LOS EVANGELIOS CANÓNICOS Y LA "INTERVENCIÓN DIVINA"
No existe ninguna prueba de la forma en que murió Cristo ni tampoco cual fue el método de la crucifixión , ya que todas las referencias se basan en documentos escritos de escasa fiabilidad y no del análisis del cuerpo físico o de sus restos. En este sentido, la credibilidad de cualquier discusión sobre la muerte de Jesús es determinada básicamente por la credibilidad de las fuentes, en este caso los cuatro Evangelios canónicos ( Mateo, Marcos, Lucas y Juan) , que no se pueden tomar como fiables ya que se trata de relatos filosóficos y religiosos, redactados a tal fin y no con finalidad histórica, que han llegado hasta nosotros tras numerosas modificaciones y que presentan evidentes contradicciones entre ellos. Primero circularon como relatos orales, y se escribieron décadas después. Recordemos también que había que copiarlos a mano, y no siempre se hacían copias realmente fieles al texto original, mucho menos si había que traducirlos a otra lengua.
Icono conmemorativo del Primer Concilio de Nicea
A esa poca fiabilidad contribuye la más que sospechosa elección de estos esos cuatro evangelios en el Primer Concilio de Nicea , que se ocupó de decidir cuales de entre los numerosos Evangelios existentes hasta entonces estaban realmente inspirados por Dios. Así, el citado Concilio permitió quitar de enmedio 266 evangelios , poniendo los 270 evangelios disponibles en un salón del Concilio , y confiando en que sería la "intervención divina" quien eligiría los verdaderos entre todos ellos, existiendo cuatro versiones sobre la sorprendente forma en que realizó la milagrosa elección:
1. Tras cerrar con llave la puerta del Salón en donde se colocaron todos los evangelios disponibles, los obispos se retiraron para rezar durante toda la noche . "Milagrosamente ", como ocurre en otras muchas incomprensibles cuestiones religiosas, a la mañana siguiente los evangelios de Mateo,Marcos, Lucas y Juan había volado solos para situarse sobre el altar.
2. Se colocaron los evangelios en competición sobre el altar y los apócrifos (3) cayeron al suelo mientras que los canónicos no se movieron en absoluto.
3. Se eligieron los cuatro evangelios canónicos y se pusieron sobre el altar y se conminó a Dios a que si había alguna sóla palabra falsa en ellos cayeran al suelo. Cosa que no sucedió con ninguno.
4. Penetró en el recinto de Nicea el Espíritu Santo, en forma de paloma, y posándose en el hombro de cada obispo les susurró qué evangelios eran los auténticos y cuáles los apócrifos.
resultando de todo ello que fueran elegidos como verdaderos los evangelios de los evangelistas Mateo, Marcos, Lucas y Juan , siendo conocidos como Evangelios canónicos (1), pasando el resto descartado a ser considerados Evangelios apócrifos (2 ) :
Mateo ( Ángel / hombre con alas) -- Lucas ( Buey) -- Marcos (León) -- Juan ( Águila)
(1) Evangelios canónicos: Son los cuatro Evangelios de Mateo,Marcos, Lucas y Juan, que a finales del siglo IV, fueron oficialmente reconocidos por la Iglesia como dogma de fe (*), aceptados ampliamente como parte integral de los 27 textos que constituyen el Nuevo Testamento y que junto con el Antiguo Testamento, forman el Canon de las Sagradas Escrituras cristianas (conjunto de libros que son aceptados por la Iglesia como texto sagrado de inspiración divina).
(*) Dogma de fe es una verdad que pertenece al campo de la fe o de la moral, que ha sido revelada por Dios, transmitida desde los Apóstoles ya a través de la Escritura, ya de la Tradición, y propuesta por la Iglesia para su aceptación por parte de los fieles. Por ello un dogma es una verdad absoluta, definitiva, inmutable, infalible, irrevocable, incuestionable y absolutamente segura sobre la cual no puede flotar ninguna duda. Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado, ni por el Papa ni por decisión conciliar. Por eso, los dogmas constituyen la base inalterable de toda la Doctrina católica y cualquier católico está obligado a adherir, aceptar y creer en los dogmas de una manera irrevocable.
Por ejemplo es dogma de fe utilizado por la Iglesia para justificar el relato bíblico, y que reume los principales 21 dogmas o las verdades de fe de obligada aceptación, lo relatado en Credo de los Apóstoles:
"Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de María la Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén."
(2) Evangelios apócrifos: Para el cristianismo actual, los únicos evangelios oficiales o canónicos son los de Marcos, Mateo, Juan y Lucas. Estos son, en efecto, los testimonios más antiguos sobre la vida de Cristo, escritos a finales el siglo I, y desde finales del siglo II fueron reconocidos como los únicos válidos. Pero desde una época muy antigua circularon junto a ellos otros textos similares, que recogían episodios diversos de la vida de Jesús, muchos no coincidentes con la versión canónica. Estos fueron denominados evangelios "apócrifos", es decir, "ocultos", en alusión a que eran considerados de origen dudoso o incluso constituían falsificaciones de los evangelios "auténticos". Se conservan en total unos cincuenta evangelios apócrifos: los gnósticos, los que hablan de la natividad, la infancia o la pasión de Cristo, los que abordan la muerte de la Virgen..., y en ellos se relata la forma en que se comprendió el cristianismo en los primeros siglos de su historia y, en particular, la figura de Jesús, ofreciendo diferencias muy notables tanto en forma como el contenido con los canónicos.
Sobrenatural o no, lo cierto es que el responsable de la "intervención divina" debió de haber ponderado mejor la elección de estos cuatro evangelios, pues los escogidos , denominados canónicos, incurren en abundantes contradicciones lo que hace imposible que sean, por llamarlo de alguna manera, fiables. Por ejemplo, en el evangelio de Mateo se afirma que el nacimiento de Jesús fue dos años antes de la muerte de Herodes, mientras que si es a Lucas a quien tenemos que hacer caso, Herodes llevaría nueve años muerto en el momento del nacimiento de Cristo. Esas y otras muchas constradicciones no impidieron que la posesión y difusión de cualquiera de los 266 evangelios descarcartos fuera tipificado como un delito capital , y que ocasionaran la muerte de numerosos cristianos durante los tres años siguientes a la finalización del Concilio.
LA CRUCIFIXIÓN
“Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron”. (Mateo 27:35).
“Después lo crucificaron. Los soldados se repartieron sus vestiduras, sorteándolas para ver qué le tocaba a cada uno”. (Marcos 15:25).
“Cuando llegaron al lugar llamado 'del Cráneo', lo crucificaron junto con los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda”. (Lucas 23:33).
“Allí lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado y Jesús en el medio”. (Juan 19:18).
Es lo que se dice en los Evangelios canónicos en relación a la crucifixión de Jesucristo, sin referirse en ningún momento al modo en el que se realizó dicha crucifixión.
Jesús estaba acusado de dos delitos, uno religioso y otro político. Desde el punto de vista de la Ley judía había incurrido en blasfemia, lo que se castigaba con la muerte por lapidación, que al tratarse de un tema religioso era competencia judía . Caifás y el Sanedrín desviaron el caso de Jesús a los romanos, acusándo a Jesús de sedición , delito político, de competencia exclusiva romana , penado con muerte en la cruz según su legislación. La crucifixión se utilizaba como castigo para delitos graves, para los esclavos que atentaban contra la vida de sus amos y los que participaban en rebeliones, para los criminales de más baja escala social y a todos aquellos que no eran ciudadanos del Imperio, así como para castigar a los enemigos del Estado por el delito de sedición, desafío al poder de Roma o insurrección contra el Estado, penados con la crucifixión que un gobernante romano como Poncio Pilatos no dudó en aplicar. Esta última es la razón por la que, según los evangelios, los romanos condenaron a Jesús: como Rey de los Judíos, Cristo estaba desafiando la supremacía imperial romana.
La forma en que supuestamente habría sido crucificado Cristo atendiendo a restos arqueológicos de ejecutados por el método de crucifixión en esa época, atados o clavados a diferentes tipos de soportes hasta su muerte. Se trataba de un terrible método de ejecución , lento y doloroso, que no fue una invención romana, pero estaba muy extendida en el Imperio romano, y que era precedido por el tormento del
flagelo, infligido con diversos instrumentos, según la pena impuesta, procedencia y origen social de los condenados.
La cruz (crux en latín, stauros en griego) era un instrumento de tortura y ejecución originalmente un árbol o un poste (xylon) clavado en tierra en el cual se colgaba al condenado, amarrándolo con cuerdas o fijándolo con clavos, al que posteriormnte se colocó en el remate una horca (furca), de la que se suspendía el reo por el cuello , y más tarde al que se adicionó un palo transversal (patibulum), dando lugar a tres tipos de cruces según la sujección del palo transversal sobre el poste vertical:
La crux decussata. Conocida como cruz de San Andrés, tenia la forma de X.
La crux commissata. Algunos la llaman cruz de San Antonio o TAU, se parecía a la letra T.
La crux immisa. Es la llamada cruz latina, que todos conocemos, y en la que se representa a Cristo crucificado
Los reos no cargaban con la cruz entera hasta el lugar de la flagelación hasta el de la crucifixión fuera de los muros de la ciudad, como reproduce erróneamente la iconografía cristiana , sino únicamente el travesaño de la cruz , llamado patibulum, de aproximadamente 22 kilos de peso, , que era colocado sobre la nuca de la víctima y se balanceaba sobre sus dos hombros y al que usualmente se ataban los brazos extendidos del condenado. La procesión al lugar de la crucifixión era precedida por una guardia romana completa, comandada por un centurión. Uno de los soldados cargaba un letrero (titulus) en el cual se exhibía el nombre y el crimen del condenado, y que más adelante sería colocado sobre la cruz. La guardia romana no dejaría a la víctima hasta estar segura de su muerte.
Fuera de los muros de la ciudad estaban localizados, de manera permanente, los pesados estípites, palos de madera hincados en tierra, sobre las cuales se colocaban los patíbulum de acuerdo con el tipo de cruz utilizado . En el caso de la cruz tipo Tau, esto se lograba mediante una junta de muesca y espiga, con o sin refuerzo de sogas. Para prolongar el proceso de crucifixión frecuentemente se fijaba a mitad del estípite un pequeños travesaño horizontal (sedile o sedulum) de madera , a modo de asiento. Solo raras veces, se empleó un bloque de madera adicional (suppedaneum) para la transfixión de los pies.
El suppedaneum era una plataforma que servía de apoyo para los pies
del crucificado. Unas veces tendría forma de taco triangular, cuando un único
clavo atravesaba los dos pies, y otras veces de tabla o palo horizontal, cuando
los pies se clavaban independientemente. Este madero está presente en casi
todas las representaciones de Jesús crucificado. Sin embargo, los artistas no
suelen prestar atención a otro importante componente de la mecánica de la
crucifixión, el sedile, un clavo grueso o una estaca que se clavaba a la altura
de la entrepierna, sobre la que el reo apoyaba el peso del cuerpo cuando la
tensión de los brazos le resultaba insoportable.
La existencia del sedile nos recuerda el complejo mecanismo de la
muerte en la cruz. El crucificado colgado de los brazos sufre tal tensión sobre
sus músculos pectorales y abdominales que sólo puede respirar con el
diafragma. Cuando el crucificado siente que se ahoga, alivia los músculos del tronco descargando el peso del cuerpo sobre el sedile; entonces la sangre torna a subir y la sensación de asfixia se mitiga, pero la presión del sedile sobre el perineo provoca un terrible dolor que obliga al desventurado a sostenerse de nuevo sobre los brazos.Esta imperfecta respiración, entrecortada y dificultosa, se repite hasta que el condenado, exhausto, no tiene ya fuerzas para elevarse, pierde el conocimiento y sucumbe por asfixia o por insuficiencia coronaria.
En el lugar de la ejecución, por ley se le daba a la víctima un trago amargo de vino mezclado con mirra como leve analgésico. El reo era luego tirado al suelo sobre sus espaldas, con sus brazos extendidos a lo largo del patíbulum. Las manos podían ser clavadas o amarradas al travesaño, que en el caso del clavado suponía fijar los brazos del condenado al patíbulum con ayuda de dos gruesos clavos de hierro que los carpinteros utilizaban para clavar vigas de madera, de aproximadamente 13 a 18 centímetros de longitud con sección cuadrada de 1 centímetro de lado. Los clavos no atravesaban las manos (que se hubieran desgarrado por el peso del cuerpo), ni las muñecas, más vascularizadas, en las que existía mayor peligro de afectar una vena importante en cuyo caso el condenado se hubiera desangrado rápidamente, algo que había que evitar pues se trataba de prolongar el suplicio, sino que atravesaban los antebrazos entre los huesos cubito y radio.
Despojados de toda su ropa, tras fijar los brazos al travesaño, el patíbulum y la víctima eran levantados juntos al estípite. Tras ello, los pies eran fijados a la cruz por medio de clavos o sogas. A pesar de que los pies podían ser fijados a los lados del estípite o al descanso de madera (suppedaneum), usualmente eran clavados en el lado frontal. Para lograr esto, habría sido necesario flexionar las rodillas, y las piernas dobladas podían ser rotadas lateralmente. Si la cruz era baja , cuatro soldados podían lograr esto con relativa facilidad. Sin embargo, en una cruz alta, los soldados utilizaban ganchos de madera o escaleras.
Nada tiene que ver con la realidad la crucifixión de Jesús que retrata la iconografía cristiana con los clavos en las palmas de las manos y otras heridas sufridas por Jesús, que algun@s sant@s y otros farsantes a lo largo del tiempo han asegurado que han aparecido en sus cuerpos a semejanza de las que según el relato tradicional existían en el cuerpo martirizado de Jesús.
LA MUERTE
Las hipótesis sobre las causas de la muerte de Jesús, con una gran pérdida de sangre tras ser sometido a la tortura de la flagelación, de la coronación de espinas ( análisis forenses han determinado que para que se produjeran las lesiones en el cuero cabelludo cuyos rastros aparecen en la Sábana Santa de Turín, la corona de espinas deberían tener forma de casquete y no de aro o corona, como aparece riteradamente en la iconografía cristina) , obligado a transportar el pesado patibulum hasta el lugar de ejecución y clavado durante horas en la cruz, según estudios realizados por expertos fisiólogos , habrían producido la muerte de Jesús por asfixia, infarto y shock hemorrágico. La conclusión es que Jesús tuvo espasmos de dolor, náuseas e imposibilidad de respirar adecuadamente, a causa de su posición en la cruz , resultando un paro cardíaco por hipovolemia, es decir, por una considerable disminución del volumen sanguíneo tras la pérdida de sangre y el esfuerzo realizado para oxigenarse.También se considera que debido a las anteriores circunstancias , Jesús que debería haber llegado agónico al lugar de la la crucifixión habría fallecido a las pocas horas de su crucifixión
EL ENTIERRO
Por su parte, en relación con el entierro de Jesús, el historiador André Leonardo Chevitarese, autor de, entre otros, Jesús de Nazaret: otra historia, y profesor del programa de posgrado en Historia Comparada del Instituto de Historia de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), sostiene que la crucifixión de Jesús, contrariamente a lo que narra la Biblia,ocurrió lejos de los testigos presenciales, precisamente porque todo se habría hecho con rapidez y para no provocar una revuelta de la población, y a diferencia del relato religioso, no hubo entierro de Jesús, ni restos conservados. Se trataba de borrar todo rastro del ejecutado, para evitar que se convirtiera en un héroe popular y su lugar de entierro un centro de peregrinación.
Según la la ley romana, los condenados a muerte no tenían derecho a una sepultura digna y sus cadáveres iban a parar a una fosa colectiva. Así, el cadáver de Jesús, como el de cualquier ajusticiado, especialmente si lo fue por sedición, acabaría en una fosa común donde, por razones higiénicas, se rociaría con cal viva, o quizás ,como era habitual, no eran enterrados y sus cuerpos permanecían colgados en la cruz durante días , donde eran comidos por aves de rapiña Cuando la carne comenzaba a pudrirse, caía al suelo ylos restos eran comidos por perros y otros animales sin dejar rastro del cadáver. El hecho que prueba esta tesis es que miles de esclavos fueron crucificados en la época y no hay registros de descubrimientos de cementerios ni de huesos de los ejecutados.
Ligada al entierro de Jesús, se encuentra la agitada/discutida historia de la reliquia/fraude de la Sábana Santa , sudario de lino que supuestamente reproduce la imagen (sospechosamente parecida a la del Jesús representado en la iconografía cristiana) de un hombre sometido a horribles torturas y con marcas compatibles con una crucifixión , sobre la cual sucesivas investigaciones científicas relativas a la antigüedad de dicha sábana y los restos de elementos orgánicos presentes en la misma, han concluído considerando que dicha sábana carece de los pruebas históricas y científicas necesarias que avalen su autenticidad como sudario de Jesus. Además, expertos forenses sostienen que del examen de las marcas dejadas por las heridas en la sábana resulta que la persona que envolvía el sudario se encontraba viva aunque maltrecha a causa de las torturas sufridas.
Opinión discrepante sobre la Sábana Santa es la que sostiene, entre otros, el Centro Español de Sindología " descrita como" Asociación cultural, por tanto sin ánimo de lucro, que tiene como objeto el estudio de la Sábana Santa de Turín, pero también el de otras reliquias que puedan ser o hayan sido estudiadas científicamente"
LA RESURRECCIÓN
Hay que recordar que en los misterios de las viejas religiones se conmemoraba la muerte de ciertos dioses o humanos divinizados, así como su resurrección a los tres días, precisamente en el tiempo cercano al equinoccio de primavera. Tal es el caso de Osiris, Krisna, Dionisos, Mitra y muchos más. Por eso tantos expertos en religiones llegan a la conclusión de que la figura de Jesucristo se presenta como una amalgama fabulosa de aquellos seres endiosados que le antecedieron y que en realidad no existieron más que en la mente de quienes divulgaron las creencias que convenían al momento, y que en el caso de la resurrección de Cristo se narran en los evangelios canónicos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, con mayor o menor precisión y extensión, la pasión , muerte y resurrección de Cristo, aunque en versiones distintas y contradictorias, que responden exclusivamente a narraciones teológicas utilizadas para justificar el cumplimeinto de las profecías de Cristo sobre su resurrección.
Esa resurrección es de vital importancia para el cristianismo y constituye su doctrina básica sobre sus creancias, de tal manera que, sin ella, carecería de sentido hablar de Cristo y, en consecuencia del relato de la fe cristiana. Si Cristo murió, pero no resucitó , de nada habría servido su sacrificio para la redención del género humano. Para dar solución teológica a la cuestión, la resurrección , fue declarada dogma de fe en el el IV Concilio de Letrán (1215), en la que se establece que : «Creemos y confesamos que Jesucristo resucitó de entre los muertos y subió al cielo en cuerpo y alma»
LA ASCENSIÓN
Los evangelios canónicos incluyen dos breves descripciones de la Ascensión de Jesús de los evangelistas Lucas y Marcos , mientras Mateo no lo menciona. Una descripción más detallada de la Ascensión corporal de Jesús en las nubes se da en los Hechos de los Apóstoles :
Lucas. 24, 50-53
“Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios”
Marcos.16,19-20
Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el Señor con ellos y confirmando la Palabra con los signos que la acompañaban”
Lucas. 24, 50-53
“Los sacó hasta cerca de Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante él, se volvieron a Jerusalén con gran gozo. Y estaban siempre en el Templo bendiciendo a Dios”
Mateo. 28, 16-20
Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y al verlo le adoraron; algunos sin embargo dudaron. Jesús se acercó a ellos y les habló así: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»”
Hechos de los Apóstoles. 1, 6-11.
Ellos, en cambio, habiéndose reunido, le preguntaron: «Señor, ¿es en este momento cuando le vas a restablecer el Reino a Israel?» Él les contestó: «No es cosa vuestra conocer el tiempo y el momento que el Padre ha fijado con su propia autoridad; al contrario, vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra».
Y dicho esto, fue levantado en presencia de ellos, y una nube le ocultó a sus ojos. Como ellos estuvieran mirando fijamente al cielo mientras él se iba, se les presentaron de pronto dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: «Galileos, ¿por qué permanecéis mirando al cielo? Este Jesús, que de entre vosotros ha sido llevado al cielo, volverá así tal como le habéis visto marchar al cielo»”.
Así pues no existen más que breves descripciones de la Ascensión de Jesús e interpretaciones teológicas de la misma, por lo que la Iglesia la declaró dogma de fe para justificar las profecías de Jesús del relato bíblico , según la cual Jesús ascendió a los cielos en cuerpo y alma y se encuentra a la diestra de Dios Padre y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
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