5 de enero de 2024

EL CARTELISMO POLACO

Varsovia 1963, foto: Zbyszko Siemaszko, NAC

EL CARTELISMO POLACO

Tras la Segunda Guerra Mundial, hubo una época en la historia de Polonia en la que los muros y paredes de Varsovia y de otras grandes ciudades se cubrieron de carteles imaginativos, vanguardista e inusuales que servían para comunicar cualquier tipo de acontecimiento o pensamiento. Estos carteles hicieron que floreciera un nuevo arte que, sin olvidar la destrucción de la guerra, proponía un mundo de colores vibrantes y formas sencillas, a menudo caracterizadas por trazos rápidos y por la técnica del collage. A este fenómeno artístico se le denominó «Escuela polaca del cartel». que tuvo su época dorada entre 1953 y 1965.

Mientras la República Popular de Polonia sufría una intensa represión bajo el dominio soviético y la mayoría de las disciplinas artísticas fueron sometidas a las férreas directrices del partido comunista, los pioneros de la Escuela Polaca de Carteles consiguieron desligarse del Realismo Social impuesto por el gobierno. Aunque se instruyó a los ilustradores para que rechazaran los valores occidentales y acataran la censura, lo cierto es que disfrutaron de una libertad artística que les permitió plasmar sus inquietudes más audaces y subversivas. Los comunistas, en cambio, vieron en sus carteles el medio de propaganda más barato, con el que promocionar la labor del Ministerio de Arte y Cultura permitiendo experimentar a una joven generación de artistas nuevas técnicas y enfoques rabiosamente vanguardistas, libres de ataduras comerciales.


Si a simple vista los carteles de películas polacas suponen una forma de rebelión artística a la opresión soviética, analizados de cerca resultan mucho más profundos, en tanto que representan una visión más trágica y compleja de la industria del entretenimiento. Para un país acostumbrado a que lo borraran del mapa, desde que Prusia, Austria y Rusia se repartieron sus territorios en el siglo XIX, la anexión por parte de la Unión Soviética, tras el brutal período de ocupación alemana, condenó al país a un nuevo período de dictadura totalitaria. Estas circunstancias forjaron una mentalidad de resistencia que permanece profundamente arraigada en el imaginario colectivo polaco. Tal vez por eso los carteles son tan importantes en la cultura polaca; porque durante el régimen comunista fueron la única nota de color en las calles. La mayoría se pintaban a mano, usando tipografías artesanales y recurriendo a toda clase de metáforas y simbolismos que iban mucho más allá de lo que la mayoría de películas y obra de teatro estaban en condiciones de ofrecer. Gracias a los collages de Lenica, el aliento expresionista de Wiktor Górka y los experimentos formalistas de Jan Mlodożeniec, los polacos bajaron de sus pedestales a Fernand Léger, Pablo Picasso, George Braque Henri Matisse y Paul Klee y los sentaron en las butacas de la última fila. Sus carteles no tenían nada que ver con los originales diseñados por las empresas productoras de las películas y casi siempre los mejoraban artísticamente introduciendo elementos de vanguardia y reinterpretaciones radicales.

Jan Lenica/ Wiktor Górka/Jan Mlodożeniec

PLÁCIDO-  VERSIONES ESPAÑOLAS / VERSIÓN POLACA POR MARIANN STACHURSKI 

Actualmente, los carteles polacos de la época dorada se conservan en museos y, pese a que la comunicación visual ha cambiado por completo, siguen siendo un punto de referencia para las nuevas generaciones de artistas de Polonia. Que un arte tan vital, refinado y variado emergiera de la destrucción de la guerra es algo excepcional. Este arte no se desarrolla a pesar de la crisis, sino que es la propia situación de crisis la que garantiza la libertad creativa a artistas excelentes que consiguen sacarle el mayor partido. Gracias a los collages de Lenica, el aliento expresionista de Wiktor Górka y los experimentos formalistas de Jan Mlodożeniec, los polacos bajaron de sus pedestales a Fernand Léger, Pablo Picasso, George Braque Henri Matisse y Paul Klee y los sentaron en las butacas de la última fila. Sus carteles desafían las leyes del mercado: sin fotos de las estrellas protagonistas ni fotogramas reconocibles, resultan más evocadores cuanto más abstractos.

CARTELES DE CINE POLACOS

VERTIGO POR ROMAN CIEŚLEWICZ

CON FALDAS Y A LO LOCO POR WIESŁAW WAŁKUSKI
 
VACACIONES EN ROMA POR JERZY FLISAK

LOS PÁJAROS POR BRONISLAW ZELEK
LA SEMILLA DEL DIABLO /EL BEBÉ DE ROSEMARY

ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO POR ANDRZEJ PAGOWSKY

BARBARELLA POR JAN MLODOZENIEC 

EL PLANETA DE LOS SIMIOS POR ERYK LIPIŃSKI

EL EXORCISTA POR JAN MLODOZENIEC

EL RESPLANDOR POR ANDRZEJ KRAJEWSKY

LA GUERRA DE LAS GALAXIAS POR JAKUB EROL

TOOTSIE POR WIESLAW WALKUSKI

CABARET (1973) POR WIKTOR GÓRKA 

ROCKY  POR EDWARD LUTCZYN 

2001, UNA ODISEA EN EL ESPACIO POR WIKTOR GÓRKA 

APOCALIPSIS NOW POR WALDEMAR SWIERZY

GODZILLA CONTRA KING GHIDORAH POR ZYGMUNT BOBROWSKI 

SALVAD AL SOLDADO RYAN POR LESZEK ZEBROSKY

COWBOY DE MEDIANOCHE POR WALDEMAR SWIERZY YNANCYKOWBOJ 

ALIEN, EL OCTAVO PASAJERO POR JAKUB EROL

EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA POR JAKUB EROL 

CHINATOWN POR ANDRZEJ KRAJEWSKY

LA NARANJA MECÁNICA POR  LESZEK ZEBROWSKY

BLADE RUNNER POR  MICHAL KSIAZEK 

A partir de los años 90, cada póster se parecía más al siguiente. Pero ni la estandarización del blockbuster evitó que algunos estrenos contaran con sus respectivas obras de arte. Aún hoy en día se encargan diseños alternativos para ediciones limitadas, con la intención de mantener viva la vieja tradición y que los coleccionistas estén dispuestos a pagar precios exorbitantes tanto por los carteles originales como por sus reimpresiones. Y en ocasiones, conservan su espíritu contestatario, como la icónica campaña del movimiento feminista Strajk Kobiet, diseñada por Jarek Kubicki en 2020 como protesta contra los planes del presidente Andrzej Duda para restringir los derechos de las mujeres.




El eslogan wyPISdalać es un brochazo de genialidad con varias capas, al combinar la palabra wypierdalać (joder) con el nombre de su partido, Ley y Justicia (PiS). Tanto el logotipo como el diseño hacen referencia al movimiento Solidarność, que fue crucial en la lucha revolucionaria pacífica de Polonia contra el gobierno comunista en la década de 1980. Un pequeño texto en la esquina superior izquierda asegura que «Esto es la guerra».

CARTEL DE SOLIDARIDAD ’POR THOMAS SARNECKI 

1980 fue un año muy tumultuoso para Polonia. Las huelgas de trabajadores en Gdansk llevan al nacimiento del sindicato Solidarnosc (Solidaridad), que llegará a contar con un tercio de la población polaca entre sus miembros y que dará origen a una revolución política. El logo del Solidarność se convierte en un icono internacional y, de nuevo, los carteles juegan un papel fundamental. En 1989, en los albores de la votación que habría cambiado el destino de Polonia, las paredes de la ciudad se llenaron de carteles de Gary Cooper de la película «Solo ante el peligro», en los que se le ve con una papeleta en la mano y con el logo del movimiento como emblema. En la parte inferior, aparece escrito «Mediodía, 4 de junio de 1989».


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