TRADUCTOR

9 de julio de 2021

EL OLOR DEL TIEMPO

El reloj de incienso  es un dispositivo de cronometraje indio  que fue popularizado por China  durante la dinastía Song ( 960-1279) y se extendió a los países vecinos del este de Asia, como Japón y Corea . 

Esos relojes son incensarios  especializados que contienen incienso, en varitas o en polvo que han sido fabricados y calibrados a una velocidad de combustión conocida y el tiempo necesario para ello, utilizados comúnmente para para medir minutos, horas o días en los hogares y templos.

Relojes de incienso con avisos

Algunos de estos relojes disponían de hilos con unos pesos en sus extremos situados a  intervalos regulares (intervalos de tiempo) .  Cuando el hilo que los  sujetaba era consumido por el incienso ardiente, los pesos caían en una bandeja o gong situada debajo, produciendo un sonido que  significaba  que habían transcurrido las cantidades  de tiempo establecidas.   
Por ejemplo, si  un literato chino había organizado un encuentro de poesía entre amigos, y cada uno debía componer un poema en un tiempo limitado, era suficiente con  coger un bastoncillo de incienso y atarle una campanilla de modo que, cuando el incienso se hubiese consumido hasta la altura del hilo que sujetaba la campanilla, ésta caería y el sonido anunciaría a los participantes que su turno había terminado.
Las varillas de incienso podían  ser rectas o en espiral; las en espiral eran más largos y, por lo tanto, estaban destinados a largos períodos de uso y, a menudo, colgaban de los techos de casas y templos.  De hecho, uno de los trabajos secundarios del cronometrador en las antiguas ciudades chinas para su venta al público era marcar incienso calibrándolo con líneas individuales para indicar la longitud de la quemadura establecida para un tiempo determinado. 

En la medicina china los  médicos harían múltiples pausas parciales en una varilla de incienso como instrucciones para el paciente, de modo que el paciente tomara una dosis de medicamento cada vez que el incienso se quemara en una de esas pausas.

Caja para senko-dokei

En Japón, a una geisha  se le pagaba por la cantidad de senko-dokei (relojes de incienso) que se habían consumido mientras ella estaba presente, una práctica que continuó hasta 1924.
“Antiguamente (…) cada vez que una geisha llegaba a una fiesta para divertir al anfitrión y sus invitados, la dueña de la casa de té encendía un palito de incienso de una hora de duración —que se llama ohana o “flor”—. Los honorarios de las geishas estaban basados en cuántos palitos de incienso se habían quemado para cuando se marchaban.”
Memorias de una geisha-Arthur Golden 
En realidad, los bastoncillo de incienso citados en la novela que se empleaban en las okiya (casas de geisha) ardían durante media hora. Se colocaban en un dispositivo especial, a menudo hecho en madera de sugi, con dos filas de agujeros en su parte superior para sostener los bastoncillos, y con un cajón donde se guardaba el incienso.

Sello para incienso en polvo
Lo llamaban sello de incienso (hsiang yin), porque su forma recordaba a los caracteres chinos empleados en los sellos caligráficos, y funcionaba de la siguiente forma…La plantilla metálica de estarcido permitiría “dibujar” el sendero (marcado en negro en el gráfico) sobre la ceniza; existían muchos patrones distintos, pero este corresponde a un modelo llamado “Cinco Nubes Auspiciosas”.
Los relojes con sellos de incienso son esencialmente incensarios especializados, que funcionan a través de líneas ardientes de sellos de  incienso en polvo, y  eran comunes en China,  produciéndose en menor número en Japón.  . Fueron utilizados para ocasiones y eventos similares al reloj de incienso. Si bien los propósitos religiosos eran de importancia primordial, estos relojes también eran populares en reuniones sociales y fueron utilizados por intelectuales y eruditos chinos.  El sello era un disco de madera o piedra con una o más ranuras grabadas  en las que se colocaba incienso.

Para señalar el paso de un período de tiempo determinado, podían colocarse pequeños trozos de maderas fragantes, resinas o incienso de diferente aroma en los senderos de polvo de incienso, que a medida que se consumían indicaban el  tiempo según el olor percibido. 

En templos japoneses se añadían marcadores horarios a lo largo del sendero de incienso; en la mayoría de ocasiones eran pequeñas piezas de bambú, pero a veces empleaban pastillas de incienso duro, cada una de ellas mezclada según distinta receta. Así, un monje meditando durante horas junto al sello de incienso con marcadores de olor, diferentes cambios aromáticos le estarían indicando en forma hermosa y sutil el tiempo transcurrido.

Los diferentes relojes de incienso en polvo usaban diferentes formulaciones de incienso, dependiendo de cómo se distribuyera el reloj. La longitud del rastro de incienso, directamente relacionada con el tamaño del sello, fue el factor principal para determinar cuánto duraría el reloj, que podían ser horas o días. 

Si bien los primeros sellos de incienso estaban hechos de madera o piedra, los chinos introdujeron gradualmente discos de metal, probablemente a partir de la dinastía Song . A menudo estaban hechos de paktong en forma de pequeñas cajas de varios niveles con tapas perforadas estampadas. Los relojes de incienso en polvo de oro y plata se consideran bastante raros. Esto permitió a los artesanos crear más fácilmente sellos grandes y pequeños, así como diseñarlos y decorarlos de manera más estética. Otra ventaja fue la capacidad de variar las trayectorias de las ranuras, para permitir el cambio de duración de los días en el año. A medida que los sellos más pequeños se volvieron más disponibles, los relojes aumentaron en popularidad entre los chinos y, a menudo, se regalaban. 

El uso de relojes con sellos de incienso requiere un período de preparación. Primero se coloca una fina capa de ceniza de madera blanca húmeda en un recipiente pequeño, se aplana y se compacta ligeramente. Los sellos que tenían la forma de plantillas de metal estampadas simplemente se colocaban sobre la ceniza mientras se vertía el polvo de incienso sobre ella. Después de una ligera compactación del polvo de incienso mediante un pisón, al levantar el sello de metal se forma un largo rastro de polvo de incienso que se ha enmascarado sobre la ceniza. Otros sellos tienen un patrón sobresaliente que crea una hendidura negativa en la ceniza de madera. El polvo de incienso se vierte con cuidado en la hendidura de la ceniza y luego se vuelve a compactar con el sello. 

Para un correcto funcionamiento del sello de incienso debían emplearse los ingredientes adecuados para elaborar la mezcla de incienso; ya que si no era así, el polvo no ardería de forma uniforme. En varios tratados sobre el tema se advierte que no se deben emplear inciensos en polvo que contengan, por ejemplo, Pistacia khinjuk (pariente del pistacho o del lentisco) o Acronychia laurifolia (de la familia de la ruda y los cítricos), “porque son oleosos, líquidos y hacen burbujas”.

Por otro lado, hallamos muchas recetas con aromáticos que no eran nativos de la China sino que llegaban de tierras lejanas, como el sándalo , alcanfor, clavos de olor , la preciosa madera de agáloco o incluso el olíbano.

Sin embargo, las cosas cambian con el tiempo. Las casas de geishas dejaron de emplear bastones de incienso en los años veinte del siglo pasado,  y salvo eruditos tradicionales y monjes de Oriente que todavía usan estos relojes de incienso por motivos estéticos y para evocar estados de ánimo, ya no se usan como medida del tiempo. Las maravillas mecánicas de engranajes y ruedecillas han convertido el paso del tiempo en algo que vemos, las manecillas del reloj que dan vueltas a horas y minutos, o en algo que oímos, como el sonido de una alarma o el tañer de una campana. Hemos entrenado nuestros sentidos para percibir el tiempo con la vista y el oído, pero hemos perdido para siempre el olor de ese tiempo. 
Fuentes: https://es.xcv.wik / https://theplanthunter.com.au /La invención del mundo vegetal -Aina S. Erice -Editorial Ariel

No hay comentarios:

Publicar un comentario