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6 de junio de 2021

EL GATO DE LA FORTUNA

El gato que invita a entrar (maneki-neko ,en japonés) , también conocido como gato de la fortuna, utilizado como talismán de la buena suerte, suele ser una figurita de porcelana (de madera los ejemplos más antiguos), plástico o resina que se presenta pintada en varios colores , cada uno de los cuales le otorgan diferentes propiedades como talismán. 

En la forma más popular, el gato aparece siempre en una postura específica y estilizada, sentado recto con una pata delantera levantada en actitud de llamada, con unas pequeñas manchas negras en su pelaje blanco y con una corta cola. También dispone de un collar con cascabel con el ojetivo de ahuyentar a los malos espíritus y una moneda japonesa antigua llamada “koban”.

La figura suele colocarse en la entrada de casas o locales, como invitación  a entrar.


En las versiones originales de porcelana, la pata solía estar siempre levantada, aunque en las nuevas versiones de plástico o resina la pata suele moverse mecánicamente de arriba abajo. También la altura a la que la pata es alzada puede variar de una figurs a otra. Se dice que cuanto más alta sea esta, la llamada del gato atraerá a los clientes desde mayor distancia.

Si se lleva junto al cuerpo, el gato que hace señas tiene una doble función: atrae la buena suerte hacia su propietario y le protege contra la mala suerte. Se dice que una figura del gato que hace señas atada a la cintura protege a quien la lleva del dolor y los problemas de salud. En ausencia de una imagen, incluso el símbolo escrito del gato por si solo se considera dotado de valor protector.
Gato japonés Bobtail

El gato representado es el ‘bobtail” japonés, (rabicorto o de rabo corto) , que presenta la particularidad de que apenas tiene cola, de una longitud máxima de 12 centímetros que se enroscan creando una especie de pompón con su pelo en varias direcciones.

Actualmente las estatuillas del gato van acompañadas de un escrito en el que se dice al comprador:
Gracias por comprar nuestro gato de la suerte. Desde hace mucho tiempo se cuentan historias sobre el gato de la suerte que levanta la pata derecha o la izquierda, mirando de frente a la manera japonesa. Está haciendo señas, invitando a los clientes a entrar en un negocio si levanta la pata izquierda e invitando a la prosperidad al entrar (en la casa) si levanta la pata derecha. El gato blanco llama a la felicidad, mientras que el dorado hace señas a la prosperidad. El gato negro hará señas a la buena salud. Ponga su gato de la suerte a la entrada de la casa y en los escaparates de la tienda y alegre su día. 

Existen varias leyendas sobre el origen del gato que hace señas :

Aunque el templo de Gotokuji era muy pobre, y los monjes pasaban hambre, compartían su comida con el gato que tenían. Un día el gato estaba sentado al borde del camino que pasaba junto al templo cuando se presentó un grupo de ricos samuráis. El gato les hizo señas y ellos le siguieron. Tan pronto como los samuráis entraron en el edificio, se desencadenó una terrible tormenta. Un rayo cayó en la tierra , en el lugar exacto que ocupaban los samuráis antes de seguir al gato al interior del templo. El gato les había salvado la vida, por lo que se mostraron inmensamente agradecidos. La intensa lluvia les obligó resguardarse durante un buen rato y pasaron el rato aprendiendo la filosofía budista. Más adelante uno de los samuráis regresó para recibir instrucción religiosa y finalmente dotó al templo de una extensa propiedad. Sus familiares fueron enterrados allí, y cerca de sus tumbas se construyó un pequeño santuario felino en memoria del gato que hizo señas y salvó la vida de los samuráis.
Un rico señor feudal que fue sorprendido por una tormenta mientras cazaba y se refugió bajo un gran árbol que se encontraba cerca del templo es donde vivía un sacerdote muy pobre, pero que aun así, compartía la escasa comida que tenía con su gata Tama. Mientras esperaba a que amainara la tormenta, el hombre vio que una gata de color blanco, negro y marrón, le hacía señas para que se acercara a la puerta del templo. Tal fue su asombro que dejó el refugio que le ofrecía el árbol y se acercó para ver de cerca a tan singular gata. en ese momento, un rayo cayó sobre el árbol que le había dado cobijo.
Agradecido, el señor feudal , financió las reparaciones del templo y éste prosperó, con lo que el sacerdote y su gato nunca volvieron a pasar hambre. Tras su muerte, Tama recibió un solemne y cariñoso entierro en el cementerio para gatos del templo Goutokuji, y se creó el maneki neko en su honor.  
Una famosa mujer de Yoshiwara iba a ser atacada por una peligrosa serpiente. Su gato favorito vio el peligro e intentó prevenirla levantando la pata, pero perdió la vida en el intento. La mujer mandó tallar una efigie del gato en madera, y las copias de estas figuras se hicieron populares como amuletos de la suerte para proteger a sus propietarios del peligro. 
VÍDEO: El templo de Gotokuji

El templo Gotokuji sigue existiendo, pero ha sido devorado por el crecimiento urbano de Tokyo hacia el oeste. Pese a ello, sigue siendo un centro popular para quienes desean rezar por sus gatos, y el santuario felino se encuentra siempre engalanado con ofrendas. La raza de gatos llamada rabicorto japonés se identifica ahora estrechamente con el gato que hace señas, y se piensa que poseer uno trae buena suerte. 


Los maneki-neko se presentan en varios colores, cada uno de los cuales da un tipo particular de buena suerte: 

Tricolor (blanco, negro y naranja). tradicionalmente es el gato que más suerte da, y se dice que trae fortuna a los viajeros.

Verde: atrae la salud y seguridad en el hogar y los buenos resultados en los estudios.

Blanco: pureza, cosas buenas por venir.

Plata o dorado: suerte en los negocios.

Azul: cumplir los sueños. cuidado.

Rojo: éxito en el amor y/o ahuyenta lo malo.

Amarillo: economía.

Negro: evitar la mala suerte y aumentar la felicidad.

Rosa: elegir a la persona con quien contraer matrimonio.

Violeta: ayuda a los estudiantes a prosperar en sus estudios y para que los recién graduados, licenciados, doctorados encuentren trabajo en aquello para lo que han estudiado. 


China dispone de su propia leyenda sobre el gato de la suerte: el gato del gusano de seda (zhaocai mao en chino).

Dice la leyenda que hubo un tiempo en China en que por orden del emperador se prohibió que los gatos trabajaran para el hombre. De esta manera, la industria de la seda, que era de gran importancia, comenzó a sufrir, debido a que los gatos no cazaban y los ratones destruían los capullos de seda y los gusanos. Para proteger su negocio , los criadores de gusanocolocaron en sus locales pequeñas esculturas de este gato, con la creencia de que su presencia tendría el poder de ahuyentar a las ratas que a menudo acosaban a los agricultores. Cuando el Emperador constató los daños a los negocios y la evidente ineficacia de los zhaocai mao, revocó su ley y los gatos volvieron a trabajar como cazadores. 

Fuentes: https://www.nationalgeographic.com / https://kodachy.wordpress.com/  https://japonismo.com /Guardianes del cuerpo - Desmond Morris -Editorial Plaza & Janés

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