partir de las ideas expuestas por Aristóteles en el siglo IV a. C. La clave del éxito de este modelo , que asumió la Iglesia, es que no solo concordaba con la experiencia cotidiana, sino también, con el relato literal de la Biblia.
(2) El heliocentrismo es un modelo astronómico según el cual la Tierra y 0los planetas giran alrededor del Sol que está inmóvil en el centro del universo.
A la Iglesia no le resultaba fácil aceptar una teoría que chocaba con la que había asumido como verdadera, la aristotélica, según la cual la Tierra se encontraba en el centro del Universo y los cielos la rodeaban en perfecto orden. Si la Tierra no era sino un planeta que gira alrededor del Sol, la imagen de la humanidad como el centro –también físico- de la creación divina quedaba en evidencia.
LA TIERRA PLANA
La Iglesia dice que la Tierra es plana, pero yo sé que es redonda, porque vi su sombra en la Luna. Y tengo más fe en una sombra que en la Iglesia. ( Fernando de Magallanes(1480-1521)
Actualmente miembros de la Sociedad zenética universal o de la Sociedad de la Tierra plana, sostienen que la esfericidad de la Tierra no es más que un engaño conspirativo fácil de demostrar, utilizando la Biblia y el sentido común,.
También hay quien sostiene la teoría de que la Tierra está hueca , y que a su interior se accede por dos vías de entrada situadas en ambos polos e interconectadas entre sí por cuevas y túneles a lo largo del planeta. En el interior existe un sol interior y habitan seres de diferente aspecto y características que los que habitan en el exterior. El origen de esta teoría se remonta a mitos y leyendas ancestrales que, pese a los continuos intentos de científicos a lo largo del tiempo para demostrarla, todavía no se ha encontrado ningún tipo de prueba que evidencie su validez y le dé más crédito que el que le ha dado la ficción.
Fue Eratóstenes quien reconoció la forma «esférica» de la Tierra y hasta llegó a definir la medida aproximada de su circunferencia, si bien puso en duda que se tratara de una esfera perfecta.
Elipsoide Internacional de Referencia
El elipsoide
Fue Newton quien en el siglo XVIII dedujo que que la Tierra tenía la forma de un elipsoide de rotación, es decir un esferoide ensanchado en la zona ecuatorial, de resultas de la fuerza centrífuga ejercida durante la rotación. Hoy en día, el elipsoide de rotación ( Elipsoide Internacional de Referencia) se define como la forma teórica que tomaría la Tierra si manteniendo su actual masa y movimientos, sus materiales fueran redistribuidos en capas concéntricas, la más externa de las cuales fuera un océano continuo de 2400 metros de profundidad. El elipsoide resultante tiene un diámetro ecuatorial de 12.756 km y un diámetro polar de 2.714 Km. Este cuerpo, si bien no existe, es la imagen idealizada que se utiliza para la mayoría de los cálculos geodésicos que no requieren una absoluta precisión. Para casi todos los fines, esa abstracción es conveniente ya que simplifica muchísimo los cálculos, sin apartarse en exceso de la realidad.
El geoide
Cuando pudo contarse con imágenes obtenidas por los satélites, naves y sondas espaciales, se supo que la forma de la Tierra no asimilable a cuerpos preexistentes, de modo tal, que se acuñó el término «geoide» para designarla. El concepto de geoide se materializa como la superficie de la Tierra al nivel del mar, y al nivel al que llegaría el mar en las zonas continentales, si éstas estuvieran atravesadas por túneles hipotéticos que unieran los océanos entre sí. Es lo que se ve azul en la figura.
Por cierto esta forma, también implica suavizar irregularidades locales, y sólo se usa en cálculos astronómicos y astronáuticos que requieren la mayor exactitud posible, ya que incluyen la aplicación de armónicos esféricos de alta complejidad.
Así, en la actualidad, sabemos que la Tierra tiene una superficie irregular que dista mucho de la idea de esfera perfecta de Aristóteles., y para describir su forma real primero tenemos que volver al Elipsoide Internacional de Referencia, el famoso huevo achatado en los polos ,que es la aproximación matemática, y por tanto ideal, que tenemos de ella, y es la figura geométrica más importante de todas las que pretenden explicar la forma de la Tierra. Este elipsoide no define la verdadera forma del planeta pero aun así es el que empleamos como referencia a la hora de hacer cualquier tipo de mapa, y es la superficie a la que se refieren todos los sistemas de coordenadas esféricas y todos los sistemas geodésicos de referencia como el tan utilizado GPS.
El Elipsoide Internacional de Referencia solo es una aproximación matemática ideal que no tiene en cuenta las imperfecciones de la superficie del planeta que permiten que tengamos continentes y cuencas oceánicas , y para tomarlas en consideración. Por su parte el geoide es la única aproximación física que tenemos de la figura real del planeta porque está basado en la única superficie equipotencial (de igual valor en todos sus puntos) que podemos observar del campo gravitatorio terrestre: el nivel del mar. El geoide es por tanto un cuerpo irregular con una superficie ondulada con respecto al elipsoide, con zonas más profundas que él que suelen representarse con colores fríos (azules) que se alternan con zonas más elevadas que el elipsoide y que suelen aparecer con colores cálidos (rojos). Esta ondulación, que confiere a la figura exagerada un aspecto similar al de una patata, es debida a la distribución irregular de masas en el interior del planeta y a la rotación diferencial de las distintas capas que componen el planeta (atmósfera, hidrosfera, litosfera, astenosfera…). La Tierra tiene por tanto la forma de una imperfecta patata redonda, aunque dicha forma no puede observarse visualmente .
LA FORMA VISIBLE DE LA TIERRA
La imagen superior corresponde a una fotografía de la Tierra tomada el 7 de diciembre de 1972 por la tripulación de la nave espacial Apolo 17 a una distancia de unos 29 000 kilómetros. Visualmente se presenta como una esfera "perfecta", aunque en realidad no lo es y se trata de una cuestión de escalas , ya que debido a la rotación del planeta el radio ecuatorial supera aproximadamente en 21 Km al radio polar, pero como el radio medio real del planeta es de unos 6371 km. , esos 21 Km de diferencia representan tan solo el 0.33% de variación en el radio medio del planeta, incremento insignificante que no permite que sea visible a simple vista desde el espacio , y en consecuencia que la veamos de forma esférica.
La imagen superior fue reproducida por el Explorador de la Circulación Oceánica y de Gravedad (GOCE) , no representa la forma real de la Tierra sino la forma que tendría la superficie de la Tierra si estuviera completamente cubierta por agua y solamente estuviera influenciada por la gravedad. El resultado no es una esfera lisa porque la masa no está distribuida uniformemente dentro del manto de la Tierra, ya que las diferentes partes del globo ejercen un tirón gravitatorio diferente en el océano, lo que significa que el nivel del mar es más bajo de lo esperado en algunos lugares, representado por manchas azules, y más alto de lo esperado en otros, las áreas roja y amarilla.
Pero esta visualización se ha utilizado un factor de escala (3) de 7000 para que pueda apreciarse mejor, por lo que las depresiones y las crestas en realidad son 7 000 veces más bajas o más altas, respectivamente, de lo que se muestran en la imagen. Sin esa exageración de escala visualmente la Tierra se vería como una esfera perfecta.
(3) La escala es la relación de proporción entre las dimensiones reales de un objeto y las del dibujo que lo representa. En este caso un factor de escala 1/7000 significa que un centímetro del mapa representa 7000 en la realidad.
El diámetro de la Tierra es de 12 742 km, equivalente a 12 742 000 m. La montaña más alta de la Tierra es el monte Everest, el cual tiene 8 848 metros. Haciendo el cálculo de qué porcentaje de 12 742 000 metros son 8 848 metros resulta el 0.069%, es decir la altura del Everest representa solo el 0.069% del diámetro de la Tierra, lo cual quiere decir que si bien hay ondulaciones debidas a accidentes geográficos, como montañas, valles, océanos,.... representa una cantidad tan pequeña comparada con las dimensiones de la Tierra que resultan visualmente imperceptible.
Poniendo como ejemplo un balón de fútbol de 10 u 11 cm de radio, la diferencia entre los radios ecuatoriales y polar sería de 0,37 mm (como un grano de arena), y un “monte Everest” mediría 0,15 mm de alto (apenas una mota de polvo). A simple vista todos diríamos que el balón es esférico, no deformado, y no apreciaríamos esa mota de polvo pegada al balón correspondiente al monte Everest.
Así pues, el geoide no representa la forma de la Tierra sino que se trata de una aproximación teórica para cálculos que solo se usa para cálculos astronómicos y astronáuticos de gran complejidad.
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