EL FALSO UNICORNIO Y OTROS SIMBOLISMOS ANIMALES ( Parte 2 de 2 )

LOS  ESCANDINAVOS

Durante el periodo comprendido entre finales del siglo VIII y el siglo XI, los antiguos pueblos nórdicos se encontraban asentados  en las zonas más habitables de Escandinavia (actualmente Noruega, Suecia y Dinamarca) situados generalmente en el centro y el sur y principalmente  en zonas costeras .

La ocupación habitual de sus pobladores  durante la mayor parte del año  era la agricultura y la ganadería, además de la caza y la pesca  . No eran profesionales en el arte de la guerra,   pero aunque a  diferencia de otras sociedades de la Alta Edad Media no contaban con un ejército profesional, sí poseían  armas y sabían como usarlas contra el enemigo. 

Aunque algunos pasaron varios años haciendo la guerra, ya fuese en Gran Bretaña, Francia o en Europa del Este,  no era algo frecuente, y por el contrario, lo más normal era que su actividad guerrera quedase limitada a las esporádicas luchas entre clanes o cuando puntualmente participaban  en las incursiones  de ultramar , y solo se unían a las  expediciones cuando la superpoblación,  las  tierras infértiles, y a una climatología adversa en su propio territorio no permitía alimentar a toda la población,  y no les quedaba otra alternativa  que la de sumarse a las citadas expediciones pera lograr , poniendo en riesgo su vida, el  suficiente botín que les permitiera mejorar su vida y la de su familia,  y, en caso de colonización, establecerse en tierras de suelo más fértil que el escandinavo  y de clima más benigno para el hombre y el ganado. Ello desembocó  , entre los años 789 y 11oo, en lo que sería conocida como la  Era vikinga , durante la cual  los vikingos , en la que atacaron y exploraron la mayor parte de Europa, del suroeste de Asia, de África y de la Norteamérica Nororiental.

Los vikingos

El origen más probable del término vikingo es aquel que designaba una expedición en un viaje de ultramar , que incluía la exploración, descubrimiento de nuevas rutas y colonización de nuevas tierras, y también el saqueo y pillaje tras vencer en un enfrentamiento rápido y sorpresivo a fuerzas enemigas débiles o poco organizadas.

No todos lo escandinavos eran vikingos, y muchos de ellos no participaban en las expediciones , quedándose en su granja y dedicándose a cultivar la tierra, a la cría de ganado , a la pesca y la caza y todos aquellos trabajos imprescindibles para poder vivir con la única ayuda de su clan familiar, así como al comercio en pequeña escala. 

Los berseker

Unos guerreros singulares de los vikingos eran  los berserker, que causaban el pánico de sus enemigos  lanzándose a la batalla  semidesnudos o cubiertos con simples pieles de animales, como el oso y el lobo,  gritando como animales salvajes,  sacando espuma por la boca, mordiendo el marco de hierro de sus escudos,  y destrozando todo cuando se encontrara a su alcance,  y que parecían ser insensibles al dolor y capaces de  hacer cosas sobrehumanas.  La teoría más extendida para explicar su feroz comportamiento es que antes de la batalla consumían  hongos alucinógenos, como la amanita muscaria, para entra en trance  y también  cerveza de beleño negro, una planta alucinógena, especulándose también con que consumieran cerveza contaminada por cornezuelo del centeno, un hongo con compuestos del ácido lisérgico.

La furia vikinga: el cáñamo y la amanita muscaria 

En los primeros tiempos, las expediciones de los escandinavos  constaban de pocas embarcaciones, pero paulatinamente fue aumentando su número, llegando a contar con centenares de barcos en soberbias flotas que se hacían a la mar rumbo a nuevas tierras a conquistar, realizando a partir del siglo VIII una rápida y amplia expansión. 

Los suecos cruzaron el Báltico hacia Finlandia, el lago Ladoga y Novgorod. Por el río Dnieper atravesaron Rusia hasta el mar Negro alcanzando Constantinopla y Europa Oriental. Los noruegos se dirigieron a las islas del Atlántico Norte (Hébridas, Feroe, Orcadas, Shetland e Irlanda). Después llegaron a Escocia, Islandia y hacia el año 1000, a las costas de Norteamérica, que llamaron Vinland. Los daneses invadieron Inglaterra y Frisia, surcaron el Elba hasta Hamburgo, el Rin hasta Colonia y el Sena hasta París. Tras asolar las costas de Asturias y Galicia, bajaron a Portugal, remontaron el Guadalquivir hasta Sevilla y llegaron al norte de África e Italia.

Marval -Cría, hembra y macho

EL NARVAL

El narval es una especie de cetáceo con dientes que vive diversas zonas del océano Ártico y el norte del Atlántico, que pueden alcanzar los 4,5 metros de largo y los 1.500 kilos de peso, cuyos machos , y un reducido número de hembras, presentan la particularidad de desarrollar uno de sus dos colmillos en forma de un enorme colmillo modificado retorcido de manera helicoidal que se asemeja a un gran cuerno, que sobresale a través del maxilar izquierdo y la piel del rostro y que puede alcanzar en machos adultos hasta los dos metros de longitud, mucho más reducida en las pocas hembras de que lo poseen.

Colmillo de narval

Sobre la función del citado colmillo han sido planteadas varias hipótesis: como defensa ante ataques de otros animales , como osos polares y orcas; como arma para la pelea entre machos rivales; para crear torbellinos en bancos de peces para golpearlos y aturdirlos antes de capturarlos ; como instrumento para perforar el hielo superficial para hacer respiradores para poder obtener oxígeno. ; como elemento sexual secundario para atracción de las hembras (los científicos han encontrado una clara relación entre la masa de los testículos y la longitud del colmillo, resultando que a mayores testículos, mayor era la longitud del cuerno. Por lo tanto el colmillo podría jugar un papel importante en la selección sexual, indicando a las hembras qué machos tienden a ser los más fértiles), o incluso como sensor de las condiciones de temperatura y salinidad del agua o detención de sustancias en la misma.

La función de sensor se justifica se justifica por las características del colmillo modificado, que a diferencia de otras piezas dentales no está recubierto de esmalte, es poroso y hay canales repartidos por toda la capa externa del colmillo que permiten al agua de mar penetrar en el interior del diente avanzando por una especie de túbulos hasta su base, donde se excitan las terminaciones nerviosas de la pulpa dental. Esas terminaciones envían al cerebro una serie de señales sobre las características del agua que se ha filtrado , como la salinidad , la temperatura o la presencia de sustanciasen el agua que eventualmente le ayudarían a detectar posibles presas.

Como en general el citado colmillo modificado los poseen todos los machos, y solo el 15% de las hembras ,sigue siendo una incógnita si realmente las funciones descritas tienen una importancia vital para el narval, ya que no es entendible que el dimorfismo sexual prive a la hembra de un órgano sensorial que les ayudaría a sobrevivir y a conseguir alimentos.

VÍDEO: El narval: el unicornio marino

LOS ESCANDINAVOS Y EL COMERCIO DEL NARVAL

El dominio de los mares por los escandinavos se suele establecer entre los siglos VIII y X, y fueron protagonistas de la primera expansión marítima europea en el Atlántico Norte, colonizando Islandia en el año 874 , y Groenlandia hacia el 985. Eran expertos y hábiles comerciantes  , que  haciendo uso de sus naves de alta mar y su maestría en la navegación  , durante más de doscientos años dominaron las rutas comerciales de larga distancia del norte de Europa , vendiendo materias  primas muy solicitadas como pieles, plumas y plumones, madera y alquitrán, mineral de hierro, esquistos para hacer piedras de afilar (para afilar hojas), esteatita para los recipientes de cocina, pescado salado, pieles de foca y marfil de morsa y  ámbar encontrado en las costas del mar Báltico. También a ellos se debe la venta de objeto que resultaría ser  de gran valor  :el colmillo de narval.

Los marineros y navegantes de Escandinavia , que cazaban en las aguas bravas del Círculo Ártico , algo que nunca había hecho ningún otro europeo, conocían bien a los narvales, sus presas, y no los confundían con el mítico y  fantasioso unicornio medieval , a cuyo cuerno se le atribuían extraordinarias propiedades. 

Sabían  que el cuerno de unicornio  tenía una gran demanda y que se pagaban cantidades fabulosas por él, así que aprovecharon la ignorancia medieval sobre el desconocido narval para realizar un gran negocio, vendiendo los colmillos del narval como si fueran del fabuloso cuerno del mítico unicornio terrestre.

La imagen tradicional del unicornio cambió durante la era de los descubrimientos, en los siglos XV y XVI , cuando navegantes y naturalistas comenzaron a explorar el Ártico , asegurando haber visto en aguas de América del Norte animales marinos semejantes al unicornio terrestre,  difundiendo la creencia de que en sus aguas del Ártico había unicornios marinos , que finalmente resultarían ser los abundantes narvales, que ya cazaban desde hacía siglos los Inuit , encargándose los daneses  de la comercialización de los colmillos.

No obstante, el negocio del comercio de cuernos de unicornio se mantuvo durante el Renacimiento y los escandinavos siguieron cortando colmillos de narval , el "unicornio marino", vendiéndolos a precios astronómicos sin revelar nunca su origen.

Fragmento de "Carta marina" -Olaus Magnus / Detalle del monoceros

El primero en mencionar a ese "unicornio marino" fue el escritor y eclesiástico sueco Olaus Magnus , quien en su obra principal, Historia de gentibus septentrionalibus , escribió en 22 libros sobre la geografía, tradiciones, costumbres, asuntos eclesiásticos y legales de los pueblos escandinavos y publicado en 1555 en Roma  , describe un animal llamado monoceros ( animal de un solo cuerno) del que dice es ""un monstruo marino con un gran cuerno en la frente, con el que embiste los navíos que le salen al paso y los hunde. La bondad divina ha querido que sea una bestia tarda y muy lenta, de suerte que los marinos al verla pueden escapar fácilmente".

En 1577, cuando el navegante explorador inglés Martin Frobisher se encontraba en los confines del norte de Canadá y  mientras inspeccionaban las islas cercanas a la costa, se encontró con algo sorprendente para él:  un pez unicornio, escribiendo en su diario: "En otra pequeña isla aquí también se encontró un gran pez muerto, que, como parece, había sido cubierto con hielo, y estaba en proporción redonda como una marsopa, de unos doce pies de largo,, con un cuerno de dos yardas de largo que sale del hocico o de las fosas nasales. Este cuerno está enroscado y es recto, como si fuera un cono hecho de cera, y realmente se puede pensar que es el unicornio marino ". Cuando Frobisher regresó a Inglaterra, le presentó el cuerno a la reina Isabel, quien ordenó que se guardara con las joyas de la corona

En 1593 Cornelis de Jode publicó en Amberes su famoso atlas Speculum orbis terrarum, dibujando sobre los mares cercanos al polo Norte un extraño animal: un caballo con cola de pez y un largo cuerno en la frente.

Ambroise Paré

Sin embargo  había muchos escépticos que sospechaban sobre la existencia del unicornio y del poder de su cuerno, entre ellos, Ambroise Paré, enfrentado a la ignorancia popular y científica y/o  la conveniencia de algunos comerciantes.  

Ambroise Paré  (1510-1590), barbero cirujano francés considerado como uno de los padres de la cirugía moderna,  que tuvo acceso a cuernos de unicornio como médico, entre otros reyes, de Enrique II de Francia y de su esposa, Catalina de Médicis, recordada como inventora de los tacones altos del zapato femenino y, de manera menos inocua, como envenenadora política en sus años tardíos. Como regalo por la boda de la pareja real, el propio Papa Clemente VII regaló al padre del rey un trozo de cuerno de unicornio.

Como los ricos y famosos temen a timadores y estafadores, circulaba entre ellos una serie de absurdas pruebas que recomendaban diversos autores para comprobar la «genuinidad» del cuerno de unicornio antes de entregar oro a cambio de él. Paré se dedicó a comprobar la eficacia de dichas pruebas con diversos trozos de cuernos de unicornio supuestamente genuinos, que no dieron resultado alguno: cuando se acercaban al cuerno plantas venenosas, éstas no se marchitaban y estallaban; cuando se remojaba el cuerno en agua, ésta no entraba en ebullición; cuando se ponía con escorpiones o arañas, los artrópodos no parecían impresionarse,..... .

Los resultados de su estudio sobre el cuerno del unicornio fueron publicados por Ambroise Paré en Des monstres et prodiges que contenía un "Discurso sobre el Unicornio" en donde resumía las particularidades del mítico ser, empezando por las numerosas y diversas descripciones que pretenden retratarlo, y siguiendo con las muy distintas prácticas terapéuticas contradictorios recomendadas para su uso, desde consumirlo en polvo o en agua en la que se hubiera remojado hasta colocarlo «cerca» del punto de entrada del veneno, considerando historias imposibles los  relatos sobre príncipes indios que vivían sin enfermedad alguna por beber en copas de cuerno de unicornio. 

Así, además de hacer una valiosa historia natural del unicornio y un esmerado análisis de los muchos animales que podrían haber contribuido a la leyenda (incluidos el narval, el rinoceronte y el pez sierra), así como presentar los argumentos de autoridad indispensables en las obras de la época, Paré ofrece lo esencial: «Aseguro, después de haberlo probado varias veces, no haber conocido jamás ningún efecto del cuerno pretendidamente de unicornio». Y, dice a los que puedan dudar de él: «Si alguno no desea creerme, que haga los experimentos como yo, y conocerá la verdad contra la mentira». 

Algunos , para seguir defendiendo su negocio, como única respuesta se inventaron que las propiedades mágicas del cuerno desaparecían si se dudaba de ellas haciendo pruebas con él, y de ahí el resultado negativo de las mismas. 

No obstante, a fines del siglo XVI, el valor medicinal del cuerno de unicornio  comenzó a cuestionarse, creyéndose que algunos  tipos de productos similares a cuernos contenían  propiedades extraordinarias , afirmando algunos textos que el colmillo de morsa era aún más poderoso . Tales comparaciones amenazaron aún más el elevado estatus del unicornio, ya que las sospechas sobre su origen ocasionaron  que los eruditos en el sur de Europa comenzaron a cuestionar si el “cuerno de unicornio” era realmente todo lo que se había dicho que era., y en el siglo XVII, la existencia del Unicornio era un serio tema de controversia, ya que era mucho más que un animal fantástico, siendo la base de todo un cuerpo de literatura académica y un lucrativo mercado internacional de productos farmacéuticos, tanto recreativos como medicinales. El caso es que a pesar de lo sostenido por Paré en el siglo XVI, el cuerno de unicornio no desaparecería de la farmacopea europea hasta 200 años después.

Caspar Bartholin

En 1613,  CasparBartholin . antes de de ser profesor de medicina en la Universidad de Copenhague en Dinamarca., y que había viajado mucho   por los Países Bajos, Inglaterra, Francia y Alemania,  visitando los Gabinetes  de maravillas más ilustres de Europa , concluyó al examinar  los cuernos de unicornio presentes en estas colecciones, que no podían ser apéndices derivados de antílopes o caballos, y que debían ser marinos. 

Pero aunque Caspar estaba demasiado familiarizado con el narval como para no haber notado la similitud entre sus cuernos y el de los alicornios,  evitó establecer un vínculo directo entre ellos, con objeto de no intervenir en el gran negocio que se desarrollaba con el comercio de los cuernos.

Gabinete de curiosidades- Diente de narval en la imagen inferior

Ole Worm

El aumento  del número de expediciones al Ártico , y los sucesivos hallazgos sobre el unicornio indujo a los  estudiosos a analizar a fondo la cuestión. Se considera que el médico danés Ole Worm fue el primero en afirmar, en una obra publicada en 1638, que los cuernos como los que había traído Frobisher no pertenecían al fantástico unicornio de mar, sino a un animal marino real: el narval. En 1676, el médico alemán Paul Ludwig Sachs dedicó al tema un extenso tratado, titulado Monocerologia, "La ciencia del unicornio".

Ole Worm recibió el título de Doctor en Medicina por la Universidad de Basilea en 1611 y el título de Maestro en Artes por la Universidad de Copenhague en 1617. El resto de su carrera académica lo realizó en Copenhague, donde enseñó latín, griego, medicina y física, y fue el médico personal del rey Christian V de Dinamarca. Era además un prestigiosos naturalista y coleccionista , recogiendo una gran colección en su "Gabinete de curiosidades" que incluía desde artefactos nativos del Nuevo Mundo a animales disecados o fósiles que eran objeto de estudio por su parte, y entre ellos el unicornio.

En 1636, al comparar sistemáticamente los esqueletos de los narvales con los cuernos de marfil retorcidos vendidos como cuernos de unicornio en Europa, demostró que eran uno y lo mismo: los cuernos de unicornio  solo podían ser los extraños y únicos dientes emergentes de un animal marino: el narval. Se ponía así en en duda las descripciones realizadas por los autores clásicos, sobre la existencia de unicornios terrestres , así como sus propiedades mágicas y medicinales.

Dedujo que los unicornios no existían y que los supuestos cuernos de unicornio eran en realidad de narval. Al mismo tiempo sin embargo, se preguntaba si las supuestas propiedades como antídoto asociadas a los cuernos de unicornio seguían siendo ciertas, y para averiguarlo realizó primitivos experimentos en los que envenenaba animales domésticos y luego les proporcionaba cuerno de narval (el veneno debió ser muy suave puesto que informó de que los animales se recuperaban), lo cual daba al cuerno , en contra de los sostenido por Ambroise Paré, propiedades contra el veneno.

Caspar Bartholin,  Ole Worm y Thomas Bartholin

Caspar Bartholin, su cuñado Ole Worm y su hijo Thomas Bartholin eran un trío de eruditos y médicos escandinavos que se encargaron de estudiar al unicornio  y sus supuestos poderes medicinales. El trabajo culminó con la publicación de Thomas Bartholin de De Unicornu Observationes Novae (Nuevas observaciones sobre el unicornio) en 1645 , que se reeditaría en 1678 con detalladas ilustraciones, intentando demostrar que los unicornios "reales" existían , pero que no eran los animales terrestres que se creía ,sino criaturas marinas con un largo cuerno, en realidad un diente: los narvales, pero que su "cuerno" poseía las virtudes medicinales que se le atribuían, al igual que había dicho anteriormente Ole Worm, protegiendo así el  valor de un medicamento que los Bartholins, como médicos, podían continuar administrando a un gran costo para sus pacientes, y al mismo tiempo, protegiendo el valioso comercio escandinavo de cuernos de narval, que era importante para la economía danesa. Así, el humilde narval , afirmadas sus propiedades mágicas, se reinventó como el “Unicornio de Groenlandia”. En cierto sentido, fue un ejercicio de cambio de marca: el humilde narval, afirmadas sus propiedades mágicas, se reinventó como el “Unicornio de Groenlandia”.

La transformación de animal  terrestre a bestia marina es uno de los muchos cambios que el significado de "unicornio" ha sufrido con el tiempo. Durante un corto tiempo en el siglo XVII, el "Unicornio de Groenlandia", una extraña criatura del mar del norte que pocos europeos habían visto, desplazó a sus oscuros primos con pezuñas en Asia como la fuente de los maravillosos y colmillos en espiral valorados por coleccionistas y médicos.  Thomas Bartholin mantuvo la fe popular en la potencia del cuerno del narval  hasta principios del siglo XVIII, cuando los farmacéuticos se desencantaron y experimentos más confiables demostraron que el polvo no tenía las propiedades que se le suponían para curar enfermedades o proteger contra el veneno. 

Por su parte, en  Systema Naturae (1735), el taxonomista más prominente de la historia, Carl Linnaeus rechaza la existencia del "Unicornio de Groenlandia" (aunque el nombre científico del narval sigue siendo "Unicornu groenlandicus"). Aún así, hubo un momento en que los unicornios existían tanto en el mar como en la tierra, antes de que la magia medicinal de sus cuernos se disipara y pasaran a formar parte de la pura fábula.

Fuentes: El bestiario de cristo ( I y II) - Louis Charbonneau Lassay- Jose Olañeta Editor / http://bestiary.ca/ Los hombres del Norte - Jhon Haywood - Editorial Ariel /https://blogcatedranaval.com/ https://publicdomainreview.org